Crítica: Fantomas se Desencadena (1965) (Fantomas se Dechaine)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Francia / Italia, 1965: Jean Marais (Fantômas / Fandor / Profesor Lefèvre), Louis de Funès (Comisario Juve), Mylène Demongeot (Hélène), Jacques Dynam (Bertrand)

Director: André Hunebelle, Guión: Jean Halain & Pierre Foucaud sobre el personaje creado por Pierre Souvestre & Marcel Allain

Trama: Ya ha pasado un año sin tener noticias de Fantomas, y el comisario Juve es considerado un héroe nacional. Pero el genio criminal ha estado preparando su revancha y para ello secuestra al profesor Marchard. El periodista Fandor es el único que cree que Fantomas ha regresado y que ahora se encuentra tras la pista del profesor Lefevre – quien colaboraba con Marchard en la creación de un rayo telepático, capaz de dominar las mentes de las personas -. Tomando la identidad de Lefevre, Fandor le tiende una trampa a Fantomas; pero éste revierte los papeles para que Juve, el periodista y su bella novia caigan en sus redes y sufran la venganza por el escarnio que le han provocado un año antes.

Fantomas se Desencadena Este es el segundo filme de la trilogía de Fantomas realizada en los años sesenta. Con James Bond de moda, surgiría en Europa toda una fiebre pop por el cine de espías y por los genios criminales. De un lado se poblaría la pantala de euroespías como OSS 117, Super Dragón y toneladas de clones italianos, franceses y alemanes; por el otro lado, se abrevaría en las fuentes del comic y la literatura de aventuras, con adaptaciones cinematográficas de Fu Manchú, Fantomas y Diabolik.

El primer filme de la saga de Fantomas era un entretenimiento más que aceptable, que sabía combinar comedia con acción; pero a medida que pasó el tiempo, las películas de la serie terminaron decantándose a favor de la (supuesta) comicidad de Louis de Funes y en detrimento de los argumentos. Aquí Jean Marais queda notablemente relegado a un segundo plano, y con De Funes demasiado tiempo en la pantalla el filme termina por resultar lastrado. El tema también pasa porque los guionistas son bastante perezosos a la hora de darle densidad al relato, y se dedican a llenar el tiempo con improvisaciones del bufo francés que terminan por cansar. El comisario Juve termina por bordear los límites de la paciencia del espectador debido a su incompetencia, si bien a De Funes le tocan un par de escenas graciosas que compensan.

Pero resulta más que evidente aquí el deseo de copiar la euforia pop de 007. La producción es bastante generosa en gastos, con hermosas vistas turísticas de Francia e Italia. Hay enormes decorados, como la fantástica guarida subterránea de Fantomas – si bien dura menos de diez minutos en pantalla -; y hay una gran cantidad de gadgets (algunos útiles, otros no tanto) que sirven para crear algunos gags recurrentes en el film, como el brazo postizo o el puro – pistola de Juve. En el final aparece un Citroen que se convierte en avión, que sin dudas es lo más recordado de la película y anticipa en varios años al coche volador de Scaramanga en El Hombre del Revólver de Oro.

Pero más allá del preciosismo visual, es un libreto vago en ideas. Toda la trama delirante del rayo telepático es abandonada la mayor parte de la duración de la película, y en cambio la acción se centra en las disputas entre Juve y Fandor. El humor es redudante, los personajes repiten las mismas cosas demasiadas veces, e incluso las situaciones cómicas / de tensión que intenta crear el filme está resueltas de manera muy chata, como la supuesta reunión de los tres profesores Lefevre en la conferencia científica (uno real, otro que es Fandor disfrazado y el tercero que es Fantomas). Restringiendo a Jean Marais – que aportaba la dosis de acción y aventura -, Fantomas se Desencadena sólo se ciñe a ser un vehículo para De Funes sin demasiada gracia. Termina por ser potable y deslumbrante en lo visual, pero si tuviera algunas ideas más y algunos chistes efectivos, podría haber sido muy recomendable. Así como está es un producto ok, que podría haber resultado en un filme muy superior si los talentos creativos hubieran puesto un poco más de empeño detrás de cámaras.

FANTOMAS

La trilogía de Fantomas se compone de: Fantomas (1964), Fantomas se Desencadena (1965) y Fantomas contra Scotland Yard (1967)