Crítica: Estación Polar Zebra (1968)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

calificación 4/5: muy buena Recomendación del EditorUSA, 1968: Intérpretes: Rock Hudson (capitan James Ferraday), Ernest Borgnine (Boris Vaslov), Patrick McGoohan (David Jones), Jim Brown (capitán Leslie Anders), Tony Bill (teniente Russell Walker), Lloyd Nolan (almirante Garvey), Alf Kjellin (coronel Ostrovsky)

Director: John Sturges – Guión: Douglas Heyes & Harry Julian Fink, basados en la novela homónima de Alistair MacLean

Trama: La estación meteorológica Zebra, situada en el polo Norte, ha sufrido un accidente de origen desconocido. A raíz de ello, varios de sus integrantes han muerto y las comunicaciones se han caído como fruto de una feroz tormenta que asola la región. El alto mando recluta al capitán James Ferraday, quien será el encargado de llevar su submarino hasta el lugar ya que la única forma de llegar es por debajo del hielo. Pero, a mitad de camino, Ferraday se ve obligado a recoger a un agente de la inteligencia británica y a un pelotón de marines, y recibe un paquete secreto de instrucciones: darles carta blanca a los recién llegados ni bien pisen la superficie del polo. Y tan pronto como llegan a Zebra, Ferraday se entera de la verdadera naturaleza de la misión: apoderarse de un satélite espía ruso que se ha abalanzado a tierra antes de tiempo, y que posee una cámara de ultima tecnología que ha fotografiado por error la ubicación de las bases misilísiticas americanas y soviéticas. El problema es que los rusos se han enterado de la ubicación del satélite y han enviado a centenares de paracaidistas, los cuales se abalanzarán sobre Zebra en cuestión de minutos.

Estacion Polar Zebra (1968)En los 60 Alistair McLean era uno de los escritores más populares del mundo. Sus novelas se vendían como pan caliente y siempre encabezaban las listas de best sellers. Y, debido a su popularidad, sus libros han llegado varias veces al cine, produciendo en algunas ocasiones títulos memorables como Donde las Aguilas se Atreven (1968), Los Cañones de Navarone (1961), The Satan Bug (1965) y el filme que ahora nos ocupa, el que representa una sólida entrada en el venerable género de los thrillers de la Guerra Fría.

Habría que partir de arranque diciendo que la estructura es demasiado parecida a La Caza al Octubre Rojo. Viendo las fechas, resulta obvio que Tom Clancy ha tomado prestada más de una idea (bah, casi todas) del relato de McLean para desarrollar su conocido tecno-thriller de de los años 80. He aquí otro submarino con capitán reticente (¿alguien dijo el USS Dallas y Scott Glenn?), el que se ve obligado a aceptar un espía (Alec Baldwin… eh…, no; Patrick McGoohan) cuya misión es ultrasecreta y que, al final, se ve obligado a enfrentar militarmente a los rusos. Hasta la trama del traidor a bordo y el sabotaje del submarino nuclear resultan parecidos.

Como el filme tarda bastante en llegar al polo, Estación Polar Zebra se dedica a matar el tiempo con intercambios de pirotecnia verbal entre un puñado de personajes interesantes. Tenemos el capitán noble, el detestable espía inglés, el detestable defector ruso que trabaja para occidente, y el detestable oficial militar que desconfía de todos. Por suerte los diálogos tienen su chispa (en especial los de McGoohan), con lo cual uno se mantiene muy entretenido.

A esto se le suma el componente de aventura, ya que toda la navegación bajo el polo está plagada de peligros y escenas de tensión. Y las cosas maduran en su punto justo cuando logran llegar a la base, en donde el traidor se revela mientras las fuerzas militares rusas se ciernen sobre el lugar.

Hay un par de detalles que se le podrían reprochar a Estación Polar Zebra. La primera es que la identidad del saboteador está cantada desde el vamos. Al menos esto logra compensarlo con una sorprendente escena que involucra a los tres sospechosos, en donde los acontecimientos cambian radicalmente y nada ocurre de acuerdo a lo esperado. El otro defecto es la resolución de la tensión con los rusos, que es demasiado estoica, rebuscada y breve.

Estación Polar Zebra es un sólido thriller. Considérelo la versión antediluviana de una novela de Tom Clancy. Hay una buena dirección, grandes estrellas, y una historia que funciona la mayor parte del tiempo. Y, para ser algo pasatista, eso ya es pedir demasiado.

4 CONNERYS: El abuelo de las novelas de Tom Clancy. He aquí otro tecno thriller situado en plena Guerra Fría y con un espía inglés como protagonista. Hay tantas coincidencias con La Caza al Octubre Rojo que resulta imposible no ponerla a la par.