Crítica: La Tierra Vs Los Platillos Voladores (Earth Vs. The Flying Saucers) (1956)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 1956: Hugh Marlowe (Dr Russell Marvin), Joan Taylor (Carol Marvin), Donald Curtis (Major Hughlin), Morris Ankrum (General John Handley)

Director: Fred F. Sears, Guión: Raymond T. Marcus & George Worthing Yates, sobre una historia de Curt Siodmak, basado en el libro Platos Voladores del Espacio Exterior de Donald E. Keyhoe, Musica – Mischa Bakaleinikoff

Recomendación del Editor

Trama: El ejército norteamericano se encuentra desarrollando el proyecto Skyhook, determinado a poner más de una docena de satélites en órbita a la Tierra. El proyecto se encuentra a cargo del científico Russell Marvin, quien se encuentra casado con Carol, la hija del Gral. Handley y quien supervisa Skyhook. Pero todos los lanzamientos hasta ahora han sido un fracaso, y hay numerosos indicios que los cohetes se han estrellado. Mientras se investigan dichos acontecimientos, el Dr. Marvin y su esposa avistan un OVNI. Marvin resulta escéptico del encuentro, pero su esposa descubre que en su grabadora de viaje ha quedado registrado el sonido del platillo volador. De regreso a la base y cuando se encuentran preparando un nuevo lanzamiento, un OVNI ataca y destruye las instalaciones. Mientras Marvin y Carol se encuentran atrapados en el complejo subterráneo, el Gral Handley es abducido por los alienígenas, quienes extraen todos los conocimientos de su mente. Cuando Marvin logra ser rescatado, descubre que el sonido del plato volador de su grabadora contiene un mensaje en alta frecuencia, el cual le indica cómo contactar a los alienígenas. Y cuando por fin acude al encuentro, éstos le comunican que provienen de un planeta de recursos agotados y que desean establecerse en la Tierra. Los alienígenas le piden al científico que organice una reunión con los líderes del mundo, pero Marvin desconfía de sus intenciones. Mientras los platillos voladores realizan distintas demostraciones de fuerza alrededor del planeta, resulta claro que todo se trata de una maniobra previa a la invasión. Y Marvin dispone de un plazo de 90 días para concertar la cumbre, tiempo que utiliza en una carrera contra reloj para desarrollar un arma que pueda defender a la humanidad del inminente ataque de los platos voladores.

Arlequin: Critica: La Tierra Vs Los Platillos Voladores (Earth Vs. The Flying Saucers) (1956)

  La Tierra versus los Platillos Voladores es un verdadero clásico de la serie B de los años 50. En general toda la sci fi de la decada es una serie B, camuflada en algunos casos de acuerdo a la generosidad de los presupuestos. Hay pocos títulos que merecen ser considerados clase A, como El Día que Paralizaron la Tierra o Planeta Prohibido. Pero incluso títulos de renombre como la archiconocida La Guerra de los Mundos no deja de ser un producto clase B. Malas actuaciones, personajes estoicos, escasa profundidad en sus argumentos. El mérito del film de George Pal es fundar la ola de invasiones marcianas a todo color con memorables efectos especiales en 1953 adaptando la obra clásica de H.G.Wells y obteniendo eco popular. Si El Día que Paralizaron la Tierra (1951) hubiese sido en color, fuese menos intelectual, y hubiera tenido mayor masacre, le correspondería ese honor.

Lo cual me retrotrae al viejo problema de las evaluaciones de los filmes según su época. A mí me parece disparatado ciertas valoraciones excesivas a títulos cuyo mayor mérito es haber sido los primeros en su género. Eso podría llevarse al extremo de lo ridículo, poniendo el siguiente ejemplo: si yo hoy filmo algo original (pero no tan bien hecho), mi película será superior a la versión que dentro de unos años filme Peter Jackson, tan sólo por el simple hecho de su antigüedad. Yo creo que un filme que merezca ser considerado un gran clásico, debe ser original pero fundamentalmente debe estar bien construído en todos sus aspectos. En The War of The Worlds (1953) sólo las mantarrayas marcianas funcionan; la parte humana (y actoral) no. El filme de George Pal es un clásico, pero menor. Por comparación, Earth Vs. The Flying Saucers es un filme mucho más solido y superior.

Eso no significa que en la película los actores sean mejores que Gene Barry, o los FX superiores al filme de Pal. Pero, argumentalmente, es mucho más interesante. Lo definiría como La Guerra de los Mundos encuentra a Them! (1954). Hay contactos con extraterrestres; los mismos ya no son una masa anónima que destruye ciudades, sino que tiene un propósito: apoderarse del planeta utilizando tácticas militares. Es cierto que no todo es muy congruente que digamos – si los alienígenas poseen tanto poder, ¿por qué esperar 90 días para el ataque?; la reunión con los líderes mundiales… ¿es para liquidarlos en una sola jugada? -, pero dejando de lado esos huecos resulta un filme absorbente. Los extraterrestres aprovechan las interferencias en el clima que producen las explosiones solares; comunican su llegada por todo el mundo día y noche a través de todos los medios electrónicos, sembrando el pánico popular y paralizando los preparativos de los ejércitos. El desorden climático creado destruye las infraestructuras; es una tarea estratégica previa para inmovilizar al enemigo.

Y mientras los extraterrestres actúan inteligentemente – obteniendo datos militares del cerebro del Gral Handley, preparándose para una oleada masiva -, los humanos también se portan de modo lógico. Es cierto que Russell Marvin no es el prototipo de héroe épico de las space opera, pero por el contrario es un héroe intelectual. Allí es donde el filme sigue los derroteros de Them! en su análisis y explicación científica del accionar de los marcianos. Es un científico que estudia y derrota a los extraterrestres con la ciencia, y que se dedica a explicar didácticamente a la platea cómo va a hacerlo. Es mucho más decidido y lógico que el pásula del Dr. Forrester del film de Pal. Incluso su relación amorosa está, dentro de los usos rudimentarios del género, mejor desarrollada que la de Gene Barry y Ann Robinson.

Y desde luego, están los maravillosos efectos especiales de Ray Harryhausen. Si bien es un filme en blanco y negro, la cinta aprovecha esto como una ventaja, incorporando de modo casi transparente numeroso material de archivo como combates aéreos de la Segunda Guerra, fragmentos que provienen de la misma La Guerra de los Mundos y de El Dia que Paralizaron la Tierra, filmaciones de distintas partes del globo, etc. El resultado es que el filme es mucho más dinámico que TWOW, a pesar de su presupuesto limitado. Los platillos voladores de Harryhausen son clásicos, así como las escenas de destrucción masiva en Washington que son para el recuerdo.

Uno podría decir que Earth Vs. The Flying Saucers es la versión 2.0 de TWOW. Está mucho más pulida la idea de la invasión alienígena, y el desarrollo es bastante gradual como para generar cierto suspenso. Pero, por contra, lo que carece Earth Vs. The Flying Saucers es de emoción. Es una película muy inteligente (en sus propios términos) y con unos FX fantásticos, pero le falta la pizca de pimienta que TWOW posee. Quizás tenga que ver con que Russell Marvin, a pesar de su mayor desarrollo como personaje, no deja de ser una figura estoica, casi ajena a la masacre que se desarrolla a su alrededor. O quizás sea que lo más lógico (y desesperante) resulte, en el caso de una invasión alienígena, que la humanidad debería ser derrotada y que sólo un milagro nos pueda salvar como en TWOW. El clímax de Earth Vs. The Flying Saucers es fabuloso, pero le falta vida.

Este es un filme que ha sido enormemente influencial en el género; prácticamente toda la trama (y el diseño de las naves) han sido clonada en tono de comedia en Marte Ataca! (incluso la clásica escena de la destrucción del monumento a Washington está parodiada en el film de Tim Burton); la aparición del OVNI detrás del auto es similar al primer encuentro de Richard Dreyfuss en Encuentros Cercanos del Tercer Tipo; la devastación de los monumentos nacionales también sería copiada por Día de la Independencia; y en infinidad de filmes se han repetido los clips más populares de la cinta, como los platos voladores incrustándose en los edificios de la capital americana.

RAY HARRYHAUSEN

Debido a su trabajo pionero con los efectos especiales, a Ray Harryhausen se lo considera parte creativa necesaria de todos los filmes donde ha participado. Aquí hemos reseñado las siguientes obras: The Beast From 20.000 Fathoms (1953) – It Came from Beneath the Sea (1955) – La Tierra vs los Platillos Voladores (1956) – 20 Million Miles to Earth (1957) –  El Septimo Viaje de Sinbad (1958) – Mysterious Island (1961) – Jason y los Argonautas (1963) – Los Primeros Hombres en la Luna (1964) – El Valle de Gwangi (1969) –  El Viaje Fantastico de Sinbad (1974) – Sinbad y el Ojo del Tigre (1977) – Furia de Titanes (1981)