Crítica: La Grieta en el Mundo (Crack in the World) (1965)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 1965: Dana Andrews (Dr. Stephen Sorenson), Janette Scott (Dr. Maggie Sorenson), Kieron Moore (Dr. Ted Rampion), Alexander Knox (Sir Charles Eggerston), Peter Damon (John Masefield)

Director: Andrew Marton, Guión: Jon Manchip White & Julian Zimet

Trama: El Dr. Sorenson ha desarrollado un proyecto excepcional: la posibilidad de explotar el magma que fluye bajo la corteza terrestre para aprovechar tanto su energía como la riqueza de sus minerales. Para ello ha montado un emprendimiento internacional con sede en Africa, en donde planea lanzar un misil atómico a través de una profunda excavación y de ese modo poder perforar la corteza para generar un volcán artificial. Pero el proyecto se sale de control, ya que la bomba explota en medio de una gigantesca bolsa de hidrógeno y amplifica en miles de veces su potencia destructiva. De ese modo la detonación ha generado una larga serie de terremotos, los que ocurren en sucesión y a poca distancia uno del otro. Ted Rampion, ayudante de Sorenson, ha elaborado la teoría de que el misil atómico ha provocado una gigantesca grieta en el mundo, corriendo el riesgo de partir en dos al planeta – especialmente cuando la grieta se abra y devore miles de toneladas de agua del océano, las que producirían el equivalente de una gigantesca explosión nuclear al entrar en contacto con el magma ardiente – . Ahora científicos de todo el mundo buscan desesperadamente una manera de detener el fenómeno, antes que la desgracia se cierna sobre el destino de humanidad.

La Grieta en el Mundo La Grieta en el Mundo es una película competente basada en una premisa idiota. Es el típico filme que uno veía cuando era chico en Sabados de Superacción por Canal 11, cargado de efectos especiales y situaciones apocalípticas. Como típica película de matineé, es sólida y entrega lo que promete. Pero si uno la revisa bajo el microscopio, la mayoría de las situaciones están muy mal armadas. La buena dirección y las buenas actuaciones hacen potable a un libreto mediocre, que tiene cuotas iguales de buenas y malas ideas.

Esta es una película de cine catástrofe parida antes que Irwin Allen se apoderara del género … y ciertamente ese es un punto a su favor. Aquí no hay esos casting multitudinarios de estrellas jubiladas hablando estupideces; de hecho, Crack in the World se emparenta más con el clásico de George Pal Cuando los Mundos Chocan: intriga amorosa entre científicos, gigantescos emprendimientos internacionales, mucho stock footage, escenarios apocalípticos. Al reducir la historia al trío principal, la película gana enfoque. Ciertamente la trama romántica es propia de un culebrón – veterano científico que se está muriendo de cáncer, casado con una apetitosa científica que (oh, casualidad) tiene a su ex novio trabajando para su marido -, y verlo a Dana Andrews con el pelo platinado, guantes y lentes oscuros no contribuye mucho a la credibilidad. Pero al menos esta gente le pone ganas a sus papeles, y eso es algo admirable.

Pero la peor falla de Crack in the World es precisamente su premisa científica, que es sideralmente estúpida aún para el espectador promedio. Si el magma es tan valioso, ¿por qué no ir a explotarlo directamente a un volcán? ¿esta gente construyó un gigantesco tunel para lanzar el misil? ¿para qué le pusieron motores al misil, si dejándolo caer por efecto de la gravedad haría exactamente lo mismo? (al menos, si le hubieran puesto una base detrás, el motor haría fuerza y tomaría impulso). Luego está el hecho de que estos científicos son muy perezosos en su trabajo, ya que nadie chequeó si había una gigantesca bolsa de hidrógeno bajo sus pies. A esto se suma que la grieta empieza a hacer un zig zag geométricamente dibujado sobre el mapa… y termina por coincidir en donde Dana Andrews disparó el cohete. Eso sin hablar del final – que es absolutamente espectacular, hay que admitirlo -, que bordea lo absurdo. Por un lado, la explosión lanzaría a las dos mitades al espacio (no es que quedaría una fija en donde estaba la Tierra antes) y por otro lado, semejante fuerza desatada daría como resultado mínimo un invierno nuclear debido a la cantidad de material lanzado al resto de la atmósfera. Pero si uno supera el disparate científico, hay que admitir que la visión del fotograma final (con una parte del planeta lanzada al espacio como una gigantesca tea ardiente) es sensacional.

Oh sí, Crack in the World es una bolsa de gatos. A mi juicio es una película muy buena si uno tolera los defectos. El espectáculo que brinda amerita ser piadoso. Los FX son muy buenos – cortesía del artesano Eugene Lourie, el mismo de Gorgo -, y la gente le pone ganas, a pesar de que la investigación científica de base parece haber salido de una noche de borrachera mientras leían El Libro Gordo de Petete.