Crítica: Los Primeros Hombres en la Luna (La Gran Sorpresa) (1964)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

GB, 1964: Lionel Jeffries (Profesor Joseph Cavor), Edward Judd (Arnold Bedford), Martha Hyer (Katherine Calender)

Director: Nathan Juran, Guión: Nigel Kneale & Jan Read, basados en la novela homónima de H.G. Wells, Musica – Laurie Johnson

Trama: En los años 60 una expedición internacional logra aterrizar en la Luna. Pero en el proceso de exploración encuentran una bandera inglesa y un papel que reclama a la Luna como territorio inglés desde 1899. Absolutamente desconcertados, los astronautas transmiten la noticia y en la Tierra se realiza una investigación hasta dar con el paradero de Arnold Bedford, quien fuera el autor de la nota y ahora reside en un geriátrico. Ante los científicos de las Naciones Unidas Bedford comienza a narrar los increíbles sucesos de su juventud que lo llevaron a dar con el profesor Joseph Cavor, quien había desarrollado una cápsula espacial compuesta por un nuevo metal que había descubierto, y que rechaza la gravedad terrestre. Bedford, su novia Katherine y Cavor terminarán viajando en la cápsula hasta la Luna, para descubrir en ella una civilización selenita de forma insectoide. Pero pronto el trío caerá presa de los alienígenas, y realizarán desesperados intentos de regresar a la Tierra.

Los Primeros Hombres en la Luna First Men in the Moon está basada en una novela de 1901 de H.G. Wells, el creador de clásicos como El Hombre Invisible, La Guerra de los Mundos y La Máquina del Tiempo. Pero éste es uno de sus trabajos menos conocidos, simplemente porque terminaría resultando absolutamente desfasado con el correr del tiempo – la novela pinta a una Luna con atmósfera y plena de selvas -. En todo caso la producción del film le da una visión más actualizada al tema, manteniendo el seteo victoriano del argumento.

En general la obra de Wells es crítica sobre la humanidad, sobre el sentido de la guerra y en particular sobre la sociedad imperialista victoriana. En el libro los terrestres son una especie autodestructiva que contrasta con la perfecta organización insectoide de los selenitas, y ello se evidencia en los relatos que realiza Cavor acerca de la historia humana para ilustrar a los alienígenas. Mientras que el punto de vista de Wells es cínico sobre la sociedad de su época, esta adaptación poda ampliamente el sentido crítico del autor para transformar la historia en una aventura fantástica de tono más juvenil. Es simplemente una aventura de matinee bien hecha.

El film tiene un fabuloso comienzo con los astronautas descubriendo la bandera inglesa plantada en la Luna en 1899; lamentablemente después de ello no consigue obtener el mismo grado de impacto en todo lo que sigue. Lo que sucede es que el film transita por carriles más conocidos de la aventura fantástica – científico brillante y no muy cuerdo que posee un fantástico aparato; la suma no voluntaria de tripulantes a este increíble viaje; el descubrimiento de nuevas civilizaciones, y la fuga sobre la hora para regresar a casa -, que uno ya ha visto en muchísimos lados: desde las adaptaciones de Flash Gordon hasta otras aventuras de Julio Verne llevadas al cine. Toda la secuencia en el invernadero con la cápsula espacial de cavorita parece la obvia inspiración de la posterior Flash Gordon (1980); el científico despistado bien puede compararse con el personaje de Peter Cushing en At The Earth´s Core (1976); y así sucesivamente. Incluso el film toma unas cuantas ideas de otras adaptaciones de Wells: las civilizaciones subterráneas y el rapto del aparato por parte de los selenitas parece calcado de The Time Machine (1960); y el resfrío del profesor Cavor (que termina por liquidar a los alienígenas) está sacado del final de La Guerra de los Mundos (1953).

Ciertamente el director Nathan Juran (de 20 Million Miles to Earth y The Deadly Mantis) conduce el film de modo que no se tome muy en serio a sí mismo, lo que lo hace apetecible para un público infantil. Las actuaciones siempre son exageradas aunque no irritantes, en especial la de Lionel Jeffries como el profesor Cavor. Lo que pide la película es simplemente comprar la premisa para brindar un entretenimiento liviano; si no lo hace, definitivamente se convierte en un film insufrible.

Después de algunas idas y vueltas nuestros protagonistas llegan a la Luna, que es donde las cosas se ponen interesantes. A cargo de los efectos está el mago Ray Harryhausen, que logra despacharse con algunas escenas formidables, como el ataque de las orugas gigantes o la animación de los científicos selenitas. Los sets son impecables, pasando por el excelente paisaje lunar hasta el diseño de las cuevas de los alienígenas, y es innegable que se trata de una producción muy cuidada. Pero por contra la aventura en sí no es muy original – el espectador conoce a la legua cómo se va a ir desarrollando toda la trama -, y el núcleo central de la historia de Wells – el díalogo entre Cavor y el jefe selenita – está visiblemente recortado y carece de efecto. Además el accionar de Bedford es directamente hostil – nunca intenta comunicarse con los alienígenas, y procede a exterminarlos con tal de abrirse paso hasta la cápsula espacial -, lo cual no difiere mucho de cierta visión xenófoba propia de los filmes de aventuras de la época (es similar a las películas de la selva, donde los nativos no son humanos sino una masa anónima que merece el rechazo y el exterminio).

Si uno acepta el tono light y deja de lado las incoherencias científicas, First Men in the Moon es una aventura más que disfrutable. Hay grandes efectos, buen ritmo y suficiente entretenimiento como para no aburrir a nadie.

RAY HARRYHAUSEN

Debido a su trabajo pionero con los efectos especiales, a Ray Harryhausen se lo considera parte creativa necesaria de todos los filmes donde ha participado. Aquí hemos reseñado las siguientes obras: The Beast From 20.000 Fathoms (1953) – It Came from Beneath the Sea (1955) – La Tierra vs los Platillos Voladores (1956) – 20 Million Miles to Earth (1957) –  El Septimo Viaje de Sinbad (1958) – Mysterious Island (1961) – Jason y los Argonautas (1963) – Los Primeros Hombres en la Luna (1964) – El Valle de Gwangi (1969) –  El Viaje Fantastico de Sinbad (1974) – Sinbad y el Ojo del Tigre (1977) – Furia de Titanes (1981)