Crítica: Sumergido (Below) (2002)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Recomendación del EditorUSA, 2002: Bruce Greenwood (teniente Brice), Matt Davis (Odell), Olivia Williams (Claire Paige), Holt McCallany (teniente Loomis), Jason Flemyng (Stumbo), Dexter Fletcher (Kingsley), Zach Galifianakis (Wally Wallace)

Director: David Twohy, Guión: David Twohy, Darren Aronofsky & Lucas Sussman

Trama: 1943, plena Segunda Guerra Mundial. El submarino norteamericano USS Tiger Shark recoge a un grupo de náufragos, sobrevivientes del hundimiento de un buque hospital británico. Entre ellos se cuenta la enfermera Claire Paige, la que rápidamente atrae las miradas de toda la tripulación masculina. Pero el submarino se ve forzado a sumergirse ante la imprevista aparición de un buque de guerra alemán, el cual comienza a rastrearlos de manera implacable. Y, mientras se encuentran en el fondo del mar, una serie de imprevistos empiezan a ocurrir. Y, lo que parecía ser la mano negra de algún traidor o una serie de accidentes desafortunados, pronto demuestra que posee un origen sobrenatural, como si un espectro fantasmagórico estuviera atravesando el submarino y buscando la forma de matarlos a todos. Es entonces cuando Claire Paige – recopilando datos sueltos de dichos incidentes – comienza a percibir que nada es como parece en el USS Tiger Shark.

Sumergido (Below) (2002) David Twohy: otro cineasta inteligente con mala suerte en lo comercial. Tal como George Romero, el tipo crea películas de terror y/o ciencia ficción realmente sesudas… pero nadie va a verlas. A Twohy le va algo mejor como guionista, cuando otro dirige sus historias – léase El Fugitivo, Warlock, Waterworld -; pero, como director, a duras penas pudo anotar algún tanto, especialmente con Pitch Black y Las Crónicas de Riddick (que tampoco fueron blockbusters, pero caminaron muy bien en video). Antes de Las Crónicas… Twohy se mandó con esta historia sobrenatural ambientada en la Segunda Guerra Mundial. Sí; una de fantasmas en un submarino sumergido. ¿Poco creíble?. Quizás, pero … ¡qué buen ejercicio de estilo!.

Sumergido tiene una atmósfera formidable. Imaginen, sino, un escenario en donde uno está encerrado con los fantasmas y resulta imposible escapar. No sólo los espantos están dentro de la nave, sino que pareciera que están afuera, rascando el casco… ¿o acaso serán los sonidos del fondo del mar?. Para colmo, no pueden moverse o emerger; hay un destructor alemán rastrillando la zona con unos enormes ganchos que depredan todo a su paso… y que arrancan de cuajo la mitad de la torreta del sumergible. Y, por si todo esto fuera poco, los recursos se agotan y el aire se vuelve cada vez más viciado. Y a la gente no le gusta estar encerrada, muriéndose de a poco con cada bocanada de aire impuro que entra en sus pulmones…

Como todos los filmes de fantasmas, hay una explicación sicológica para lo que ocurre – precisamente la tensión de estar siendo cazados y la falta de aire fresco que comienza a provocar alucinaciones -, pero hay un par de situaciones que no cuadran en semejante tesis realista. Cuando el trío de supervivientes aborda, resulta obvio que la tripulación no actúa con la transparencia que corresponde. Hay cuchicheos, cambios de planes de último momento, vestigios de algo ocurrido y que no cuadra con el relato de la tripulación. El verdadero capitán del submarino ha muerto, es cierto, pero ¿ha sido un accidente? ¿O ha pasado algo más que nadie quiere decir?.

(alerta spoilers) Aqui hay dos revelaciones en el final: lo ocurrido realmente con el capitán, y lo que está pasando con el submarino, que se ha poblado de fantasmas. Mientras que la primera es lineal y entendible, la segunda no está tan trabajada como debería. Después de cavilar un rato uno deduce que los fantasmas pertenecen a la tripulación de navío hundido, los cuales reclaman venganza (he allí la referencia al Macbeth de Shakespeare). Al menos la revancha se cumple, con los dos navios hundiendose en la misma zona (fin spoilers).

Ciertamente el clima tétrico es formidable – todo está a media luz y, entre las sombras, aparecen figuras terribles o nuestras propias sombras cobran vida propia -. El libreto también se anota un poroto con las caracterizaciones de los personajes – figura Darren Aronofsky como co autor, así que el talento abunda -. Y la labor de Twohy como director es simplemente excelente. Las secuencias de cacería entre el submarino y el destructor alemán son impresionantes y no tienen desperdicio. Si hay algo que reprocharle a Sumergido es que el final tiene un par de desprolijidades menores – surgen algunas situaciones artificiales, faltan un par de explicaciones – que no logran empañar la brillantez de los 90 minutos previos.

Sumergido es un gran filme de terror. Es denso, te hace pegar repingos, es inteligente, está filmada como los dioses, y carece de fallas evidentes. Quizás su propia inteligencia atente contra su popularidad – a final de cuentas, la mayoría de la gente joven prefiere ver a un tipo enmascarado corriendo a una rubia tetona con un machete en la mano -, pero merece una revancha y nosotros se la podemos dar, simplemente alquilándola en nuestro videoclub amigo.