Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco
Japón / USA, 2018: con las voces de Roger Craig Smith (Bruce Wayne / Batman), Tony Hale (Joker), Grey Griffin (Gatúbela), Tara Strong (Harley Quinn), Fred Tatasciore (Gorila Grodd)
Director: Junpei Mizusaki – Guión: Leo Chu, Eric S. Garcia & Kazuki Nakashima
Trama: Durante su encierro en el asilo Arkham, Gorila Grodd se ha hecho con suficientes materiales obtenidos de contrabando para crear una máquina del tiempo. Al lugar llegan Batman, Robin, Red Robin, Capucha Roja y Nightwing con idea de detenerlo… pero accidentalmente activan el dispositivo y todos ellos – incluidos algunos de los mas peligrosos criminales encerrados en Arkham como el Joker, Harley Quinn, Deathstroke, el Pingüino y Poison Ivy – son transportados al Japón feudal de la Edad Media. Por un error en el aparato Batman arriba dos años mas tarde, y a su llegada se encuentra de que los villanos se han convertido en señores feudales de sus respectivas comarcas, especialmente el Joker – el mas poderoso del grupo ya que conserva la máquina del tiempo de Grodd así como parte de su tecnología -. Por otra parte existe una profecía local por la cual los desesperados sirvientes de estos señores feudales han estado esperando la llegada de un murciélago humano, un ser sobrenatural que los derrotará y los convertirá en un pueblo libre. Batman intenta atacar al Joker en su castillo con el Batimóvil, pero el mismo es destruido en el intento ya que la fortaleza se transforma en un gigantesco robot indestructible gracias a la tecnología que puso Grodd en el castillo antes de ser depuesto por el Joker y Quinn. Abatido, Batman es rescatado a último momento por un ejército de ninjas que usan capuchas de murciélago similares a la suya, y que están organizado por el grupo de los Robins. Sin tecnología moderna para vencer al Joker – y mucho menos, a los otros villanos devenidos señores feudales -, lo único que le queda a Batman es buscar a Grodd y aliarse con él para iniciar un ataque sorpresa contra las instalaciones del Joker, recuperar la máquina del tiempo y regresar a la época actual. Pero Grodd tiene sus propios planes y nada saldrá como Batman había previsto.
Parece que las historias clásicas y de renombre se le terminaron a DC, y ahora va apelando a todo tipo de recursos bizarros e ideas experimentales con tal de seguir rascando la olla en lo que se refiere a películas de animación directas a video. Cosa rara, Superman brilla por su ausencia, e incluso otros grandes héroes del panteón DC seguro deben tener buenas narrativas, pero estos tipos siguen obsesionados con Batman como si fuera el único recurso de venta. Poner a Batman en otras épocas / otras tierras puede ser interesante, pero siempre terminan siendo ideas blandas o a medio cocinar. Ya lo vimos antes en Batman: Gotham by Gaslight que era apenas pasable, y ahora tenemos Batman Ninja, una idea totalmente fumada que la DC le tiró a un estudio de animación japonés para hacer lo que quisiera. El resultado final es un híbrido que comienza de manera genial y termina chocando y estallando a mitad de camino, simplemente porque los libretistas japoneses tienden a irse de mambo con los deus ex machinas, un defecto generalizado en cualquier tipo de obra – sea manga, anime, version live, etc – del género fantástico nipón.
Ciertamente es todo muy traído de los pelos, pero uno puede dejar de lado la lógica si el espectáculo vale la pena. Gorila Grodd – el simio con mente de genio que es habitual archienemigo de Flash – crea una máquina del tiempo en el asilo Arkham, Batman irrumpe y todo el asilo – incluyendo una parva de criminales dementes, vigilantes y personas que pasaban por el lugar – son chupados por la máquina y enviados al Japón feudal de la edad media. Hay distorsiones en la llegada de los personajes – Batman cae dos años después que el resto de la gente, y cada súper criminal se ha alzado como lord feudal en su respectiva comarca, sea Dos Caras, Deathstroke, Poison Ivy, el Pingüino… y el Joker, quien a su vez conserva los restos de la máquina del tiempo -. Mientras tanto miembros de la familia Batman han caído en otras partes de la isla – Red Robin, Robin, Nightwing, Capucha Roja – y han corrido el rumor de que un hombre murciélago vendría a salvar a los paisanos de la tiranía de sus maléficos señores. Como la primera batalla de Batman contra el Joker sale mal – porque su castillo feudal se convierte en un gigantesco transformer (!!!) -, el encapotado debe bajar a tierra, formar una alianza con indeseables como Grodd y Gatúbela, y armar un ejército con los ninjas que han entrenado el grupo de los Robins. Desde ya nada sale como debiera, y el hombre murciélago debe abandonar su pensamiento digital en un mundo analógico, basado en katanas, asaltos encubiertos y traiciones palaciegas.
Este parece otro de esos escenarios de la linea Elseworlds, en donde Batman es un corsario, un vampiro, persigue a Jack el Destripador, etc. El tema es que la historia aquí no sigue una obra pre-escrita y publicada por DC sino que le dejaron toda la carga creativa a los libretistas japoneses, los cuales se fumaron un par de churros y se despacharon con una tonelada de ideas originales, muchas de las cuales son hiper disparatadas. Los momentos WTF abundan – castillos ambulantes, batinavíos submarinos atestados de ninjas, edificios gigantes convertidos en mechas y capaz de unirse entre ellos al estilo de los Mega Zords de los Power Rangers – pero llega un momento en que la capacidad de sorpresa se satura y uno definitivamente empieza a odiar el relato, en especial cuando Grodd aparece con un ejército de monos y los Robins con un ejército de murciélagos… y entre todos los animales forman un Batman gigante listo para enfrentar al mega mecha que maneja el Joker (tsunami de WTF!!!). Y aún con eso, cuando todo se fue al garete, los tipos siguen peleando y peleando como si fuera una partida de Mortal Kombat a la cual a ninguno de los contrincantes se le baja la barra de energía.
Lo cual es una lástima porque la animación está genial y porque el libreto es muy creativo a la hora de detallar la cultura japonesa de la época e insertarla en la épica de la batalla entre héroes y villanos. Pero a mitad de camino se desmadra mal, y solo sigue empeorando. No solo Batman parece un inutil sin sus gadgets – batimoviles, batwings, batimotos, etc – sino que es un peón de Gorila Grodd primero, y luego de la familia de los Robins después. Al menos Grodd impresiona y rebosa de inteligencia, y la dupla de Harley Quinn y el Joker se ve mas diabólica que nunca. Parece mentira que un tipo tan soso y tranquilo como Tony Hale (Veep, Arrested Development) componga un Joker descontrolado y super peligroso, una de las mejores performances vocales sobre el personaje luego de la de Mark Hamill.
Batman Ninja no es para cualquiera. Es fácil detestarla, no porque sea aburrida – porque no lo es; pasan miles de cosas en la historia -, sino por la falta de coherencia mínima interna, y por ese vicio que tienen los japoneses de poner soluciones imposibles, revivir héroes y villanos, darles poderes que no tenían antes, matarlos y resucitarlos enésimas veces, y aparecer con idioteces salidas de la galera. No era necesario irse de mambo para hacer Batman Ninja interesante, y no lo digo por lo de los castillos – transformers, sino por todas las pavadas que metieron con calzador en la batalla final, las cuales no pegan ni con moco y arruinan un espectáculo que prometía, una gran idea achicharrada por el vicio del exceso en la ejecución.