Crítica: Battlestar Galactica: Razor (2007)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2007: Edward James Olmos (William Adama), Mary McDonnell (presidente Laura Roslin), Michelle Forbes (Helena Cain), Katee Sackhoff (Kara “Starbuck” Thrace), Jamie Bamber (Lee “Apollo” Adama), Tricia Helfer (Gina Inviere, “número 6”), Stephanie Chaves-Jacobsen (Kendra Shaw)

Director: Félix Enríquez Alcalá y Wayne Rose, Guión: Michael Taylor, Musica – Brian Reitzell

Trama: Lee Adama queda al mando de la Pegasus, la recientemente descubierta nave gemela de Galactica. La historia de Pegasus ha sido turbulenta desde los inicios de la nueva guerra contra los Cylones, y el paso por su comando de la almirante Helena Cain ha sido autoritario y controversial. Para recuperar la confianza y el liderazgo sobre la tripulación del Pegasus, Adama ordena como oficial ejecutivo a Kendra Shaw, quien fuera a su vez segunda al mando durante la jefatura de la almirante Cain. Mientras Galactica descubre una base experimental de hibridos humanos, desarrollados por un grupo de cylones antiguos y renegados, Shaw comienza a recordar los peores momentos de la era Cain. Ahora Shaw quedará al frente de una misión suicida para destruir la base estelar de los cylones renegados, que han capturado una misión científica de reconocimiento, y cuya tripulación se encuentra sometida a bizarros experimentos por parte de los androides.

Battlestar Galactica: Razor Battlestar Galactica (2004 – ???) es la serie de TV producida por los estudios Universal y The Sci Fi Channel, y es una reimaginación de la tira del mismo nombre, producida entre 1978 y 1980 por Glenn A. Larson. La serie original fue un flagrante intento de aprovechar el tirón comercial producido por la fiebre de Star Wars; y si bien su calidad fue muy dispar, logró cultivar una gran cantidad de adeptos, lo que no impidió su cancelación al año siguiente de su emisión debido a los altísimos costos de producción para su época. Al año siguiente salió una tibia secuela (Galactica 1980) que fue repudiada universalmente.

Como suele pasar en el mundo de los negocios, he aquí una idea exitosa que ha encontrado su público pero no ha encontrado los medios comerciales viables para hacerla rentable. Después de la cancelación de la serie original, quien más pujó por reflotarla fue Richard Hatch (el Apollo original), que incluso llegó a producir un piloto de manera independiente y con dinero de su bolsillo. Sin embargo los estudios prefirieron darle el proyecto de revival a Ronald D. Moore (tras lo cual, Hatch quedó en la ruina y sobrevive gracias a organizar convenciones de Galactica, tal como en su época pasó con los integrantes originales de Star Trek), principalmente porque el enfoque de Moore era más realista y dramático. Con una exitosa miniserie televisada en el 2003, Galactica obtuvo luz verde como serie en el 2004 y se ha mantenido en el aire desde entonces.

Numerosos cambios han sobrevenido con esta reimaginación de Battlestar Galactica, y que no pasan sólo por lo estético, lo técnico o el cambio de sexo del personaje Starbuck. Es definitivamente una serie que muestra el cambio de la mentalidad americana en el mundo post 11/9. Aquí no hay episodios de aventura como en la tira de 1978, sino un sentido extremo de la urgencia y la sensación de la amenaza generalizada. Los personajes se ven obligados a tomar decisiones sumarias, y son una banda en fuga al borde de la extinción. No existe, en ningún momento, esperanzas de victoria total sino que se trata de un relato de superviviencia llevado al límite; la vida sigue mientras sea posible. Esa sensación de opresión ha servido para ilustrar las posiciones extremas que puede adoptar la mente humana en situaciones desesperadas. Definitivamente es una serie mucho más madura y muy diferente de la aventura espacial con onda disco que había generado Glenn A. Larson a finales de los 70.

Battlestar Galactica. Razor es un film comercializado en video que comprime dos episodios de la cuarta temporada de la saga. Es, a su vez, una creativa remake del episodio La Leyenda Viviente de la saga original, donde la Galactica se encuentra a una nave gemela al mando de un desquiciado almirante (Lloyd Bridges en aquella ocasión), quien trazaba disparatados planes para un ataque frontal contra las fuerzas Cylon, a pesar de su abrumadora inferioridad numérica. Aquel episodio terminaba con la victoria pírrica del almirante, ganando la batalla a costa de la destrucción del Pegasus y de su propia vida.

Pero a pesar del enorme empeño puesto en toda la serie, Battlestar Galactica. Razor es una película frustrante por muchas razones. Hace una enorme cantidad de cosas muy bien, pero tiene unos problemas de continuidad gigantes que dejan al espectador completamente en ascuas. Uno llega a preguntarse seriamente cuál era el propósito de sacar el film, tal como está, en video. Obviamente el fan no tiene problemas con la continuidad de la historia; pero para el seguidor eventual (como yo) o, incluso para el novel en el universo Galactica, el film deja una enorme cantidad de historias a medio camino. Además, dramáticamente, no termina de decidirse por cuál de las tramas debe privilegiar – el ascenso y demencia de Cain, o el descubrimiento de la base de los hibridos Cylones -. Los productores, en obvia voracidad comercial, han pegado dos capitulos sin ningún añadido – léase prólogo, reedición, etc – y lo han vendido como un unitario, cuando obviamente no es así. Si el film estaba decidido a contar toda la historia de la almirante Cain (en flashbacks de la oficial Shaw), deberían haber agregado secuencias que sirvieran para darle una conclusión a la misma. Es inconmensurable la furia que he sentido cuando dicha trama resultaba apasionante… y el guión la cercena de un golpe para pasar a la historia (relativamente menor) del descubrimiento de la colonia Cylon renegada.

Sin dudas hay cosas muy buenas. El personaje de Cain es ahora una mujer, y la interpretación de Michelle Forbes es excelente. No es una caricatura de la demencia sino, en todo caso, es un retrato del mesianismo militar que surge en tiempos desesperantes (las medidas autoritarias que toma, como la masacre a bordo del Scylla; la ejecución sumaria de su segundo al mando; las misiones suicidas), que parece una velada crítica a todo lo sucedido en la administración Bush “en pro de la defensa nacional”. Incluso la captura y tortura del clon Cylon de Tricia Helfer tiene ecos a los sucesos recientes con los prisioneros iraquíes en las carceles norteamericanas; y el detalle novedoso de su relación lesbiana con Cain, sumado a su posición de privilegio para realizar el sabotaje de las defensas de la Pegasus resultan en excelentes ideas agregadas a lo que era la historia original. Pero… en vez de continuar con semejante historia apasionante (y mostrar la suerte final de la almirante Cain), el film prefiere pasar a explorar el presente de la oficial Shaw y su crisis de conciencia. Es un engaño flagrante a la buena voluntad del espectador.

El problema es que no debería venderse Battlestar Galactica. Razor como un film independiente cuando no lo es. Produce la misma frustración que otras experiencias similares como The X-Files: Fight The Future, donde resulta imposible entender el film si no se ha seguido la serie atentamente. Y como con la película de Chris Carter, el final es un chasco, ya que la historia no queda terminada sino que hay que ver la temporada siguiente de la serie. En todo caso es un despreciable intento de hacer dinero a costilla de las expectativas del público por parte de los productores, algo que no tiene nada que ver con la excelente calidad argumental de la serie.

LA SAGA DE GALACTICA, ASTRONAVE DE COMBATE

Los filmes basados en la saga de Battlestar Galactica son: el piloto de la serie original Battlestar Galactica (1978); Battlestar Galactica (2003), una miniserie que reimagina el universo de la saga; y Battlestar Galactica: Razor (2007), un filme de video compuesto por dos capítulos de la nueva serie.