Crítica: 30 Días de Oscuridad (30 Days of Night) (2007)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2007: Josh Hartnett (Sheriff Eben Oleson), Melissa George (Stella Oleson), Danny Huston (Marlow), Ben Foster (el extraño), Mark Boone Junior (Beau Brower), Mark Rendall (Jake Oleson), Nathaniel Lees (Carter Davies), Amber Sainesbury (Denise), Manu Bennett (alguacil Billy Kitka)

Director: David Slade, Guión: Stuart Beattie, Brian Nelson & Steve Niles, basados en la novela gráfica de IDW Publishing Graphic escrita por Steve Niles & Ben Templesmith, Musica – Brian Reitzell

Trama: Un extraño ha llegado al pueblo de Barrow, Alaska, en la jornada previa a la larga noche polar que dura 30 dias. El individuo ha robado todos los telefonos celulares y satelitales, asesinado a los perros guardianes, y saboteado la luz y las comunicaciones. Todo esto resulta un preparativo para que una horda de vampiros tome por asalto al pueblo durante la interminable noche ártica. El sheriff Olenson junto con su esposa y algunos sobrevivientes deberan subsistir el largo asedio de las criaturas mientras el pueblo es devastado, manteniéndose ocultos en escondites y obteniendo como pueden comida y recursos. Pero el acoso de los vampiros va causando estragos en los pocos pobladores que quedan vivos, y toda esperanza de resistencia parece haber llegado a su fin.

  30 Dias de Oscuridad 30 Dias de Oscuridad está basada en la novela gráfica del mismo nombre, publicada por IDW Publishing en el 2002. El comic tuvo un sensible éxito y comenzó a generar su saga de secuelas. Como todo éxito editorial terminó por llamar la atención de Hollywood, y en especial de la productora de Sam Raimi y Robert G. Tapert, los mismos que han desarrollado desde la serie de TV Xena, La Princesa Guerrera hasta la saga de Evil Dead. Incapaz de tomar el control del proyecto, Raimi delegó la dirección en David Slade, el mismo de la controversial Hard Candy (2002), donde una adolescente secuestra y tortura a un pedófilo que ha seducido por Internet.

30 Days of Night es un film que supera con creces a los problemas de lógica interna y coherencia que tiene la premisa. Seamos claros: lanzar una horda de vampiros a un pueblo de Alaska sumido en una noche de 30 dias no es un mal argumento de base, pero el desarrollo que toma la historia presenta enormes problemas de credibilidad para mantener dicho postulado, especialmente con el manejo de los tiempos. El tema es que, a lo largo del film, el relato se despacha alegremente con los avances de fecha (día 7, día 20, etc) planteando inconvenientes de continuidad que tienen que ver con la realidad que la situación intenta plantear. Después del ataque inicial, la historia salta 7 días y el único cambio visible es que Josh Hartnett tiene algo más de barba, olvidando por completo temas fundamentales como de qué han vivido esta gente durante una semana entera, donde hacen sus necesidades o de cómo han subsistido los vampiros todo ese tiempo sin comida. Los saltos temporales del relato son realmente malos, y hubiera sido preferible (y más coherente) que el film se llamara 7 Días de Oscuridad. Josh Harnett debe ayudar, en un momento, a uno de los vecinos heridos que ha permanecido una semana contra el hielo de la explanada de su casa y sin ningún tipo de alimentos, cuya explicación se vió en una secuencia anterior … pero pasaron siete días en el medio. La excursión al supermercado del pueblo también se demora una enorme cantidad de jornadas, e incluso el hallazgo de otros sobrevivientes se realiza de manera inexplicable sin describir cómo han podido alimentarse y mantenerse calientes (y relativamente fuertes) en semejante clima extremo.

Pero dejando de lado ese problema, 30 Days of Night es un film intenso. El director David Slade no se anda con chiquitas a la hora de la sangre, y la película se despacha con algunas de las escenas más crudas del género de horror de los últimos años, pasando por todo tipo de desmembramientos o muertes gráficas a hachazo limpio. Además el relato no protege a nadie y tanto niñas como ancianas son convertidas y aniquiladas de la peor manera posible. El encuentro de la niña vampiro con el grupo en el supermercado es estremecedor, así como los combates cuerpo a cuerpo entre los humanos y las criaturas (cerca del final, la escena en la planta trituradora es shockeante). Slade sabe impactar y sabe crear un formidable clima de tensión.

Los problemas que tiene la película son varios. El ya mencionado del manejo cronológico realmente lastra al film. Si los vampiros aniquilan prácticamente a todo el pueblo, es inexplicable por qué permanecen en el mismo después de tanto tiempo sin alimentarse (sin mudarse a otro lugar más concurrido y también en penumbras). Todo el accionar inicial del extraño – que hace las veces de Renfield, preparando el terreno a las criaturas – es traído de los pelos (¿nadie lo vió en un pueblo tan chico?), y la mala performance de Ben Foster no ayuda. Los personajes no logran salir de ser clisés, aunque las actuaciones son uniformemente buenas, en especial la de Hartnett. Y el clímax tiene bastante de incoherente, como si el relato no pudiera encontrar otra manera de darle fin a la historia. Pero salvando todo esto, los ataques de los vampiros son brutales y el espectador se pega unos buenos sustos gracias a la pericia de Slade como cineasta. Es en realidad Slade el que rescata al relato, convirtiéndolo en un film de horror competente aunque la trama no sea sólida. Con un mejor guión podría haber sido memorable; pero así como está, es un thriller ok aunque no uno memorable.