Crítica: Attack the Block (2011)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

GB / Francia, 2011: John Boyega (Moses), Jodie Whittaker (Sam Adams), Alex Esmail (Pest), Leeon James (Jerome), Luke Treadway (Brewis), Jumayn Hunter (Hi-Hatz), Nick Frost (Ron)

Director: Joe Cornish, Guión: Joe Cornish

Trama: Luego de haberle robado sus pertenecias a una muchacha y darse a la fuga, un grupo de pandilleros adolescentes se topa con una extraña criatura que los ataca, y a la cual terminan por abatir. Ya que es el bicho es algo fuera de lo común, deciden llevárselo a su amigo Ron, un traficante de droga que vive en el barrio y sabe mucho de animales ya que es fanático del canal National Geographic. Pero Ron admite nunca haber visto una criatura como esa y, por el contrario, está convencido que se trata de un alienígena. Y todo esto quedaría como una anécdota sino fuera porque Ron y los chicos ven por la ventana de su departamento como caen decenas de meteoritos sobre el barrio, cada uno de los cuales trae consigo a un alien similar al que mataron, pero más grande y feroz. Ahora el barrio se convertirá en un sangriento campo de batalla entre pandilleros y alienígenas, en donde los criminales resultarán ser los impensados héroes de turno.

Attack the Bloack ¿Por qué las películas sobre invasores alienígenas tienen que ser tan formales y prolijas?. ¿Por qué siempre se trata del ejército y los científicos contra los extraterrestres de turno?. Al parecer lo mismo pensó el director y guionista Joe Cornish, quien tiene ideas más anárquicas y radicales sobre el tema. Al tipo se le ocurrió un escenario totalmente diferente: aliens aterrizando en la zona más pobre y peligrosa de Londres, y que terminaban siendo enfrentados por las pandillas del barrio. Algo así como marcianos invadiendo Ciudad Oculta. Qué loco, ¿no?.

Cornish viene del riñón de Edgar Wright, el mismo de Shaun of the Dead y Hot Fuzz. Wright coproduce el filme e incluso le presta a Cornish a uno de sus amigotes, Nick Frost, quien vendría a ser la mayor estrella del cast de la película. Igual lo suyo es una participación amistosa, ya que el grueso del filme se apoya sobre un elenco de quinceañeros que actúan con solvencia.

Si uno le busca el pelo al huevo, Attack the Block (El Ataque a la Cuadra) no es super cómica. Tiene un gran ritmo y sin dudas es entretenida, pero no esperen explotar en carcajadas. Lo que sí, siempre es simpática. Aquí hay una barra de chicos callejeros, pandilleros en ciernes que no pasan de los quince años. Los pibes hablan con un vocabulario realmente colorido, mezclando términos gangsta con palabrería sacada del mundo de los videojuegos, lo que termina por convertirlos en una especie de versión hip hop de McPhantom. En un principio son una parva de criminales de bolsillo, prepotentes y despreciables, hasta que se topan con un bicho que los ataca. Después de liquidarlo se dan cuenta que están llegando más, muchos más, y literalmente caídos del cielo. Y, lo que es peor, los aliens parecen estar obsesionados con ellos como si supieran que liquidaron a uno de su especie.

Lo que sigue es una excelente vuelta de tuerca, en donde los repudiables ladronzuelos terminan convirtiéndose en los héroes de turno. Como en una road movie, ya no serán los mismos cuando terminen la jornada, y acabarán sacando lo mejor de sí mismos luego de enfrentarse al peligro. En el medio hay muchas persecuciones, muchas alianzas impensables (comenzando con una enfermera a la cual asaltaron al principio, siguiendo con un par de niños piromaníacos, y culminando con la pandilla de un dealer) y muchos choques sangrientos, todo lo cual le pone condimento a la historia.

Mas allá de la anécdota de fondo, Attack the Block viene con subtexto social incluído. La mayoría de estos pandilleros adolescentes son negros que provienen de familias muy pobres o desocupadas, y que están resignados a vivir en los condominios construídos por el estado para las clases bajas. Ellos mismos sienten que están encerrados en una pocilga y que no tienen manera de sobresalir de no ser por el crímen. Como comenta el protagonista en un momento: “¡Estos aliens son cosa del gobierno! ¡Primero nos dieron armas y luego drogas para que nos matáramos entre nosotros, y ahora esto!”, denotando el sentimiento que nadie se ocupa de ellos y que el estado los ha encerrado en un gueto, esperando a que se exterminen entre ellos para que dejen de ser una carga. En tal sentido, la lección de la película es que toda esa gente puede transformarse en mejores personas si se les ofrecen la oportunidad adecuada.

Attack the Block es un pasatiempo sólido e inesperado. Hay buenas performances, buenos diálogos, buenas situaciones. Es un mix de acción y comedia, aunque el humor es más casual que otra cosa. Como sea, es entretenida y fresca, y eso es lo que importa.