Crítica: The End of Evangelion (1997)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Japon, 1997: con las voces de Megumi Ogata (Shinji Ikari), Megumi Hayashibara (Rei Ayanami / Yui Ikari), Yûko Miyamura (Asuka Langley Sôryû), Kotono Mitsuishi (Misato Katsuragi), Yuriko Yamaguchi (Ritsuko Akagi)

Director: Hideaki Anno, Guión: Hideaki Anno, basado en conceptos del manga creado por Yoshiyuki Sadamoto, Musica – Shiro Sagisu

Trama: La oficial Asuka se encuentra en coma después del último combate que libró mientras operaba una de las unidades biorobóticas EVA. Su compañero Shinji llora por su recuperación y se encuentra terriblemente perturbado. Mientras tanto el líder de la organización NERV, Gendo Ikari, discrepa con los miembros de la organización SELEE – que financian el proyecto NERV de los robots EVA -, sobre la implementación del Proyecto Instrumental de la Humanidad – cuyo propósito es fusionar a todos los seres humanos en una entidad única conjuntamente con la raza alienígena conocida como Angeles -, y SELEE se dispone a asaltar el bunker secreto donde reside NERV. El EVA 02 sale en defensa del asedio pero es derrotado por un ejercito de EVAs clonados por SELEE, y la única esperanza reside en Shinji, quien se encuentra en estado de shock, y se niega a manejar el último EVA operativo.

The End of Evangelion ¿Alguien entendió el sinopsis de la trama?. Nosotros tampoco.

Neon Genesis Evangelion es un manga que comenzó a publicarse en 1994, creado por Yoshiyuki Sadamoto – y que aún se edita -. El manga tuvo un modesto éxito, pero sirvió de base para que la productora Gainax lanzará la serie animada emitida entre 1995 y 1996, la que terminó por transformarse en un rutilante suceso a nivel mundial. Si bien el autor es Sadamoto, Evangelion en realidad es un hijo dilecto del director de la serie, Hideaki Anno, que expandió el universo y la trama del manga a niveles siderales y terminó por convertir a la saga en objeto de culto.

Neon Genesis Evangelion es, como la mayoría de mangas y animes, una fantasía post apocaliptica. Lo que distingue a toda la obra es la inclusión de toda una imaginería judeo cristiana y un enorme simbolismo sicológico que terminan por transformarlo en algo único, fascinante y bizarro. Precisamente el caracter abstracto de muchos de sus pasajes la han hecho objeto de innumerables análisis en todas partes del mundo.

La historia de la serie es aproximadamente la siguiente: en el año 2000 se produce un cataclismo en la Antártida, que derrite los hielos, provoca inundaciones y tsunamis, e incluso cambia el clima global ya que el eje de la Tierra es alterado. Pero aunque inicialmente se cree que este suceso (conocido como el Segundo Impacto) fue causado por un meteorito, en realidad se trató de un intento de contacto con una entidad alienígena a la que se le conoce como Angeles. El primer angel contactado fue Adam, que resulta destruído en el hecho, y cuyos restos son tomados y analizados por la organización NERV. NERV reside en una de las pocas ciudades supervivientes de Japon conocida como Tokio 3.

NERV es una organización de investigación y desarrollo patrocinada por SELEE, una oscura sociedad que opera entre las bambalinas de las Naciones Unidas. SELEE implementa NERV para que desarrolle mecanismos de defensa contra la aparición de nuevos Angeles, y por ello terminan de construir unos gigantescos robots conocidos como EVAs. La particularidad de los EVAs es que son biomecánicos, y los componentes orgánicos en realidad son partes clonadas del angel Adam. A través de sus venas corre un suero extractado del angel, conocido como LCL, que permite que el piloto obtenga un grado de simbiosis extremo con el robot – mente y cuerpo funcionan en plena sincronía -. Pero para operar a los EVAs se reclutan a adolescentes (entre otros, Shinji y Asuka) nacidos con posterioridad al Segundo Impacto, ya que han absorbido energías del mismo que les proveen características únicas para controlar a los robots. Esto origina también otro tipo de problemas, como que los pilotos sufran daños físicos y mentales durante cada uno de sus combates.

Hasta aquí, todo bien. Alienígenas atacan la Tierra, hay un escuadron de robots para defender al planeta. Los problemas de la historia total de Evangelion comienzan cuando comienza a desarrollar su propia mitología. Vale decir, en general toda saga exitosa – desde Star Wars hasta The X Files, esta última como ejemplo paradigmático – comienza con una historia original y, si resulta popular, empieza a expandirla y elaborarla. A hacerla más compleja. The X-Files pudo quedarse con el episodio del monstruo de la semana, pero elaboró toda una complicada historia con el Hombre Cancer, la hermana de Scully, los padres de Mulder, el Hombre de las Uñas Bien Cortadas, etc, etc. Aquí pasa lo mismo; en un momento Evangelion comienza a crear una trama de fondo que excede a la aventura de la semana, y que comienza a hablar de profecías y de un sentido místico tras los ataques. Por ejemplo, que el propósito oculto de SELEE es propiciar el Tercer Impacto, donde un angel llegará y unificará a toda la humanidad en un solo ente. Pero esto resulta a todas luces absurdo, ya que SELEE patrocina a una organización que se encarga de combatir a los angeles.

El gran problema de las mitologías en las sagas, es que los autores terminan por enredarse con ellas. Desde el “Luke, yo soy tu padre” de Darth Vader hasta el plan secreto para que los humanos lancen la plaga que extermine el resto de la población y favorezcan la invasión alienígena de The X Files, resultan golpes de efectos propios de los culebrones televisivos, que causan shock en el momento pero vistos en perspectiva son verdaderos disparates. Si uno anota todos esos grandes momentos y resume toda una saga en una hoja de papel, la historia resultante carece de coherencia. Y eso es lo que pasa con Neon Genesis Evangelion. La serie está llena de muchos interrogantes – ¿los angeles son alienígenas o seres metafísicos? ¿de qué tratan las profecías? ¿qué intenciones esconden los personajes? -, mientras cruces, nombres bíblicos, largos discursos seudo teológicos y una gigantesca parafernalia de blablablá técnico inunda la pantalla.

Reconozco que he visto la serie, aunque no de manera asidua. Me resultaba fascinante porque estaba plagada de conceptos que uno se esforzaba en descifrar. Pero, como toda serie tiene su final, decidieron hacerlo tal como X-Files: con un film.

En realidad el final de Neon Genesis Evangelion tiene una evolución muy compleja. Los últimos capítulos de la serie no terminaron de gustar a mucha gente, y el director Anno decidió lanzar una versión en formato de película, reuniendo los dos capítulos finales más nuevo material filmado. Pero de esa película hay varias versiones distintas, con mayor o menor extensión de su trama, pero básicamente culminan con el mismo punto.

The End of Evangelion es visto como un punto de vista alternativo del final de la serie. Y es en realidad un film horrible. Sin dudas es una película para fans, pero representa la peor expresión de un autor que se cree un artista metafísico (y por qué no, por encima del resto de los mortales). El problema es que aquí la historia comienza de un modo regular – con la crisis de Shinji, y Gendo decidido a activar el Proyecto Instrumental de la Humanidad, donde los cuerpos se disuelven y las almas se unen en una sola entidad -, pero la dirección y la trama se empiezan a convertir en una vorágine caotica de secuencias – la mayoría, sin sentido -. Mientras los adolescentes parecen estar en un estado de demencia y parálisis total, el film comienza a explorar los delirios y traumas de Shinji, y ocasionalmente regresa a la realidad – al asalto final al cuartel del NERV -. Pero a medida que pasan los minutos, la historia se vuelve cada vez menos coherente, comenzando con las secuencias oníricas de la imaginación de Shinji – que dispara toda una suerte de frases y simbolismos absurdos – y siguiendo por la implementación del Proyecto, con gente fusionandose con el angel Lilith – cuyo cuerpo se expone crucificado en el despacho de Gendo -, la transformación de este en una entidad gigante que se fusiona con los EVAs enviados por SELEE, y que crece hasta el tamaño de la Tierra, liberando energías hasta disolverse en un enorme mar de suero “de la vida” y donde quedan como supervivientes Shinji y Asuka (en una secuencia real o bien onirica).

Es una película indignante. Si tuviera que calificar a toda la serie le daría cinco estrellas, pero The End of Evangelion merece una (o ninguna). Quien esto escribe representa a un espectador promedio, que disfruta el cine y que puede dilucidar los simbolismos que contienen la mayoría de los filmes. Uno acepta que las reglas de juego pueden involucrar pasajes abstractos que son objeto de debate. Pero lo que de ningún modo puedo aceptar es que un director esté narrando una historia de forma relativamente lineal, y de pronto se decida a bombardear con miles de imágenes y frases sin sentido. ¿Cuál es el propósito?. ¿Acaso el espectador debe avanzar cuadro por cuadro el video, observar un minuto del film y debatirlo?. En ese sentido, un final críptico como el de 2001, Odisea del Espacio (a pesar de todas mis reticencias) está relativamente mejor construído en su ambiguedad. Pero aquí es una ráfaga a mansalva de disparates – entre las secuencias en el mundo real, que vomitan idioteces seudotecnicas como LCL, AT, etc, y los discursos idiotas de Shinji sobre el mundo, el sueño, lo real – que pasan a miles de años luz sobre la cabeza de cualquiera nacido en este planeta – e incluso a los seguidores de la serie -. Y la escena final – donde Asuka se materializa mientras Shinji la estrangula y le dice “Que Asco” – ha sido objeto de innumerables discusiones… cuando en realidad nada de la hora final del film tiene lógica. Uno puede entender algunos aspectos – el plan de fusión de las almas, por ejemplo -, pero todo aquí demuestra grandes problemas de ejecución por parte del director – se dice que Anno estuvo internado con problemas sicológicos que lo llevaron a una depresión profunda, y quiso plasmar en la película la experiencia -. Simplemente es un autor que creó una mitología, la expandió, se enredó con ella y terminó de pasarse de rosca. El otro ejemplo de una saga que termina por implosionar por su exceso de pretensiones es Matrix Revoluciones, pero aún así el tercer film de los hermanos Wachosvki no es ni el 5% de frustrante de lo que resulta ser The End of Evangelion.

LA SAGA DE EVANGELION

Otros filmes comentados de la saga Evangelion: The End of Evangelion (1997), Rebuild of Evangelion 1.o: You Are (Not) Alone (2007) y Rebuild of Evangelion 2.0: You Can (Not) Advance (2009)