Crítica: Tripulación Dave (Meet Dave) (2008)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2008: Eddie Murphy (Dave Ming Chang/Capitan), Elizabeth Banks (Gina Morrison), Gabrielle Union (No 3), Austin Lynd Myers (Josh Morrison), Pat Kilbane (No 4), Scott Caan (Oficial Dooley), Mike O’Malley (Oficial Knox), Ed Helms (No 2)

Director: Brian Robbins, Guión: Bill Corbett & Rob Greenberg

Trama: Una sonda del planeta Nil cae en la Tierra y en manos de un niño llamado Josh Morrison. El chico confunde al dispositivo con un meteorito y se dispone a presentarlo en su clase de ciencias. Pero tras la sonda viene una nave espacial de Nil, que tiene la misión de recuperarla. Como los alienígenas son minúsculos, su nave espacial tiene la forma y el comportamiento de un ser humano – que se hace llamar Dave Ming Chang y tiene el aspecto físico del capitán de a bordo -. Pero en la búsqueda, el capitán se ha empezado a enamorar de la madre del niño terrícola, y ello provoca los resentimientos de la tripulación de la nave, que se prepara para amotinarse. Mientras tanto, dos policías callejeros de Nueva York han hallado rastros de Dave y se encuentran en su búsqueda. Y Dave deberá conseguir la sonda antes de que ésta se vuelva inestable y pueda provocar un cataclismo que destruya la vida en la Tierra.

Tripulacion Dave Eddie Murphy no tiene suerte con el cine fantástico. Ni su Vampiro en Brooklyn ni Las Aventuras de Pluto Nash estuvieron cerca de conseguir una recaudación aceptable. Y ahora llega Tripulación Dave, en otra entrega de la escabrosa carrera que Murphy ha mantenido en los últimos años. Un fracaso, una comedia escatológica (que al menos le da algunos millones de taquilla), otro fracaso, otra comedia chancha. Lo que Murphy no ha terminado de aceptar que los comediantes así como los héroes de acción duran sólo una temporada, y después los actores que han subsistido en el medio han evolucionado hacia otros géneros. Lo han hecho desde Jim Carrey hasta Bruce Willis; pero lo de Murphy es un caso de terquedad y, con la excepción de su performance nominada al Oscar en Dreamgirls (2006), el resto de su filmografía de los últimos años es extremadamente bizarra.

Si bien Tripulación Dave está dirigida por Brian Robbins – el mismo atroz auteur de Big Fat Liar y Norbit, entre otras comedias espantosas -, al menos aquí tiene el tino de orientarse a un público familiar. La premisa es interesante y cómica – una nave con forma de Eddie Murphy, comandada por la versión minúscula de Eddie Murphy -, pero da la impresión de que las ideas se le aglutinan a los guionistas y no saben muy bien por cuál de ellas decantarse. Tripulación Dave podría ser una sátira de Viaje a las Estrellas al estilo de Héroes en Orbitaotra tripulación de cráneos dirigida por un ególatra -, pero no lo es. Podría ser una parodia sobre las costumbres sociales americanas, pero apenas resulta tibia en ese aspecto – en general, todas las comedias con alienigenas tienden a ser del tipo Third Rock of the Sun, con extraterrestres criticones que encuentran ridículas todas las rutinas humanas -. Podría ser una comedia romántica, con el capitán enamorado de Elizabeth Banks, y dando pie a situaciones bizarras con el funcionamiento del robot en momentos “calientes”, al estilo de Todo lo que Quería Ud. Saber de Sexo y Nunca se Animó a Preguntar – del tipo de la secuencia de Woody Allen como el espermatozoide que va en misión militar -; o podría decantarse por el romance con la bella Número 3, que está más a su altura. Pero Tripulación Dave no toma en profundidad ninguno de los caminos antecitados, y prefiere tocar un poquito de todo. El resultado final es un collage de ideas nunca desarrolladas, pegadas como una larga tira de gags pero que nunca termina de ser satisfactoria.

Al menos en 90 minutos, lo único que sirve Tripulación Dave es para que Eddie Murphy haga morisquetas – que uno no lo niega, son graciosas -, pero todo termina resultando demasiado rápido y tonto, simplemente porque los guionistas han disparado al mismo tiempo todas las ideas posibles que le sugiere la premisa, sin privilegiar ninguna. Los romances son abruptos y antinaturales, la sátira de Star Trek no llega ni a la fase inicial, y al menos la burla de las costumbres humanas saca algunas sonrisas hasta ahí nomás. Uno piensa que semejante idea podría funcionar muy bien como tira televisiva, dando tiempo para desarrollar todas sus posibilidades. Pero así como está, Tripulación Dave es tonta y simpática, y como no hiere a nadie y entretiene un poco, resulta digerible. Simplemente es una especie de hamburguesa cinematográfica que no alimenta pero al menos saca el hambre un rato.