Crítica: Identidad Desconocida (The Bourne Identity) (2002)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

calificacion 5 Connerys sobre 5: excelente Recomendación del EditorUSA / Alemania, 2002: Matt Damon (Jason Bourne), Franka Potente (Marie Helena Kreutz), Chris Cooper (Alexander Conklin), Clive Owen (El Profesor), Brian Cox (Ward Abbott), Adewale Akinnuoye-Agbaje (Nykwana Wombosi), Gabriel Mann (Danny Zorn), Julia Stiles (Nicky)

Director: Doug LimanGuionista: Tony Gilroy sobre la novela The Bourne Identity de Robert Ludlum – Musica: John Powell – 118 min

Trama: El cuerpo agonizante de un hombre joven es encontrado flotando en el Mediterráneo por unos pescadores. El mismo presenta dos impactos de bala en la espalda, así como un dispositivo insertado en la cadera con los datos de una cuenta bancaria secreta en Suiza. El traumatismo del accidente le produce una severa amnesia al joven quien, ayudado por los pescadores, se dirige a averiguar el contenido de la caja de valores. En la misma se entera que su nombre es Jason Bourne (entre otros tantos alias), además de hallar una pistola, enormes sumas de dinero de diferentes países y numerosos pasaportes. Pero Bourne es apresado en la embajada americana, de la cual logra escapar. Rastreado por la CIA, decide escapar hasta que logre recomponer el rompecabezas de los escasos datos que posee. Y con el paso del tiempo terminará por descubrir que era un agente secreto altamente entrenado destinado para misiones de asesinato de potenciales enemigos. Precisamente su última y fallida misión es la que provoca que sea considerado un riesgo de seguridad, y que toda la CIA le dé una cacería implacable.

Critica: Identidad Desconocida (The Bourne Identity) (2002)

Robert Ludlum (1927 – 2001) es uno de los más prolíficos autores del género de espionaje. Su obra comienza en 1971 con The Scarlatti Inheritance y se prolongaría por cerca de 30 novelas, la mayoría best sellers.

Precisamente por su popularidad y por algunas cuestiones de estilo, Ludlum nunca fue considerado seriamente como un maestro del género (como John Le Carré o Len Deighton), sino más cercano al estilo industrial – comercial de otros autores tipo Sidney Sheldon. El tema está en que el término best seller es un mal adjetivo para los autores de un género que se considera de culto (o de minorías) como es el espionaje. Si bien es cierto que la abundancia de caracteres, algunas tramas artificiales y la falta de profundidad de personajes es propio del bastardeado calificativo de best seller, lo cierto es que Ludlum fue uno de los primeros autores en desarrollar elaboradas teorías conspirativas, en donde las agencias de inteligencia se mueven por intereses propios por fuera de las políticas gubernamentales, y generalmente desarrollando trabajos sucios. Como la CIA o la KGB pagando y ayudando a terroristas y revolucionarios, algo más que probable que haya sucedido (aunque hoy, en el mundo post 11 de Setiembre, sería visto como un sacrilegio).

Si bien la obra de Ludlum es variada, como suele suceder con los autores de género les termina por llegar la fama y el reconocimiento cuando crean sagas basadas en un personaje, y este es el caso de Jason Bourne. El agente secreto de Ludlum apareció en 3 novelas oficiales (La Identidad de Bourne, La Supremacía de Bourne y El Ultimatum de Bourne), y en dos libros que continúan la saga a manos del autor Eric Van Lustbader (El Legado de Bourne y La Traición de Bourne), publicadas a partir del 2004 a raíz del éxito del film que ahora comentamos.

La historia de Bourne es bastante compleja y difiere enormemente de la narrada en la película. Está situada en los setentas, con Jason Bourne como un veterano de la guerra de Vietnam, que fuera reclutado durante el conflicto para formar parte de una unidad secreta de la CIA conocida como Medusa. El nombre real del personaje es David Webb – Bourne es un alias que adoptará después, basado en un compañero de equipo dentro de Medusa -, y dentro de dicha organización forman una especie de escuadrón de la muerte, destinado a eliminar potenciales enemigos de Norteamérica (primero tomando objetivos norcoreanos, y después de otras nacionalidades). La misión personal de Webb es buscar venganza por la muerte de su esposa e hijos, fallecidos durante un bombardeo de la guerra. A medida que avanza su experiencia, Webb se verá obligado a eliminar al verdadero Bourne – ya que en realidad es un poderoso criminal además de un doble agente -. Como son los 70 y la amenaza terrorista del momento es Carlos el Chacal, la idea de la CIA es que Webb asuma la identidad de Bourne a la vez que inflan el expediente de éste, para suponer que es un reto para Carlos. A este efecto se forma el grupo Treadstone 71, y el objetivo es que Carlos y Bourne crucen sus caminos. Para ello, asignan a Bourne una enorme cantidad de crímenes que en realidad fueron cometidos por el terrorista. En una de sus misiones – donde debe eliminar a un diplomático – la operación falla y Bourne es dado por muerto. Cuando es rescatado y lograr recuperar la memoria, asume que Jason Bourne es su verdadera identidad.

En La Identidad de Bourne, el personaje de marras es perseguido por Carlos así como por la misma CIA, y al final del libro logra descubrir el resto de la historia. Marie es en realidad una ayudante diplomática canadiense a la que Bourne se ve obligado a tomar de rehén mientras es sitiado por fuerzas de la CIA, y acompaña al agente durante toda la aventura, terminando por enamorarse de él. Como se puede ver, hay bastantes diferencias de fondo, amén de que los personajes de Abbott y Conklin son en principio amistosos.

Obviamente todas las adaptaciones dejan cosas por el camino – es imposible incluír a Carlos el Chacal en la trama, ya que fue apresado en 1994 y continúa en prisión -, pero el guión de Tony Gilroy da un giro mayor. Algunos nombres de personajes se mantienen, la idea de la amnesia y de la cacería persiste. Pero ahora Treadstone es un programa secreto basado en un super entrenamiento de agentes que eventualmente los convierte en máquinas implacables de matar. El atentado que falla Bourne no es por una impericia sino por una crisis de conciencia – ve al diplomático africano con su hijo en brazos -. Y Marie es voluntaria en acompañar a Bourne a lo largo de toda su travesía.

Todo esto podría ser bastante rutinario si no fuera por el brío de Doug Liman en la dirección. Bourne no es un excelente agente secreto; es en realidad un ejército de un solo hombre, una fuerza indetenible, sagaz, de múltiples recursos. El brillo del guión reside en la inteligencia implacable de Jason Bourne – es el mejor asesino del mundo + MacGyver juntos – y en su extrema confianza en sus habilidades. Existen situaciones apremiantes en esta cacería del gato y del ratón, pero Bourne siempre sale triunfante con salidas ingeniosas y extremadamente violentas. Simplemente la escena en la granja, donde el Profesor – otro asesino del programa Treadstone – está acosando a Bourne, Marie y la familia del hermano de ésta es ejemplar. El hombre sale simplemente a campo traviesa (con armas peores que la de su enemigo) a buscar fríamente a su asesino. Quizás el tema aquí pase porque todos los giros de la trama no le dan tiempo a Bourne / Matt Damon para desarrollar algún conflicto moral y un poco de tridimensionalidad. Bourne reniega de su vida pasada como asesino, pero no duda en utilizar todas sus habilidades aprendidas para castigar sin piedad a sus perseguidores.

Como Jason Bourne, Matt Damon da una performance impresionante: es frío e implacable, pero quizás carente de emociones (incluso el romance con Franka Potente está bien pero es algo tibio). Lo memorable son las peleas y las persecuciones, que es un molde que muchos filmes de acción han tomado a partir de la fecha: desde Sr. y Sra Smith hasta sus notorias influencias en el Bond de Daniel Craig en Casino Royale. El resto del elenco cumple sobradamente sus papeles, aunque son estereotipos de caracteres que han interpretado durante años (como el cínico Brian Cox). Una película formidable, si bien sólo cumple las reglas del género, las hace con soltura y con cierto virtuosismo en las escenas de acción.

5 CONNERYS: Una película potente. Es un thriller que quizás no aporte muchas cosas nuevas, pero está filmado sólidamente, y con secuencia de acción originales. Un modelo a seguir por filmes de acción posteriores.

LA SAGA DE JASON BOURNE

Identidad Desconocida (2002)La Supremacía de Bourne (2004) – El Ultimatum Bourne (2007); en el 2012 relanzaron la franquicia con la historia de un agente renegado similar a Jason Bourne en El Legado Bourne (2012). Matt Damon regresaría como Bourne en Jason Bourne (2016)