Crítica: Destino: La Luna (Destination: Moon) (1950)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 1950: John Archer (Jim Barnes), Warner Anderson (Dr Charles Cargraves), Dick Wesson (Joe Sweeney), Tom Powers (General Thayer)

Director: Irving Pichel, Guión: Robert A. Heinlein, James O’Hanlon & Rip Van Ronkel, basados en la novela Rocketship Galileo de Robert A. Heinlein, Musica – Leith Stevens

Trama: El general Thayer se encuentra obsesionado con las pruebas de cohetes – a las cuales el gobierno le ha restado fondos y las ha dilatado -, y acude a su amigo, el poderoso industrial aeronáutico Jim Barnes, para emprender el proyecto espacial como iniciativa privada. Al convencer a Barnes de que la Luna es un objetivo estratégico – donde el primero que la conquiste, puede establecer una base de misiles apuntando a la Tierra -, el empresario persuade a otros líderes de la industria para ayudarlo en el emprendimiento, apelando a su patriotismo. La nave es rápidamente construída, propulsada por un novedoso motor atómico. Pero la misión comienza a tener contratiempos, ya que el gobierno intenta detenerla por todos los medios legales. Barnes y su tripulación deberán despegar antes de tiempo para evitar su clausura por parte del gobierno; pero la apurada partida impedirá que se lleven a cabo todos los recaudos necesarios y pondrá en riesgo el éxito de la misión.

Destination Moon Destination Moon es un pequeño clásico, y uno que funda la edad de oro de la ciencia ficción norteamericana, la que daría lugar durante toda la década del 50. Es también la carta de presentación de George Pal ante el mundo – Destination Moon ganaría varios premios internacionales y el Oscar por los mejores efectos especiales -. Durante los siguientes años Pal daría a luz joyitas como Cuando los Mundos Chocan y La Guerra de los Mundos entre tantos otros títulos.

Destination Moon es también un film al que le suele ignorar injustificadamente. Total, en 1969 llegamos a la Luna, así que la trama de la película es historia vieja. Pero allí es donde precisamente el film funciona mejor: es una fantasía inteligentemente armada sobre las bases y premisas que se manejaban en los años 50. Las elaboradas teorías que construye Robert Heinlein – uno de los grandes maestros de la ciencia ficción – son coherentes y posibles. Cómo debe construirse el cohete, el uso de un motor atómico que utiliza la evaporación de agua para moverse en el espacio, el diseño de los trajes, toda la explicación científica del viaje. Incluso hay un cartoon del Pajaro Loco – dibujado por Walter Lantz, un gran amigo de Pal – que explica al detalle los pormenores de semejante travesía. De hecho el mismo cartoon, con información adicional, sería utilizado por la NASA para sus exposiciones al público. Eso demuestra la veracidad de las ideas de Heinlein.

Aquí no hay marcianos ni amenazas cósmicas. Es la aventura por la aventura, por el sabor de pisar tierras desconocidas y asumir nuevos retos. El mayor valor de Destination Moon es su enfoque científico, que es veraz y eminentemente didáctico. El otro caso, en un terreno muy dispar, que se me ocurre citar es Them! La Humanidad en Peligro; pocas veces se dan películas que tienen el mérito de educar a la audiencia en temas completamente desconocidos.

Y dejando de lado el aspecto intelectual, el film es muy bueno en el área dramática. En vez de limitarse a ser una exposición de escuela, Destination Moon se las arregla para construir situaciones de tensión. Los problemas del desarrollo, las trabas del gobierno, los inconvenientes de la misión al momento del alunizaje y del regreso. Ciertamente poner al gobierno estadounidense en el rol de villano es una picardía – están pintado como un grupo de necios que no quieren que inversores privados construyan reactores atómicos -, pero dentro del contexto del film funciona para crear un clima de tensión. Después están los pequeños climax, con los contratiempos habituales de este tipo de misiones – donde no todo está previsto o fue pensado a las apuradas -.

Es verdad que Destination Moon funciona como una cápsula del tiempo. El film refleja las ansiedades de la época de la guerra fría – los industriales ponen plata de su bolsillo, simplemente porque el gobierno es demasiado torpe y lento, y va a dejar que los soviéticos lleguen primero y puedan amenazar a Norteamérica desde el espacio -, y tiene los discursos patrióticos propios de Heinlein. Posiblemente el mayor defecto del film sea el trazado de los personajes – demasiado estoicos -, y la inclusión de un comic relief. Pero aún el papel de Joe Sweeney – interpretado por Dick Wesson, quien tendría una larga y exitosa carrera como libretista de series comicas de TV como Los Beverly Ricos – es moderadamente molesto, tiene su oportunidad para lucirse como héroe, y termina por hacer las observaciones que la platea naturalmente haría a los protagonistas.

Destination Moon es una muy interesante pieza de colección, pero sólo para elegidos. Para la mayor parte del público puede sonar aburrida y anticuada, pero para los fans de la ciencia ficción es una historia sólida y con ribetes brillantes. Es la mente prolífica de Heinlein inventando una fascinante teoría con ribetes de realidad científica.

Nota aparte: la música del film tiene fragmentos temáticos que suenan sospechosamente parecidos al tema principal de The Great Race de Henry Mancini. ¿O soy yo que me equivoco?

GEORGE PAL

Algunas de las producciones de George Pal comentadas en este portal: Destino: La Luna (1950) – Cuando los Mundos Chocan (1951) – La Guerra de los Mundos (1953) – Marabunta (1954) – La Conquista del Espacio (1955) – La Máquina del Tiempo (1960) – Atlantida, el Continente Perdido (1961) – El Poder (1968) – Doc Savage, el Hombre de Bronce (1975)