Crítica: El Diario de los Muertos (2007)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2007: Michelle Morgan (Debra Moynahan), Josh Close (Jason Creed), Scott Wentworth (profesor Andrew Maxwell), Shawn Roberts (Tony Rebello), Amy Lalonde (Tracy Thurman), Joe Dinicol (Eliot Stone), Chris Violette (Gordo Thorsen)

Director: George A. Romero, Guión: George A. Romero

Trama: Jason Creed y sus compañeros de la universidad del cine están intentando rodar una película como tesis de fin de curso; pero, a mitad de la filmación, comienzan a llegarles las noticias de que los muertos están reviviendo y atacando a los vivos, en lo que parece ser una creciente e imparable epidemia. Jason cree que es necesario rodar en vivo y directo los acontecimientos a medida que transcurren, llevándole la verdad a la gente al postear los videos en sitios de internet; pero, por otro lado, sus compañeros piensan que está demente y que es necesario atender a las urgencias de la supervivencia. Realizando un largo periplo hasta sus casas, Creed y sus amigos se toparán con violentos y amenazas de todo tipo y color, a la vez que descubrirán una complicada conspiración para ocultar la verdad, en donde el gobierno está sembrando versiones distorsionadas de lo que ocurre en los distintos medios de comunicación; y mientras los restos de la civilización se desmoronan – desapareciendo la luz, la televisión, el acceso a internet -, Creed seguirá en su mesiánica tarea de exponer la verdad que se vive en las calles, convencido de que es la última voz libre que queda aún viva en el planeta.

El Diario de los Muertos El Diario de los Muertos es la quinta entrega de la saga de zombies creada por George A. Romero a partir del clásico La Noche de los Muertos Vivientes de 1968. Romero nunca disfrutó de un gran éxito comercial (y cuando lo tuvo, estuvo viciado por desprolijidades legales que le impidieron acceder a sus merecidas ganancias), razón por la cual siempre operó como un cineasta independiente intentando rodar filmes de terror con mensaje. La gente terminaría por redescubrir a Romero a partir de remakes y homenajes a su propia obra, comenzando por El Amanecer de los Muertos, Shaun of the Dead y 28 Días Después. Estando los zombies nuevamente de moda, Romero logró acceder a mayores fuentes de financiación, lo que le permitió concretar obras mas espectaculares como La Tierra de los Muertosuna visión épica del apocalipsis zombie acaecido en el mundo -; pero quedó visto que la experiencia no fue buena, y el cineasta decidió volver a sus raíces independientes. El Diario de los Muertos no es una secuela de Land of the Dead, sino que opera en el mismo universo e incluso podría verse como una versión paralela a La Noche de los Muertos Vivossalvando el detalle de que hay 40 años de diferencia entre un filme y otro -. Es la narración alternativa del inicio de la epidemia y, por momentos, toca temas similares. La novedad es que Romero aprovecha la ocasión para utilizar el recurso de filmar en primera persona – tan en boga a partir de títulos como El Proyecto Blair Witch y Cloverfield -, insertando esa sensación de inmediatez en el universo zombie que él mismo creara hace cuatro décadas. Y si bien el filme es dispar, tanto los subtextos como las escenas tienen suficiente salero como para sobresalir por sí mismas, convirtiéndola en una experiencia inteligente y disfrutable.

Debo admitir que el enfoque en primera persona que aquí usa Romero no resulta tan eficiente como podría esperarse. Ya no discuto la lógica (o la falta de ella) de que un tipo filme todo el tiempo aún cuando están por comerlo vivo – al menos aquí la película intenta justificarlo, haciendo que el protagonista se vuelva un sicótico obsesivo y de que todos sean estudiantes de cine -, pero al menos esa sensación de inmediatez terminaba por dar buenos resultados a la hora de los shocks; aquí, en cambio, los sustos tienen mucho menor impacto y asumo que es porque Romero es demasiado prolijo para filmar – uno puede seguir la acción todo el tiempo y no es el encuadre histérico, vertiginoso y vomitivo de, por ejemplo, Cloverfield -. También es cierto que toda esta gente es demasiado racional y analítica, y hay momentos en que ellos mismos parecen avergonzarse de las excusas que dan por seguir manteniendo la cámara prendida todo el tiempo; la sensación de inmediatez, inmersión y shock se pierde bastante debido a que Romero sigue siendo un director a la antigua pero, por otra parte, le da mucho mas linealidad a la narración cinematográfica. El otro punto son los subtextos que aquí Romero desea desarrollar, que pasan por dos temas: la religión y los medios de comunicación. En numerosas ocasiones los personajes aluden a los santos y dejan entrever que, lo que pasa, es una suerte de castigo divino. Como dice Michelle Morgan en un momento, el concepto de la vida y la muerte ha cambiado para siempre. Ya no existe la muerte como tal, sino que es una etapa previa a la zombificación. Todos los que mueran, de ahora en más – y por cualquier causa de fallecimiento – deberán ser nuevamente asesinados para asegurarse que no se levanten más – ¿acaso ello no supone el quebrantamiento eterno del mandamiento divino de “no matarás”? -. Es un proceso constante, creciente y alienante, ya que en un determinado momento los muertos superan a los humanos en proporción de 100 a 1 y las balas – y los brazos sanos – no alcanzan para cometer semejante tarea de purificación.

Pero en donde El Diario de los Muertos desea hundir el cuchillo con profundidad, es en su visión de los medios de comunicación. Para Romero los medios falsifican la verdad y la única noticia auténtica es la que proveen los usuarios a través de Internet. El protagonista se transforma en un vocero amateur de los hechos, pero pronto se obsesiona con la tarea hasta tal punto de perder la noción de lógica y objetividad – prefiere documentar antes que actuar -. Ciertamente el punto es válido pero hay momentos en que los argumentos exhibidos por los protagonistas se vuelven demasiado reiterativos y poco realistas – ¿qué necesidad hay de entrevistar a las personas aún en estado de shock por haberse visto obligadas a matar a sus parientes zombificados hace un puñado de instantes? -. También es cierto que el filme, tal como el protagonista, se obsesionan demasiado con el tema – servidores y telecomunicaciones subsisten en la caída de la humanidad, no así servicios esenciales como la television, los medios de información, la luz, el agua, etc -, probando que un video subido a un portal tipo YouTube (y con una enorme cantidad de visitas en escaso tiempo) sirve tanto para difundir la verdad como para validarla. Es una teoría de doble filo, ya que en realidad Internet es un validador compulsivo de engaños y manipulaciones – ¿hay alguna autoridad confirmada que se haya encargado de chequear y refrendar información provista en sitios supuestamente serios como la Wikipedia? -, con lo cual la visión de Romero peca, por momentos, de ingenua.

Mientras que el viaje es interesante y hay algunas carnicerías bastante logradas – como cuando le dan un shock desfibrilador a un zombie en la cabeza, el cual termina por pulverizarle los ojos, o al final cuando parten en pedazos a escopetazo puro a un cadáver colgado de un puente -, por otra parte los shocks son bastante ñonos. No es problema del maquillaje ni de los efectos especiales, sino que las escenas están filmadas con cierta blandura. Parte del problema es que hay demasiada gente alrededor de la cámara – muchas veces, armada hasta los dientes – con lo cual los efectos de claustrofobia e indefensión quedan mitigados. Ni siquiera en la irrupción del zombie en el cuartel de los afroamericanos – en donde lo buscan desesperados dentro de la inmensidad del lugar – logra crispar mínimamente los nervios. Hay gore pero no shock, lo cual es inquietantemente light proviniendo de un maestro del terror como Romero.

El Diario de los Muertos no es el filme mas logrado de la saga, pero tiene su cuota de momentos interesantes. Hay discursos de todo tipo y color – a veces, demasiados -, y es algo liviana en sustos y paranoia. Aún con sus problemas sigue teniendo mucho mas substancia que el 90% de los filmes del género, y Romero sigue entregando filmes interesantes pero da la impresión de haber perdido un poco de filo con el horror, el cual se encuentra aquí poco y demasiado esparcido.

LA SAGA DE LOS MUERTOS VIVIENTES DE GEORGE A. ROMERO

La Noche de los Muertos Vivos (1968) – El Amanecer de los Muertos (1978) – El Dia de los Muertos (1985); El Amanecer de los Muertos (2004) es una remake del segundo filme de la saga, dirigida por Zack Snyder. El Dia de los Muertos (2008) es una remake del tercer filme, dirigido por Steve Miner. Tierra de los Muertos (2005) es el inicio de una nueva trilogía por parte de George A. Romero, seguida por El Diario de los Muertos (2007) y Survival of the Dead (2009). Birth of the Living Dead (2013) es un documental que trata sobre el rodaje del filme original. El Regreso de los Muertos Vivos (1985) es una comedia negra producida por John A. Russo (co-creador de la saga original con George A. Romero) y dirigida por Dan O’Bannon.

GEORGE A. ROMERO

La Noche de los Muertos Vivos (1968) – The Crazies (1973) – Martin, el Amante del Terror (1976) – El Amanecer de los Muertos (1978) – Creepshow (1982) – El Dia de los Muertos (1985)  – Tierra de los Muertos (2005)  – El Diario de los Muertos (2007) – Survival of the Dead (2009)