Crítica: Batalla Mas Allá de las Estrellas / Los Siete Magníficos del Espacio (1980)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 1980: Richard Thomas (Shad), Darlanne Fluegel (Nanelia), Robert Vaughn (Gelt), George Peppard (Cowboy), Sybil Danning (St Exmin), John Saxon (Sador), Morgan Woodward (Cayman), Sam Jaffe (Dr Hephaestus)

Director: Jimmy T. Murakami, Guión: John Sayles, Musica – James Horner

Trama: El emperador Sador ha arribado al pacífico planeta Akir con el fin de conquistarlos. Les exige la mayoría de sus cosechas en forma de tributo, y regresará en poco tiempo a cobrarse el pago. Ante la indefensión de su raza, el joven Shad huye del planeta y comienza a buscar mercenarios que se unan a él en la rebelión contra las fuerzas de Sador. Aún sin disponer de riquezas para compensarlos, logra reclutar a siete guerreros de diferentes procedencias. Pero se trata de una fuerza demasiado inferior contra la amplia superioridad numérica y militar del ejército de Sador.

Batalla Mas Alla de las Estrellas Roger Corman siempre se distinguió por ser un empresario exploitation, produciendo copias baratas de éxitos taquilleros del momento. En los 60 Corman había logrado crear algunos éxitos propios – El Hombre con la Visión de Rayos X, los filmes basados en obras de Edgar Allan Poe -, pero en los 70 pareció perder su margen de maniobra financiera y prosiguió con la clonación indiscriminada de blockbusters, ya que eran sus apuestas comerciales más seguras. Aquí Corman se mete de lleno en la fiebre post Star Wars, con un título curioso que cuenta con más de un futuro talento entre su equipo técnico: guionista John Sayles, músico James Horner, e incluso un joven James Cameron como director de las secuencias de efectos especiales.

Acá Sayles decide hacer su propia versión de Los Siete Magnificos (que a la vez era una remake americana de Los Siete Samurais de Akira Kurosawa) en el espacio, mezclado con la mitología propia de Star Wars. Y el resultado final no es muy feliz. Yo creo que definitivamente traspasar Los Siete Samurais a una space opera es una tarea viable, pero la ejecución que lleva a cabo la película es una bolsa de gatos – hay secuencias y personajes que funcionan muy bien, y otros que resultan deleznables -. Hay culpas repartidas en todo esto, y uno las puede adivinar; por un lado directivas de Corman para clonar lo máximo posible de La Guerra de las Galaxias – emperador siniestro, nave estelar inmensa, arma de destrucción planetaria al estilo de la Estrella de la Muerte -; por otro lado Sayles que por momentos no se toma demasiado en serio la historia – el personaje de Cowboy es definitivamente molesto; los gemelos alienígenas Nestor que se unen a la guerra simplemente porque están aburridos de ser inmortales; los gemelos que levantan temperatura y se llaman Kelvin (como si se llamaran Celsius); la insidiosa computadora femenina de a bordo de la nave de Richard Thomas; el deseo del Dr. Hephaestus de secuestrar a Thomas para que procree con su hija; y multitud de etcéteras -, amén de mostrar a Sybil Danning semidesnuda, en ropas de carnaval y con primeros planos de su busto y trasero. Uno piensa que si el libreto hubiera tomado una línea argumental mucho mas filosófica – tal como el personaje de Gael, interpretado por Robert Vaughn -, bien podría haber culminado en un film más que potable. El tema es que a Sayles no le interesa demasiado, e incluso pone a Vaughn reciclando líneas de sus propios parlamentos cuando trabajó en la original Los Siete Magníficos.

Por otra parte, hay detalles bizarros como el diseño de la nave corsario de Richard Thomas que resulta ser una mujer desnuda. John Saxon aporta cierta dignidad al film, al igual que Robert Vaughn, pero el diseño caricaturesco de los personajes y la falta de originalidad de muchas escenas termina por jugar en contra. Para colmo los efectos especiales se ven terriblemente oscuros y baratos, propios de un film italiano de sci fi, aunque a medida que transcurre el film y se muestran las naves en atmósferas planetarias terminan por verse algo mejor. Pero de todos modos los combates en el espacio resultan bastante incompetentes y repetitivos – de ningún modo logran generar el 10% de adrenalina que la incursión final a la Estrella de la Muerte de La Guerra de las Galaxias -.

Batalla Mas Alla de las Estrellas es una película muy menor y despareja. Hay un par de ideas buenas y muchos errores de criterio en la ejecución, amén de tener un presupuesto muy pobre en FX. Yo creo que es una oportunidad despediciada de hacer un film de sci fi interesante partiendo de la premisa de Los Siete Samurais. El tema es que a ninguno de los responsables involucrados le interesaba demasiado, más allá de querer hacer caja con la moda de La Guerra de las Galaxias.