Crítica: El Cerebro de un Billón de Dólares (Con el Mundo a sus Pies) (1967)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

calificación 4/5: muy buena GB, 1967: Michael Caine (Harry Palmer), Karl Malden (Leo Newbigen), Ed Begley (General Midwinter), Oskar Homolka (Coronel Stok), Françoise Dorléac (Anya)

Director: Ken Russell – Guión: John McGrath, basado en la novela homónima de Len Deighton- Musica: Richard Rodney Bennett

Trama: Harry Palmer se ha retirado del servicio secreto británico y ahora trabaja como detective privado. Pero recibe el encargo de transportar un misterioso paquete a Finlandia. Allí se encuentra sorpresivamente con un amigo del servicio, Leo Newbigen, el que recibe el despacho y le ofrece un nuevo empleo: trabajar para una misteriosa organización conocida como Cruzada para la Libertad. Al mismo tiempo, los ingleses le contactan a Palmer y le alertan sobre la Cruzada, informándole que se trata de un grupo paramilitar comandando por el millonario petrolero Midwinter, y que la misma ha robado un peligroso virus – el que Palmer llevó sin saber en el paquete -. Harry Palmer se verá involucrado en un peligroso fuego cruzado entre el espionaje británico y ruso mientras observan como Midwinter comienza a preparar una revolución en Letonia; una movida que puede poner en peligro el delicado equilibrio de la Guerra Fría.

Con el Mundo a sus PiesEsta es la tercer entrega de la saga basada en el personaje de Harry Palmer, un espía y anti héroe creado por Len Deighton como personaje completamente opuesto a James Bond, que en los sesenta era la figura del momento. Es también el último film de Harry Palmer que valdría la pena – Michael Caine volvería al personaje en dos opacos regresos en los 90, con sendos telefilmes tales como Bullet to Beijing y · Midnight in Saint Petersburg -.

La saga de Harry Palmer había sido producida por Harry Saltzman, el socio de Eon y coproductor de las aventuras de 007. Ciertamente las intenciones de Saltzman eran las de producir filmes de calidad, y en este caso, thrillers de espionaje que fueran mucho más realistas que las correrías habituales de James Bond. Sin embargo la trama de fondo de El Cerebro de un Billon de Dolares (o Con el Mundo a sus Pies, como también se la suele llamar) es una típica aventura épica Bondesca, con villano megalómano y exóticos decorados futuristas. Aquí hay un millonario petrolero de extrema derecha que está decidido a fomentar revoluciones tras la cortina de hierro, patrocinando revueltas civiles y despachando tropas y armamento. La base de su impecable estrategia reside en un super computador (el mencionado “cerebro del billón de dólares”) que arma tanto desde los planes de ataque hasta realizar el procesamiento de innumerables fuentes de inteligencia alrededor del mundo. El chiste de todo esto es que la computadora procesa datos generados por humanos… y hay un traidor excesivamente ambicioso, que se ha ido robando los sobornos para los agentes revolucionarios y ha tapado sus huellas proveyendo datos falsos. Toda la guerra miniatura del general Midwinter es simplemente un castillo montado en el aire.

El filme tiene algunos problemas que tiene que ver con el tono y con ciertos huecos de lógica. Comenzando con Harry Palmer, que en sus anteriores aventuras – The Ipcress File y Funeral en Berlín – solía merodear entre corredores oscuros envuelto en gabardinas y que ahora se ve obligado a asumir un papel completamente diferente y heroico a plena luz del día. De la intriga entre bambalinas basada en la inteligencia, el agente pasa a ser un seudo clon de 007, salvando al mundo para antes del desayuno – desde la secuencia de créditos, creada por Maurice Binder (el mismo del gunbarrel de 007) que hay un tufillo Bondiano en todo el asunto -. No es el ambiente habitual para Palmer ni para Michael Caine, que de hecho ya era reticente a revivir al personaje en otro filme (si bien tenía un contrato por cinco películas). Pero aún con este espía anti heroico, el guión y Caine logran sobrevivir gracias a su carisma e ingenio.

Los otros agujeros de humor y argumento tienen que ver con el libreto y con la dirección de Ken Russell (otro que fue forzado a cumplir el contrato con el estudio). La primera mitad del film parece correr en tono de comedia liviana, lo que le quita seriedad a la historia. Si bien la reaparición de Oskar Homolka como el coronel Stok resulta un placer, no es sino hasta que Ed Begley ingresa al film – devorando escenas – cuando realmente se percibe la sensación de la gravedad de todo el tema. En el medio hay traiciones, mentiras, enemigos que se alían y se vuelven a pelear, y a más de uno le queda la sensación que algo se perdió por el camino. Es cierto que cuando uno revisa posteriormente la historia termina por tener sentido, pero durante la proyección da la impresión de que todo el entretejido de intrigas tiene alguna vuelta de rosca de más.

Es una película agradable y entretenida, más aún si uno no se fija tanto en el detalle de sus fallas. Pero se tira a jugar en el patio grande – el de la aventura épica -, y Harry Palmer era mejor jugador en las sombras. En todo caso, es una lástima que la serie no haya continuado ya que esos errores se podrían haber corregido en una nueva entrega.

4 CONNERYS: Harry Palmer juega a salvar el mundo. Pero agujeros del guión, errores de tono y una despareja dirección de Ken Russell terminan por atentar contra el film. En su totalidad es una muy buena película en sus propios términos, pero el destino del personaje principal siempre fue ser un espía silencioso y no un clon de 007.

LA SAGA DE HARRY PALMER

La saga de Harry Palmer se compone de: The Ipcress File (1965), Funeral en Berlín (1966) y Con el Mundo a sus Pies (1967). En los noventa se produjeron dos telefilmes no basados en novelas de Len Deighton: Bullet to Beijing (1995) y Medianoche en San Petersburgo (1996). En el 2022 la ITV y los hijos de Harry Saltzman (productor original de la saga) montarían una miniserie / remake con Harry Palmer: El Archivo Ipcress (2022).