Crítica: Cuentos de la Cripta Presenta: El Caballero del Diablo (1995)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 1995: William Sadler (Frank Brayker), Billy Zane (el Recolector), Jada Pinkett (Jeryline), Thomas Haden Church (Roach), Dick Miller (tío Willy), C.C.H. Pounder (Irene), Brenda Bakke (Cordelia)

Director: Ernest Dickerson, Guión: Mark Bishop, Ethan Reiff & Cyrus Voris, inspirado por las publicaciones de la revista Tales From the Crypt. propiedad de E.C. Comics

Trama: Frank Brayker es perseguido día y noche por una fuerza oscura e imparable. Ahora ha llegado al pueblo de Wormwood, y ha decidido pasar la noche en un hotel edificado sobre los restos de lo que fuera una antigua iglesia. Pero su perseguidor ha logrado dar con su paradero y – haciéndose pasar por un cazador de recompensas – intenta atraparlo junto con la policía local. Todo el operativo concluye en una sangrienta pelea en donde el acosador se identifica como el Recolector, un ser diabólico que ha intentando echarle el guante a Brayker durante años, y que desea quitarle un amuleto que posee la sangre de Jesucristo – la única fuente de energía capaz de destruir al mismísimo diablo -. Pero Brayker logra expulsar al Recolector y establece un perímetro infranqueable con gotas de la sangre proveniente del amuleto. El problema es que Brayker no está solo sino que ha quedado atrapado con otras personas, las cuales pronto entran en pánico e intentan negociar su salida del asediado hotel con el Recolector… llegando incluso a traicionar a Brayker. Todo esto devendrá en una noche infestada de muerte, en donde las horas que los deparan hasta el amanecer parecieran haberse convertido en una lenta agonía.

Cuentos de la Cripta Presenta El Caballero del Diablo Ya hemos hablado en otras ocasiones de Cuentos de la Cripta. Fue una revista de terror muy popular en los años 50, cuyo éxito se basaba en el humor negro y en las ilustraciones extremadamente gore de los relatos que presentaba. Por supuesto los años 50 no estaban preparados para ello, y pronto surgió un movimiento rebosante de moralina que impulsó al Congreso norteamericano a censurar ésta y otras publicaciones similares, diciendo que las ilustraciones corrompían a la juventud y la impulsaban a la violencia. Así fue como la revista bajó la persiana, aunque quedó grabada en la retina de millones de fans que décadas más tarde se dedicarían a homenajearla de una manera u otra. Por otra parte el editor William C. Gaines obtendría su revancha en 1954 al fundar la revista Mad, la que heredaba (aunque de manera sanitizada) el humor anárquico que reinaba en las páginas de Tales From the Crypt.

Con millones de fans en todo el mundo, Tales From the Crypt pronto encontraría la manera de volver a la vida, primero con un par de adaptaciones cinematográficas de la AmicusCuentos de la Cripta (1972) y The Vault of Horror (1973) -, y después con la exitosa serie de TV de la HBO Cuentos de la Cripta (1989 – 1996), de la cual El Caballero del Diablo es el primer spinoff para la pantalla grande. Ciertamente la idea de traspasar la exitosa serie de TV al cine sonaba prometedora (en especial, considerando la abundancia de material de base que dispone la historieta), pero los resultados obtenidos en la práctica terminaron siendo apenas tibios. El Caballero del Diablo recaudó el doble de su presupuesto, pero la secuela Burdel Sangriento (1996) no le gustó a nadie, y el último capítulo de la pretendida trilogía – llamado Ritual, y que era una suerte de remake de Yo Caminé con un Zombie de 1943 – se fue directo a video en el 2001, pasando completamente desapercibida.

En sí Cuentos de la Cripta Presenta El Caballero del Diablo no deja de ser un filme medio berreta de serie B, pero quizás sea su propia decadencia la que le da su encanto. El núcleo de la historia es una situación de asedio, con un grupo de gente atrincherada en una antigua iglesia mientras el demonio y sus secuaces los acosan en las afueras. El Nefasto quiere quedarse con un talismán que posee la sangre de Cristo y el tipo que la tiene viene esquivándolo desde hace años, sólo que ahora llegó a un callejón sin salida. Es el tipo de situaciones que a mí más me gustan, y que aparecen en varios de mis filmes favoritos, que van desde Duro de Matar hasta Festín Diabólico. Por supuesto el Maligno no se queda quieto y empieza a tentar a la mayoría de los que quedan recluídos con el protagonista, lo que deviene en varias traiciones y transformaciones de último momento.

Cuentos de la Cripta Presenta El Caballero del Diablo tiene un buen ritmo, y eso es lo que la hace muy llevadera. Por contra, las muertes y las mutaciones son tan exageradas que terminan resultando cómicas, cuando no ridículas. Pero detrás de este pastiche hay una buena historia, la cual está empañada por una puesta en escena que es demasiado pochoclera. En manos de otro director esto podría haberse transformado en algo épico – un héroe inmortal y trágico que debe esquivar al Diablo durante décadas mientras intenta ubicar a su sucesor y traspasarle su pesada carga -, pero acá está jugado solo para el efectismo. No sólo los FX son exagerados, sino también la performance de Billy Zane, que es demasiado johnnydeepesca (aunque con menos carisma que el original). Por contra, William Sadler es un protagonista efectivo, en uno de los escasos roles de héroe que le han tocado en su carrera.

Para pasar un rato entretenido, mírese Cuentos de la Cripta Presenta El Caballero del Diablo. No es guauuu, pero está más que ok para matar el tiempo. Por supuesto está el guardián de la cripta como presentador (y rebosante de chistes malos), pero eso ya es un gusto adquirido. Es una macana que la saga no hubiera seguido con más entregas con el mismo perfil que ésta, ya que son filmes sólidos para matar el tiempo, aunque carentes de cualquier otro tipo de aspiración que no sea esa.