Crítica: Tentáculos (1977)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA / Italia, 1977: John Huston (Ned Turner), Shelley Winters (Tillie Turner), Bo Hopkins (Will Gleason), Henry Fonda (Mr. Whitehead), Claude Akins (Sheriff Robards)

Director: Ovidio G. Assonitis, Guión: Steven W. Carabatsos, Tito Carpi & Jerome Max

Trama: La tranquilidad del balneario Ocean Beach se ve interrumpida cuando aparecen los cuerpos desollados de un hombre y un bebé, los cuales han sido arrojados a la costa luego de permanecer varios días a la deriva en alta mar. La absoluta carencia de carne y médula deja a los forenses perplejos y el veterano periodista Ned Turner – quien cubre el caso – decide acudir al biólogo marino Will Gleason en busca de ayuda. Pero las cosas se vuelven personales cuando dos buzos que pertenecen al equipo de investigación de Gleason – y la misma esposa del biólogo, la que se encontraba de excursión en yate por la zona – perecen de la misma manera que las primeras víctimas. Todas las pruebas apuntan a que se trata de un pulpo gigante, el cual se enloquece cuando se encuentra en las cercanías de algún aparato electrónico que emita señales de radio. Utilizando esa pista Gleason saldrá de cacería, dispuesto a exterminar al monstruo que ha segado la vida de sus seres queridos.

Tentaculos (1977) Hasta bien entrados los ochenta, las copias de Tiburón abundaban a raudales en los cines, y gran parte de la culpa le corresponde al cine exploitation italiano. Con el spaguetti western en declive, a los tanos sólo le quedaba las películas sanguinolentas de zombies, los filmes eróticos y las copias baratas de los éxitos del momento, cosas que se podían obtener (a veces, las tres al mismo tiempo!) yendo a Miami y contratando por dos pesos a cualquier estrella en decadencia para que figure en el cartel. Para Tentáculos los italianos reunieron un buen cast de actores jubilados y se despacharon con una prolija película de terror… que mucho no asusta, pero al menos resulta bastante entretenida.

Ciertamente el guión no es el mas estúpido del planeta, pero hay que admitir que sus partes son bastante inconexas. Es como si hubieran comenzado a escribir la historia sin saber bien a dónde iban a ir a parar, y terminaron agregando personajes y personajes sobre la marcha, simplemente para hacer relleno y llegar a los 90 minutos de duración. El caso mas patente es la fútil participación de Henry Fonda en todo esto, quien se la pasa sentado en una mesa de jardín y hablando por teléfono con el resto del cast; es un papel que se podría haber podado olímpicamente sin afectar al resto de la historia. Ocurre que Mr. Fonda hace túneles submarinos, y las máquinas que utiliza hacen ruidos a frecuencias más allá de lo permitido. Como buen vecino cascarrabias aparece un pulpo gigante, decidido a lastrarse cualquier buzo que esté manejando esos aparatos. Como el bicho ha quedado con el oido sensible, se ha ido a las costas a devorarse a cualquier cristiano que tenga una radio en la mano, excusa estúpida si las hay pero que sirve para decifrar de algún modo el comportamiento de la criatura. A los 40 minutos de exhibición Henry Fonda le pega un tirón de orejas a su capataz para que sus máquinas submarinas no hagan tanto ruido y, dicho esto, hace mutis por el foro mientras pasa a buscar su cheque. Qué pérdida de tiempo, por Dios.

Algo parecido ocurre con el resto de los personajes, los cuales son demasiado viejos para ir al mar y matar al bicho. John Houston hace preguntas molestas por todos lados, Claude Atkins pone su mejor cara de Sheriff Lobo, y Shelley Winters histeriquea con un par de pendex mientras se despacha con algunas de las líneas mas tontas de todo el guión. Cómo se nota que todo esto está de relleno.

Al menos Tentáculos es bastante competente en las escenas de acción. Basa mucha de su efectividad en la banda sonora, la que tiene una musiquita de órgano electrónico propia de los filmes de Dario Argento y la cual no desentona para nada con lo que pasa en pantalla. Las miniaturas se ven truchas la mitad del tiempo, pero algunos ataques son pasables, y por lo menos el libreto tiene la decencia de intentar hacer algunas cosas propias sin calcar de puño y letra a Tiburón… lo que no quita que la gran escena de la película sea una obvia regata saturada de decenas de embarcaciones, las cuales son devoradas por el pulpo gigante como si fueran canapés.

En general Tentáculos es bastante competente y es un pasatiempo digerible, siempre que uno no se ponga demasiado exquisito. La acción está mejor que las actuaciones, y eso que no son gran cosa, pero hay una prolijidad técnica que es de respetar. Sin ser una maravilla entretiene, y eso ya es pedir demasiado de un producto con el pedigree que éste tiene.