Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco
USA, 1997: Kevin Conroy (Batman / Bruce Wayne), Michael Ansara (capitan Frio / Victor Fries), Loren Lester (Robin / Dick Grayson), Mary Kay Bergman (Batichica / Barbara Gordon), George Dzundza (Dr Gregory Belson), Bob Hastings (Comisionado Gordon), Rahi Azizi (Kunak), Efrem Zimbalist Jr (Alfred Pennyworth)
Director: Boyd Kirkland, Guión: Boyd Kirkland y Randy Rogel, sobre los personajes creados por Bob Kane para la DC Comics, Musica – Michael McCuiston
Trama: El capitán Frio se encuentra viviendo en la soledad del Artico, donde ha montado una cueva plena de los más modernos adelantos tecnológicos, y mantiene a su esposa en permanente estado criogénico. Pero la irrupción de una expedición polar a bordo de un submarino destruye accidentalmente la cueva, y el cuerpo de la esposa del científico sufre un shock, por lo que precisa urgente un transplante de organos para continuar con vida. Frio regresa a Ciudad Gotica a presionar a su ex socio, el Dr. Belson, para que lo ayude con el transplante. Pero el único donante vivo y compatible es Barbara Gordon, hija del comisionado y alter ego de Batichica. Frio y Belson secuestran a Barbara, y pronto Batman y Robin deberán librar una carrera contra el tiempo para encontrar a la chica y salvarle la vida antes de que se realice el transplante.
Esta es la segunda aventura animada de Batman, surgida después del furor de los filmes de Tim Burton, y pensada para la pantalla grande. La serie animada de TV había sido diseñada como un complemento de marketing, pero terminaría por tomar status propio y una gran aceptación de público. La calidad de sus libretos terminaría por darle un respeto a la mitología del super héroe que incluso superaría a su par cinematográfico. Los filmes animados, pensados para ser estrenados como aperitivo entre los lanzamientos de las películas, demostrarían que el equipo de creativos detrás de ellos eran ampliamente superiores a los directores y guionistas de la saga principal. Por ejemplo, Batman and Mr. Freeze: SubZero está a años luz del bodrio que era su contraparte en la pantalla grande, la desastrosa Batman y Robin.
El problema es que el primer film animado, Batman: La Mascara del Fantasma, había obtenido mala taquilla (por desidia del estudio, que realizó una campaña publicitaria pobre), y consecuentemente las peliculas animadas serían lanzadas directas a video. Pero Batman and Mr. Freeze: SubZero no es una aventura mediocre propia de los lanzamientos de venta directa al público, sino una excelente historia que es muy sólida en sus propios términos. Tiene ritmo, buena trama y grandes escenas de acción.
Posiblemente esto tenga que ver con la incursión del director Boyd Kirkland, que también hace las veces de guionista, y que al debutar en la saga animada de Batman ha puesto toda la carne en el asador. La historia, si se quiere, es mínima: la esposa de Victor Fries (de quien sabemos, por Batman y Robin, de que realizaba experimentos junto con su mujer, y que tras la explosión de su laboratorio quedó en un estado que su cuerpo requiere bajas temperaturas y su esposa permanece en un coma constante) sufre un accidente en su envase criogénico, y ahora Freeze se ve obligado a buscar un donante de organos compatibles. Secuestra a Barbara Gordon, y los encapotados van al rescate. Lo que hace realmente interesante a la historia son los detalles; el formidable comienzo – con Freeze realizando caza submarina en el artico, completamente desnudo; su Fortaleza de la Soledad – al estilo de Superman – con su esposa en estado criogénico; la irrupción de la torreta del submarino en el lugar, destrozando las instalaciones – así como el excitante climax a bordo de la plataforma petrolera abandonada son excelentes. Además la historia se preocupa de perfilar a Mr. Freeze como un villano noble, uno movido por una causa justa.
En realidad es un film impulsado por Mr. Freeze y Barbara Gordon. Al menos la Batichica (en traje de civil) prueba ser realmente tan letal como cuando usa disfraz, y resulta notable. Los encapotados van y vienen, y no tienen mucho para exhibirse en toda su gloria, excepto al final. Si uno puede reprochar algo a la historia, quizás sea que Freeze carece de complices – excepto un par de osos polares – y que la conclusión de la historia es algo artificial (lo que siempre había fallado ahora resultó exitoso), pero el resto es realmente excelente y digno de recomendación.