Crítica: Surgió del Fondo del Mar (It Came from Beneath the Sea) (1955)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 1955: Kenneth Tobey (Comandante Pete Matthews), Faith Domergue (Profesora Lesley Joyce), Donald Curtis (Dr John Carter)

Director: Robert Gordon, Guión: Hal Smith & George Worthing Yates

Trama: El submarino nuclear al mando del comandante Pete Matthews se topa con un enorme objeto al norte del Pacífico, el cual atrapa a la nave y a duras penas logran deshacerse de él. De regreso al puerto descubren un enorme fragmento de tejido orgánico atrapado entre las helices del submarino. Con la asistencia de la profesora Joyce y el Dr. Carter, los científicos llegan a la conclusión de que se trata de un enorme pulpo, que debía permanecer sumergido en uno de los abismos del océano y que, con las recientes pruebas atómicas, se vio obligado a buscar aguas menos profundas en busca de alimento. Es que el monstruo se ha convertido en una criatura radiactiva y su fuente natural de alimento – los peces – perciben a la distancia su presencia. Hambriento y en fuga, la criatura se encuentra en trayectoria directa hacia la ciudad de San Francisco. Ahora todo depende de que Matthews, Joyce y Carter encuentren una manera viable de detenerlo.

Surgio del Fondo del Mar (1955) It Come from Beneath the Sea posiblemente sea una de las mejores películas del género de monstruos atómicos que estuviera de moda en los cincuenta. En los rubros técnicos y en el reparto hay una galeria de luminarias de la serie B de la época, que dieran algunos de los mejores títulos del rubro. Anoten: Kenneth Tobey (The Thing, The Beast From 20.000 Fathoms), Faith Domergue (This Island Earth), Donald Curtis (Earth vs the Flying Saucers), y guionista George Worthing Yates (Them! La Humanidad en Peligro; Earth vs the Flying Saucers, The Amazing Colossal Man, Earth vs the Spider, Attack of the Puppet People y War of the Colossal Beast). Acá se reúnen bajo el mando del recién llegado al género Robert Gordon, y se le suman los efectos especiales de Ray Harryhausen.

Ciertamente no hay nada de original en Surgió del Fondo del Mar, pero es rutina de monstruos muy bien hecha. El libreto le pone un enorme grado de atención a los personajes y resultan muy interesantes. Faith Domergue no es una belleza (al menos en el sentido tradicional de la palabra) pero compensa con suficiente personalidad para llenar la pantalla. Habitualmente el personaje de la científica en los filmes de ciencia ficción están ocupados con muñecas que sólo sirven para gritar y recrear la vista, pero aquí Domergue logra imponerse (y tiene un guión que la ayuda) como para dar órdenes y emitir sus investigaciones (con bastante grado de detalle al estilo de Them!) sin que resulte ridículo. De hecho el personaje de Domergue tiene una gran protagonismo en el film (a veces excesivo, como emitiendo órdenes incluso a capitanes y almirantes) que es inusual para el rubro. Y la relación romántica con Kenneth Tobey está escrita con suficiente picardía como para resulte simpática. Probablemente sea una de las mejores parejas del género, ya que exhiben inteligencia y muy buena química. A su vez Tobey repite el mismo molde que su oficial locuaz de The Thing – en realidad, pareciera que el actor interpretara sus papeles con el mismo perfil que un detective de la serie negra de los cuarenta: simpático, pícaro, heroico y mujeriego por encima de todas las cosas -. Y posiblemente de los héroes de la serie B, Kenneth Tobey sea el que le ha tocado los mejores papeles, por encima de John Agar o Hugh Marlowe.

Con la pareja central (o el trío, ya que la relación entre la profesora Joyce y el Dr. Carter nunca queda demasiado clara) funcionando de maravillas, es muy cómodo ver los pasajes tranquilos del film – cuando la criatura no está en pantalla -. Los diálogos son muy buenos. Y cuando aparece el pulpo, las cosas se ponen mejor. La animación de Ray Harryhausen es muy buena, aunque la mayor parte del tiempo uno se limita a ver tentáculos gigantes en pantalla. El hundimiento de varios barcos, el destrozo de un faro o el ataque al Golden Gate están muy bien hechos. El guión le da oportunidad para que el dúo de protagonistas masculinos pueda realizar actos de heroísmo – uno rescata al otro y viceversa -, y el ataque final a la ciudad de San Francisco está filmado con buen nervio.

Hay algunos peros menores que se le pueden objetar a la película. La secuencia submarina del clímax tiene algunos efectos especiales desprolijos por falta de presupuesto – el modelo del submarino parece un pedazo de madera balsa y se ve totalmente falso -, el final llega de un modo algo abrupto, y la trama en sí no cubre ningún camino nuevo. En realidad regurgita bastante de The Beast from 20.000 Fathoms (de 2 años antes) con un mínimo de cambios. Pero a mi gusto, prefiero quedarme con It Come from Beneath the Sea; el desarrollo de los personajes es ampliamente superior, las performances notables y los diálogos tienen chispa.

RAY HARRYHAUSEN

Debido a su trabajo pionero con los efectos especiales, a Ray Harryhausen se lo considera parte creativa necesaria de todos los filmes donde ha participado. Aquí hemos reseñado las siguientes obras: The Beast From 20.000 Fathoms (1953) – It Came from Beneath the Sea (1955) – La Tierra vs los Platillos Voladores (1956) – 20 Million Miles to Earth (1957) –  El Septimo Viaje de Sinbad (1958) – Mysterious Island (1961) – Jason y los Argonautas (1963) – Los Primeros Hombres en la Luna (1964) – El Valle de Gwangi (1969) –  El Viaje Fantastico de Sinbad (1974) – Sinbad y el Ojo del Tigre (1977) – Furia de Titanes (1981)