Crítica: Viaje a las Estrellas VII: Generaciones (Star Trek VII: Generations) (1994)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 1994: Patrick Stewart (Capitan Jean-Luc Picard), William Shatner (Capitan James T. Kirk), Malcolm McDowell (Dr Tolian Soran), Brent Spiner (comandante Data), Jonathan Frakes (comandante William Riker), Marina Sirtis (consejera Deanna Troi), LeVar Burton (comandante Geordi La Forge), Michael Dorn (comandante Worf), Gates McFadden (Dra Beverly Crusher), Whoopi Goldberg (Guinan)

Director: David Carson, Guión: Brannon Braga & Ronald D. Moore, Musica – Dennis McCarthy

Trama: El Capitán Kirk, junto con Chekov y Scotty, asisten al viaje inaugural del sucesor del Enterprise. Pero una llamada de auxilio los desvía de lo que sería un vuelo rutinario, y deben ayudar a dos naves que se ven inmersas en una nube de energía de origen desconocido. Kirk prepara una solución de plasma que libera a la nave, pero la fuerza de la tormenta espacial termina por destrozar la sección del Enterprise donde él se encuentra, y es dado por muerto. Ochenta años más tarde, Jean-Luc Picard y la tripulación del Enterprise deben acudir a un llamado similar en una base espacial. El único sobreviviente parece ser el Dr. Soran, el que termina por lanzar una sonda que destruye la estrella del sistema solar donde se encuentran. Soran trabaja con la complicidad de un puñado de Klingoms renegados, que desean apoderarse del arma. Pero las intenciones ocultas de Soran es que, con cada detonación de una estrella, desvía el curso de la nube de energía (similar a la que sucediera hace 80 años), con la idea de que la misma termine por pasar por el planeta Veridian. La tormenta es conocida por la raza de Soran como el Nexus, y provee un estado atemporal y paradisíaco, donde todos los deseos se hacen realidad. Picard intenta detener a Soran sin éxito, y termina atrapado en el Nexus. La única solución posible es encontrar a James T. Kirk, quien también se encuentra prisionero en el Nexus, y pedirle ayuda antes que Soran provoque una masacre.

Star Trek VII: Generations Star Trek: The Next Generation (1987 – 1994) es la serie sucesora de la legendaria Star Trek (1966 – 1969), y concebida bajo la tutela del mismo creador, Gene Roddenberry. Despues de la serie original, Roddenberry estuvo durante años intentando generar una nueva serie, lo que terminó en una tira de dibujos animados y en el proyecto Star Trek Phase II, que después se devino en lo que fue Viaje a las Estrellas: La Película. Con el éxito de la nueva saga de films, la Paramount terminaría por impulsar a la franquicia Star Trek al limite de lo imaginable, desarrollando cuatro nuevas series (The Next Generation, Deep Space Nine, Voyager y Enterprise) y una nueva oleada de películas, lo que terminaría por matar por saturación a la franquicia y provocar un impasse hasta el 2008, donde veremos la precuela de Star Trek con nuevos actores en los roles de Kirk, Spock, Bones y cía. El único caso al que se me ocurre comparar el agotamiento comercial de Star Trek es el caso de la Toho y Godzilla; tuvieron que suspender cinco años y darle un respiro al público antes de seguir vendiendo merchandising y nuevos filmes.

Como serie, The Next Generation estaba poblada de muy buenas ideas y excelentes efectos especiales, contando con un presupuesto generoso que la serie original (TOS o The Original Series, como habitualmente se la conoce) no tenía. También terminó por cosechar un nuevo público, además de reenganchar a los fans de la serie original. Como es obvio, los estudios pretendieron exprimir al máximo el concepto, y elaboraron esta película que es un evidente paso de posta del viejo elenco al nuevo. Ya los actores de Star Trek TOS estaban bastante grandes para seguir sus correrías como si tuvieran 30 años.

El problema de Viaje a las Estrellas: Generaciones es que, tras la excusa del cambio de mando (para generar una nueva saga de films con el elenco de The Next Generation) se esconde una pobreza de ideas y un reciclado de viejos conceptos que resulta más que evidente. Acá tenemos a otro científico loco llevando al Enterprise por mal camino, con una super arma al estilo del proyecto Genesis de Star Trek II: La Ira de Kahn. El concepto siempre es grandioso: cuando no es el encuentro con Dios o con una raza alienígena omnipotente, es ahora llegar a una suerte de Nirvana galáctico que se lo conoce como Nexus. El comienzo del film es brillante, con Kirk y sus amigos salvando las papas del fuego del viaje inaugural del Enterprise B. El problema es que la película, de allí en más, comienza una espiral descendente que nunca termina por repuntar.

Sin dudas los rubros técnicos y las actuaciones van de los brillante a lo correcto, pero el problema pasa por el guión. Por un lado se mete en dos sub historias melodramáticas que bien se podrían haber podado, como la muerte del hermano y del sobrino de Picard, y la instalación del chip de emociones en Data. Las performances son buenas en tal sentido, ya que se tratan de actores capaces, pero los minutos que dura cada secuencia parecen eternos. El libreto parece, por momentos, que fuera a poner un poco de sal, en especial con la aparición de los klingoms renegados comandados por dos mujeres, pero esta troupe de personajes interesantes desaparece demasiado rápido. Entonces llega el Nexus, y todo se desmorona.

Lo que sucede es que toda esa secuencia está terriblemente escrita y carece de lógica. Allí vemos a Picard viviendo una fantasía familiar que se rompe cuando aparece Guinan de la nada. Si el Nexus, teóricamente, es una especie de estado catatónico desbordado por los placeres, los individuos que moran en él no deberían tener consciencia ni moral. El otro problema es que esa nube de energía permite ir adelante y atrás en el tiempo, e incluso salir de ella como si nada, algo totalmente absurdo. No sólo eso, sino que cuando Picard encuentra a Kirk (que ya lleva 78 años allí adentro), para éste es como si recién hubiera llegado. Es completamente ilógico y al menos las reglas de este dispositivo argumental se podrían haber pulido mucho más en vez de funcionar como una sucesión de Deus Ex Machina.

Pero si la secuencia final del Nexus tiene agujeros de consistencia, el encuentro de los dos capitanes resulta chocante a causa de un sólo factor: William Shatner. Shatner es un actor mediocre que sin embargo da el carisma suficiente para los roles adecuados (Kirk, TJ Hooker o Danny Crane), y es un individuo de personalidad fascinante en la vida real, con una capacidad ilimitada para el ridículo – sino, veanlo cantando en videos posteados en YouTube -. No hay nadie mejor que él para ser James T. Kirk. El problema es que, al final de Star Trek: Generations entra en una rutina de sobreactuación casi intolerable. Se lo ve demasiado despreocupado de las circunstancias, excesivamente empalagoso con las sonrisas y totalmente superficial. Especialmente cuando comparte pantalla con un siempre correcto y restringido Patrick Stewart, la sensación es fastidiosa: pareciera que el actor quiere ganar espacio frente a su sucesor a costa de banalidades. Ciertamente no es la misma performance la de Shatner al final del film como la de la secuencia inicial.

Pero si el Nexus y Shatner no bastaran, todo el climax es resuelto de una manera realmente pobre (casi televisiva) y anticlimática. La famosa muerte del Capitán Kirk es shockeante, simplemente porque parece banal y descolgada de los hechos del relato. Definitivamente esta no es la mejor película de la saga, aunque toda la serie de Star Trek, aún en su peor hora, siempre es digerible.

STAR TREK – VIAJE A LAS ESTRELLAS

Los filmes que componen la saga Star Trek son: Viaje a las Estrellas: La Película (1979), Viaje a las Estrellas II: La Ira de Khan (1982), Viaje a las Estrellas III: En Busca de Spock (1984), Viaje a las Estrellas IV: Mision: Salvar la Tierra (1986), Viaje a las Estrellas V: La Frontera Final (1989) y Viaje a las Estrellas VI: Aquel Pais Desconocido (1991). La serie seguiría posteriormente con el elenco televisivo de Star Trek: The Next Generation en los filmes: Viaje a las Estrellas: Generaciones (1994), Viaje a las Estrellas: Primer Contacto (1996), Viaje a las Estrellas: Insurreccion (1998) y Viaje a las Estrellas: Nemesis (2002). Star Trek: El Futuro Comienza (2009) es una precuela dirigida por J.J. Abrams; sus siguientes capítulos son Star Trek 2: En la Oscuridad (2013), y Star Trek Sin Límites (2016). Star Trek: Discovery (2017) es una precuela ambientada 10 años antes del vuelo inaugural del Enterprise. También comentamos la tercera (y mejor) temporada de Picard (2023).