Crítica: Inframundo: Evolución (Underworld: Evolution)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2006: Kate Beckinsale (Selene), Scott Speedman (Michael Corvin), Tony Curran (Marcus Corvinus), Derek Jacobi (Alexander Corvinus / Lorenz Macaro), Steven Mackintosh (Andreas Tanis)

Director: Len Wiseman, Guión: Danny McBride, sobre una historia de Danny McBride y Len Wiseman basados en personajes creados por McBride, Wiseman & Kevin Grevioux, Musica – Marco Beltrami

Trama: Michael Corvin se ha convertido en una aberración: un ser mitad lobo mitad vampiro, y junto a Selene emprenden la huida de posibles represalias de los vampiros tras eliminar a su líder Viktor. Mientras tanto, el líder remanente Kraven – que ha intentado complotar junto con los licántropos para alzarse con el poder entre los vampiros y eliminar a los restantes jefes que conforman el triunvirato y se encontraban en estado de letargo – se dirige a destruir a Marcus, el último lord de su raza. Pero Marcus ha despertado antes de tiempo, aniquila a todas las fuerzas de Kraven, y emprende una feroz cacería tras Selene y Michael. Ellos poseen el amuleto que llevaba Lucian, el fenecido líder de los hombres lobo, y que en realidad es el componente de la llave donde se encuentra encerrado su hermano desde tiempos inmemoriales. Marcus es el primer y más poderoso vampiro, y su hermano William es el hombre lobo primigenio. Mientras tanto, el inmortal Alexander Corvinus – quien es padre de Marcus y William, y diera origen a las razas – aparece en escena, siguiendo el rastro de muertes, hasta dar con el cadaver de Viktor y descubrir la parte restante de la llave que puede liberar a William. No pasará mucho tiempo hasta que Selene descubra el verdadero origen de las razas, y deba enfrentarse cara a cara con los seres más poderosos de sus respectivas razas.

Inframundo: Evolucion Underworld es un hibrido que hace una suerte de mezcla tipo Blade encuentra a Matrix. Bastante se ha criticado a Inframundo por ser un producto superficial con poca substancia, lo cual es incorrecto. En todo caso, el problema de Underworld es proveer una densa historia de fondo pero mal desarrollada por el guión. Los elementos que conforman la historia son muy interesantes pero están mal ensamblados; el espectador se pierde entre tantas mini narraciones que conforman el hilo original, por el error de óptica de los libretistas, que piensan que partir la historia en partes y mezclarlas sirve para ir generando revelaciones y suspenso. Una narración lineal hubiera simplificado la tarea y ganado en intensidad, en vez de dejarle un dolor de cabeza a la platea.

Ese mismo error – pero magnificado – sucede con la secuela (¿que es parte de una trilogía?). Si el director Wiseman o el guionista McBride hubiesen aprendido algo de los problemas del primer film, lo lógico hubiera sido desarrollar una segunda parte simple, bien continuando con los vampiros tras de Selene y Michael, o realizando una precuela. Las primeras escenas del film parecen demostrar lo último, pero todo comienza a ser una serie de idas y vueltas entre tiempo presente y flashbacks, donde Wiseman intenta hacernos comprender todo el enredo que sigue desarrollando un guión desprolijo. En primer lugar, porque al igual que Matrix, la intro que da la secuela no sirve para reubicar al espectador en la historia original. Quedan montañas de hilos sueltos que el director intenta desesperadamente que la platea termine por atar, pero entre coordinar lo que pasa en pantalla y encastrarlo en la historia del primer film que nadie tiene muy fresco (y que la intro tampoco termina por dilucidar del todo), confunde al espectador de un modo terrible. Para ver Evolution hay que ver inmediatamente antes Underworld, y aún así quedan cabos sueltos.

El segundo error es la perspectiva de la historia. No resultaba complicado sino todo lo contrario desarrollar simplemente una precuela. O continuar donde había quedado. Pero Wiseman insiste en reflotar cosas de la historia original, simplemente para demostrar que tiene más presupuesto y que puede exhibir un demonio alado y mejores escenas de acción con pulidos CGI. La historia es absurda por donde se la mire. Que Marcus despierte y resulte ser un sicópata que acaba con el resto de su raza es ilógico. Que se encuentre en la búsqueda desesperada de su hermano licántropo que es inmanejable es aún más absurdo. Si uno se atiene al primer film, los líderes vampiros se alternan por centurias, uno gobierna y los otros dos hibernan. ¿Por qué no haber desarrollado esta venganza y aniquilación antes?. ¿Acaso durante su reinado también se combatieron a los hombres lobo, quienes resultarían descendientes de su hermano?. ¿Por qué no atacar a Viktor en su letargo, si éste poseía la llave todo el tiempo de la cripta donde estaba encerrado William?. No sólo eso; la seudo historia del original, donde se contaba que los licántropos eran los guardianes diurnos de los vampiros pierde todo sentido, cuando el inicio del film muestra que siglos antes se encontraban en proceso de exterminio ya que eran enemigos naturales. Ciertamente la película comienza a enredarse sobre sí misma, y empiezan a aparecer unos huecos de lógica enormes dentro del mundo que ha creado. Si Marcus resultaba chantajeado por Viktor para mantenerse en regla, ya que éste sabía donde moraba William… ¿cómo es que la otra mitad de la llave fue a parar con Lucian, el fallecido líder de los hombres lobo en la primera parte?. La excusa que da el film es pobre: Marcus, desesperado porque su hermano es incontrolable, salva de la muerte a un desahuciado Viktor que se convierte en terrateniente y líder de un ejército que culmina por apoderarse de la jefatura de la raza. Subyuzgado Marcus y William, Viktor convierte en esclavos a los licanos. Todo esto resulta demasiado complejo y traído de los pelos, intentando complejizar la historia como para decir que tiene substancia.

Pero no sólo Inframundo: Evolución se enreda con el guión, sino que contradice en parte elementos de la historia original. En un flashback se muestra a una Selene adolescente descubriendo a su familia muerta y salvada por Viktor, cuando la excusa era que Viktor la había destrozado para saciar su sed. En cambio, la secuela muestra que las muertes fueron provocadas por Kraven, y Viktor aprovecha la situación para quedarse con Selene – ya no porque era la niña que le recordaba a su hija muerta -; amén de que la matanza tiene lugar porque los padres fueron los constructores de la morada de William.

Más absurdo aún resulta la aparición de Alexander Corvinus, que resulta ser un cameo extendido, y que no tiene peso en la historia, salvo para generar otra nueva mezcla de razas. El humano inmortal original, el que diera origen a las razas, carece de poderes o de fuerza para combatir los embistes de Marcus. No sólo porque el personaje es un absoluto paracaidista (o Deus Ex Machina) del guión, sino porque no se condice con ningún elemento que pudiera dar indicios de su existencia en el primer film.

Hay una escena que resume a toda la película; en un momento, el demonio alado derriba un helicóptero tirando un cable, sin aferrarse a nada, simplemente parado sobre el piso. Aún sin conocer leyes físicas uno sabe que eso es absolutamente estúpido. Underworld: Evolution es una película fashion, bien filmada en cuanto estética y acción, pero tiene un guión que apesta. Uno siente que hay muchas buenas ideas tras la historia, pero siguen mal compaginadas (o peor que el original), y que lo que debería haber sido un excelente film de culto termina siendo un producto apenas aceptable, siempre y cuando se olvide de lo que quiere explicar el libreto.

INFRAMUNDO

Los filmes de la saga Underworld son: Inframundo (2003), Inframundo: Evolución (2006) e Inframundo 3: La Rebelión de los Lycans (2009); tres años más tarde la saga fue extendida con la idea de generar una nueva trilogía, comenzando con Inframundo: El Despertar (2012), Underworld: Guerras de Sangre (2016)