Crítica: D.E.B.S. (2004)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

calificación 3/5: buena USA, 2004: Intérpretes: Sara Foster (Amy Bradshaw), Jordana Brewster (Lucy Diamond), Meagan Good (Max Brewer), Jill Ritchie (Janet), Devon Aoki (Dominique), Jimmi Simpson (Scud), Holland Taylor (Mrs Peatree), Michael Clarke Duncan (Mr Phipps)

Director: Angela Robinson – Guión: Angela Robinson

Trama: Amy Bradshaw es una de las tantas adolescentes que componen la fuerza DEBS, una organización secreta anti terrorista. Disfrazada de estudiante, se dedica a pelear a villanos que desean dominar el mundo, como es el caso de Lucy Diamond. Ahora el monitoreo de las actividades de la Diamond ha llevado a Bradshaw y sus amigas a montar un puesto de vigilancia en un restaurant, en donde la genio criminal se va a reunir con una asesina profesional para contratar sus servicios. Pero en realidad la Diamond es una triste solitaria que gusta de las chicas y que hace rato que carece de pareja estable. Y, cuando en medio del caos producido por un tiroteo Diamond se topa con Amy, se enamora de la chica a primera vista. El problema ahora es cómo Lucy podrá conquistar a la adolescente cuando ambas están en lados opuestos de la ley, y cuando sobre Lucy penden numerosas ordenes de captura a nivel internacional.

D.E.B.S. (2004)En el 2003 Angela Robinson se despachó con un corto llamado D.E.B.S., y el mismo le cayó en gracia a un par de productores de Hollywood que decidieron ponerle plata para llevar la historia al formato de largometraje. Así es como nació D.E.B.S. (2004), la que parece ser una parodia de Los Angeles de Charlie (2000) con subrayados tonos lésbicos. Mientras que a la comunidad gay la película le gustó, en el resto de los cines el filme pasó sin pena ni gloria, y fue a parar al reino del video en donde obras como éstas suelen encontrar una segunda oportunidad, transformándose en objetos de culto.

D.E.B.S. es una comedia muy femenina, muy ingenua y muy tonta. Las agentes secretas usan gadgets con formas simpáticas o de color rosa. Todos hablan rápido y hacen chistes tontos. La mala es una villana de comic… pero de comic a lo Disney. Por ejemplo, roba bolsas de dinero con el signo $ estampado bien grande. Todo esto termina por darle un aire al filme como si fuera una especie de capítulo extendido de Sabrina, la Bruja Adolescente, con algún que otro chiste sexual demasiado blanco. Y por supuesto el toque de color lo da el romance lésbico entre la villana y la espia adolescente, que pareciera tomar la relación de Demi Moore y Cameron Díaz de Los Angeles de Charlie: Al Limite (2003), y llevarla al nivel siguiente.

La comedia no es buena. Angela Robinson exagera demasiado en el tono que pretende darle, metiendo cortes rápidos a todas las escenas y haciendo que las chicas hagan carotas, lo que le da a todo esto un tufillo a sitcom que apesta. Por contra, donde la película funciona muy bien es con el romance no convencional. Jordana Brewster es una constante ladrona de escenas y es la simpatía en persona; es imposible no querer a esta villana con el corazón partido. Por su parte Sara Foster la secunda bastante bien como la chica con valores morales que no puede dejar de caer frente al poder seductor de la veterana malvada. Al final todo esto se blanquea de tal modo, que ni que le hubieran echado dos toneladas de lavandina al libreto. La mala se redime, la buena deserta, y ambas se van de la mano en un final ultra simpático y políticamente incorrecto.

El problema con D.E.B.S. es que Angela Robinson no es la directora que el proyecto necesitaba. Ella puede aportar la femineidad al libreto pero la comedia es torpe y le falta filo. Esta gente vive gritando y corriendo, plagada de planos rápidos, y eso arruina el clima. Uno precisaba encariñarse con estos personajes, no verlos en situación de comedia televisiva barata diciendo remates sin gracia a cada rato. Pero como toda la película es tonta pero no dañina, uno termina por perdonarle la vida por su inocuidad. Si la pasan gratis en el cable, bien gracias, pero sino, no vale la pena gastar un peso en alquilarla.

3 CONNERYS: Una comedia ingenua, en donde el romance lésbico de las protagonistas es el único toque zarpado de la trama. La macana es que la gracia es demasiado light y la directora Angela Robinson satura todo como si fuera una sitcom barata. Aún así, tiene su ligero encanto.