Crítica: Las Cintas de Norliss (The Norliss Tapes) (1973)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 1973: Roy Thinnes (David Norliss), Don Porter (Sanford T. Evans), Angie Dickinson (Ellen Sterns Cort), Claude Akins (sheriff Tom Hartley), Michele Carey (Marsha Sterns), Vonetta McGee (madame Jeckiel)

Director: Dan Curtis, Guión: William F. Nolan, sobre una historia de Fred Mustard Stewart

Trama: El escritor e investigador de lo paranormal David Norliss ha desparecido de su casa y los últimos mensajes que le ha dejado a su editor Sanford Evans han sido preocupantes, informándole que se encontraba en riesgo de muerte. Evans acude a la casa de Norliss, pero sólo encuentra una larga colección de cassettes numerados, y se dispone a escuchar el primero de ellos. En él, Norliss narra un caso en el que se ha visto envuelto: la millonaria viuda Ellen Cort le ha pedido ayuda, ya que ha visto rondando por su mansión a su fallecido marido. Ellen y Norliss acuden a la policía, pero las autoridades descreen de su denuncia. Mientras tanto numerosos asesinatos se suceden en los alrededores de la mansión Cort, y sus víctimas han sido drenadas completamente de sangre. Norliss comienza a creer que James Cort – quien era víctima de una enfermedad terminal – ha terminado por hacer algún tipo de pacto sobrenatural y ha regresado a la vida. Y con el descubrimiento de una estatua del oscuro dios egipcio Sargoth – hecha con arcilla y sangre aún fresca – en el estudio de escultura de James Cort , las sospechas de Norliss parecen confirmarse.

Las Cintas de Norliss (1973) En los años 70, Dan Curtis era el dios del terror televisivo. Trilogía del Terror, Sombras Tenebrosas, Kolchak, el Cazador Nocturno … Aún con todas las restricciones que le imponía la televisión, las películas de Curtis producían sustos memorables (y aún lo siguen haciendo).

Uno de esos puntales fue precisamente el primero de los pilotos de Kolchak, Kolchak: The Night Stalker, que en 1972 generó records de audiencia para la cadena ABC (fue el telefilm más visto del año). En 1973, mientras preparaba el segundo filme (que sería Kolchak: The Night Strangler), la cadena rival NBC le pidió que desarrollara un piloto en la misma vena para una posible serie de terror. El resultado final fue Las Cintas de Norliss que, si bien tuvo un buen rating, no llegaba a los demoledores niveles de las películas protagonizadas por Darren McGavin.

Pero Las Cintas de Norliss tiene varios problemas menores que le quitan lustre. Aquí hay un buen elenco que es muestra de la flor y nata del estrellato televisivo de la época: Roy Thinnes (Los Invasores), Angie Dickinson (futura Mujer Policía) y Claude Akins (futuro Sheriff Lobo). Está la soberbia música de Robert Colbert y un buen guión de William F. Nolan, dos habitués del staff fijo de las películas y series de Curtis. Mientras que el clima y las performances del filme son muy buenos, Las Cintas de Norliss no dejan de parecer una versión de segunda mano de Kolchak: The Night Stalker. En vez de un periodista hay un escritor (vaya diferencia) que es investigador de lo paranormal. Hay otra narración en off de los detalles del caso. Incluso la teatralización de los asesinatos – tipo “fulana de tal… bonita e independiente; ese día estaba cansada y quería regresar temprano a su casa… pero no sabía que nunca llegaría a ella” – es muy a lo Kolchak.

Eso no supondría un problema si no fuera que los detalles son menos interesantes que las aventuras sobrenaturales de Darren McGavin. Tanto Kolchak como Norliss son, en el fondo, una especie de policial negro con toques paranormales. – uno es el equivalente del periodista amarillo mientras que el otro sería un detective privado – . Pero la narración de Roy Thinnes tiene mucha menos chispa que la de McGavin, además de que es un personaje sin sentido del humor. McGavin payaseaba, husmeaba, chocaba con su editor … Thinnes se la pasa viajando en su lujoso Corvette de un lado para otro y ni siquiera es un investigador muy competente. En la primera escena con Angie Dickinson, la actriz le da todas las pistas que debe investigar. Incluso para el clímax llega tarde. Como héroe no es precisamente un modelo de eficiencia y admiración.

El otro punto que desluce es que la historia de fondo intenta crear una mitología propia algo rebuscada. Kolchak, al menos, había comenzado con un vampiro y todos conocemos las reglas del vampirismo. Pero aquí hay un escultor gravemente enfermo que, antes de fallecer, cerró un pacto diabólico con un dios egipcio. Parte de su poder viene de un ancestral anillo sagrado y la otra parte de la escultura del dios hecha con arcilla y sangre, a la que debe terminar para dejar de ser un zombie y recuperar su figura humana. Pero se tratan de monstruos con reglas de juego poco claras. Si bien los ataques del zombie / vampiro son muy buenos (especialmente la secuencia en que acosa a la hermana de Angie Dickinson en el motel), el resto de la historia no es muy convincente. La millonaria viuda tiene enterrado a su marido en la cripta familiar que tiene en el predio de su casa; el ataud está sobre una mesa (qué conveniente); la casa tiene pasadizos, ya que había sido propiedad de contrabandistas durante la ley seca – y por ello el zombie sale de la cripta sin que nadie lo vea -; y mientras tanto Norliss corretea de aquí para allá, obsesionado con que una víctima hallada en un lugar cercano tiene que ver con el zombie que atacó a Angie Dickinson, pero sin ninguna prueba de ello (o sea, es un simple artilugio del guión, como si todo el mundo se redujera a las 10 personas que vemos en pantalla). Por su parte, Claude Akins provee la cuota de conspiración policial de silencio que era propia de los telefilmes de Kolchak y que aquí Dan Curtis recicla.

Las Cintas de Norliss es una buena película, y tiene sus momentos. Pero uno extraña a ese adorable ridículo de traje blanco y sombrero de paja investigando y molestando a todo el mundo. En su lugar tenemos a David Vincent, que es mucho más aburrido y carece de carisma, explorando una historia de terror algo rebuscada.

LOS FILMES DE DAN CURTIS

Sombras en la Oscuridad (1970) – Kolchak: El Cazador Nocturno (1972) – Las Cintas de Norliss (1973) – Kolchak: El Estrangulador Nocturno (1973) – Trilogía del Terror (1975) – Pesadilla Diabólica (1976) – Trilogia del Terror II (1996)