Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco
USA, 1990: Danny Glover (teniente Mike Harrigan), Gary Busey (Peter Keyes), Rubén Blades (Danny Archuleta), Maria Conchita Alonso (Leona Cantrell), Bill Paxton (Jerry Lambert), Kevin Peter Hall (depredador)
Director: Stephen Hopkins, Guión: Jim Thomas & John Thomas
Trama: Los Angeles, en un futuro cercano. La policía metropolitana libra feroces batallas callejeras contra los carteles colombianos y jamaiquinos, y la ciudad se ha transformado en una zona de guerra. El teniente Mike Harrigan participa en una de esas refriegas, la cual es cortada de cuajo de un minuto a otro. Sorprendidos por el silencio Harrigan y sus hombres ingresan al edificio en donde se encontraban parapetados los pandilleros jamaiquinos, sólo para descubrir que alguien – o algo – los ha desollado como animales en menos de cinco minutos. Muy pronto comienzan a aparecer víctimas con las mismas características en todos los sectores de la ciudad. Y cuando Harrigan se encuentra a punto de descubrir algo, es interceptado por una fuerza federal comandada por el agente Peter Keyes, quien lo aparta del caso. Pero Keyes no parece ser un simple agente del FBI sino que pertenece a una organización secreta, la cual está monitoreando a la ciudad en busca de algo… un ente que quizás no sea de este mundo y que ha elegido a la ciudad de Los Angeles como su coto de caza personal.
Yo fui uno de los pocos que fue a ver Depredador 2 a finales de los 90. Me acuerdo de algunos detalles del estreno: que tenía un poster patético; que apenas le habían hecho publicidad; que sólo la habían estrenado en un par de cines; y que la critica la lapidó, comenzando por el cantito repetido de que “en esta, no está Schwarzenegger”. El público le dió vuelta el rostro y la película terminó perdiéndose en los anaqueles de los videoclubes unos meses más tarde.
Ciertamente fue un trato injusto. La primera Depredador tampoco era un dechado de originalidad – era Rambo + Alien, sólo que ahora la criatura era algo más inteligente y atacaba con armas -, ni sus diálogos eran brillantes, aunque no dejo de reconocer que era muy divertida. Pero pareciera que la gente adora la continuidad y, si no es el mismo escenario y no está el mismo actor, no se trata de la misma pelicula (uno se asombra de cómo han cambiado los gustos del público; consideren que en la saga de El Planeta de los Simios, todos los filmes eran distintos, tenían un cast 99% nuevo e incluso transcurrían en épocas y mundos diferentes, y aún así fue un éxito de público). Uno puede subrayar que Danny Glover es un flaco reemplazo del musculoso austríaco, pero acá la historia transcurre por otros carriles. En todo caso, lo de Glover es un intento de poner a un individuo común en el medio de una aventura extraordinaria como ésta – en vez de un super comando, es un policía de calle el que se enfrenta al alien en esta ocasión -.
En sí Depredador 2 no es mas que un compendio de clisés y estereotipos, dirigidos con bastante energía como para no notar el sabor del reciclado. Todos los pandilleros son extranjeros y, como para compensar el sabor racista del libreto, tenemos a un héroe negro escoltado por dos latinos. Como una de las pandillas es jamaiquina, hay una subtrama que involucra vudú y una explicación sobrenatural sobre la naturaleza del cazador extraterrestre, pero el guión jamás se encarga de explorarlo como corresponde. Y cuando la masacre de pandilleros acaba, aparece una banda de extraños agentes federales. No son los hombres de negro, pero pegan en el palo.
La mayoría del cast parece salido de Arma Mortal (1987) – desde Glover hasta Gary Busey y Steve Kahan, el que tiene un papelito acá -, amén de gente proveniente de otras producciones de acción de la época, como Robert Davi de Duro de Matar; Bill Paxton de Aliens; y hasta Maria Conchita Alonso de The Running Man. Todos ellos sobreactúan en distinto grado, pero no desentonan con el tono exagerado de la historia. Y por supuesto están los latinos que dicen idioteces en castellano, del estilo “el diablo salió de la nada y se los llevó con ellos”. Yo soy latino y no soy un ignorante; y sé cuando lo que estoy viendo es un extraterrestre y no un demonio (!!!),
Y aún con todos sus problemas, Depredador 2 es divertida en un sentido estrictamente pochoclero. La acción está bien coreografiada, el ritmo no decae, hay algún que otro detalle sorprendente. No sé si es tan buena como la primera; es diferente y tiene su propia gracia. Hubiera sido interesante que la saga hubiera continuado, cambiando héroes y escenarios, pero la tibia recepción del film dejaría al personaje en el freezer hasta su resucitación en el 2004 (con Alien vs Depredador) y su segunda secuela (la excelente Depredadores) en el 2010. Y ahora sólo nos queda esperar que los filmes continúen, ya que la versión 2010 dejó mucha tela para cortar. Mientras tanto podemos ir alquilando esta películita de hace 20 años, la cual se deja ver sin matar ninguna neurona en el proceso.