Crítica: Caballeros, Princesas y Otras Bestias (2011)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2011: Danny McBride (Principe Thadeous), James Franco (Principe Fabious), Natalie Portman (Isabel), Zooey Deschanel (Belladonna), Toby Jones (Julie), Justin Theroux (Leezar)

Director: David Gordon Green, Guión: Ben Best & Danny McBride

Trama: Cuenta la leyenda que cada 100 años un malvado hechicero suele raptar a vírgenes para intentar preñarlas durante el eclipse de las dos lunas y, como fruto de dicho acto, engendraría a un dragón invencible con el cual dominaría el mundo. Pero dicha ceremonia siempre ha sido interrumpida por los caballeros de la Orden Dorada, una orden de justicieros dedicados a combatir el mal. Ahora, en los territorios del rey Tallious, el príncipe Fabious se prepara para casarse con la doncella que ha logrado rescatar de las garras del mago Leezar. Pero Leezar llega a tiempo para raptarla y llevársela a su castillo, a la espera del eclipse de las dos lunas. El heroico principe Fabious se lanza a la misión de recuperar a la chica… pero su padre lo obliga a llevar a su hermano Thadeous con él. El problema es que Thadeous es un zopenco bueno para nada, que vive para las drogas y el sexo. Sin embargo Thadeous terminará descubriéndose a si mismo como un héroe al final de la larga jornada de rescate.

Caballeros, Princesas y Otras Bestias (2011) Imaginen a La Princesa Prometida reescrita por Seth Rogen en clave de bromanceel género surgido a partir del hit Virgen a los 40 (2005), y en donde un grupo de varones mantenía un grado de afecto y amistad tan íntimo y sensible que es lo más parecido a un romance entre hombres, pero sin sexo ni intereses gay -. De eso se trata Caballeros, Princesas y Otras Bestias. Por supuesto que a esto se le agregan otros temas favoritos de Rogen, como drogas, bromas sobre fluidos corporales y observaciones desubicadas de todo tipo. Quizás el mayor problema del filme sea que el mismo Rogen no esté involucrado – ni como actor ni como libretista – y, en cambio, tengamos a un pálido imitador en el aspecto creativo. Al menos las comedias de Rogen tienden a ser mucho más graciosas y emotivas que esto que vemos aquí.

Los protagonistas son James Franco y Danny McBride, una dupla que trabajó en la exitosa Pineapple Express (2008) y que aquí quiere repetir la movida. Los personajes son idénticos: Franco parece una versión dopada de El Príncipe Valiente, y McBride es el desubicado que dice disparates todo el tiempo. Ambos se ven obligados a rescatar a la insoportable Zooey Deschanel (en un papel tan inocuo que casi se lo podría tildar de cameo extendido) de las garras del malvado mago Leezar (Justin Theroux, el villano de Los Angeles de Charlie: Al Limite). Para ello se embarcan en una misión de búsqueda de objetos mágicos con los cuales poder derrotar al hechicero en su propio territorio. En el camino se le suma varios hombres fieles del ejército de su padre, algunos traidores y una misteriosa arquera (Natalie Portman), la cual parece tener su propia agenda.

Según lo que uno puede descubrir en la trivia de la IMDB, Caballeros, Princesas y Otras Bestias es en realidad un ejercicio de improvisación. Los libretistas dieron un par de lineamientos generales y el resto fue creado sobre la marcha en el mismo set. Mientras que la improvisación suele dar resultados efectivos, es necesario que el director controle tiempos y climas como para que el proceso no resulte reiterativo, abrumador o sin gracia. El problema es que David Gordon Green deja la película en piloto automático y le ha cedido todo el control creativo al co-guionista y estrella Danny McBride, quien se la pasa puteando todo el tiempo. A mi me gusta el humor profano y las secuencias zarpadas, pero es necesario que haya pausas en el medio como para tomar un poco de distancia y darles efectividad. Uno se rie a la primera puteada, pero a la vigésima – disparada en menos de cinco minutos -, uno ya empieza a aburrirse.

Todo ello lleva a que Caballeros, Princesas y Otras Bestias sea una película completamente desbalanceada. Hay secuencias muy graciosas y hay otras que son un bochorno. Los chistes sobre la droga se ven completamente fuera de lugar y la estrella del show – McBride – parece un clon de segunda de Adam Sandler, empecinado a reunir a famosos y darle papeles avergonzantes. Por ejemplo el casting de la ganadora del Oscar, Natalie Portman, que es algo completamente descolgado. La Portman actúa todo el tiempo como si estuviera en otra película (p.ej. una versión seria de Robin Hood) y sus parlamentos están depurados de vulgaridades, con lo cual zafa bastante bien. Al menos lo suyo no es el rol bonzo que le tocó a Nicole Kidman en en la comedia con Adam Sandler y Jennifer Aniston Just Go with It.

Si el ego de Danny McBride hubiera estado más controlado, Caballeros, Princesas y Otras Bestias podría haber sido más efectiva. El problema es la saturación de guasadas, la que le resta gracia al relato en vez de sumárselo. Igual es una comedia simpática plena de toques fantásticos, un filme que se deja ver… siempre y cuando sea otro el que nos pague la entrada.