Crítica: South Park: Bigger, Longer and Uncut (1999)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Recomendación del EditorUSA, 1999: Trey Parker (Stan Marsh / Eric Cartman / Satan / Sr. Herbert Garrison / Phillip Niles Argyle / Randy Marsh / Tom (reportero) / enano en bikini / boletero del cine / embajador canadiense / bombarderos / Sr. Mackey / general del ejército / Ned Gerblanski / voces adicionales), Matt Stone (Kyle Broflovski / Kenny McCormick / Saddam Hussein / Terrance Henry Stoot / Jimbo Kearn / Gerald Broflovski / Bill Gates / voces adicionales), Mary Kay Bergman (Liane Cartman / Sheila Broflovski / Sharon Marsh / Wendy Testeberger / Clitoris / voces adicionales), Isaac Hayes (Chef), George Clooney (Dr. Gouache / Dr. Doctor), Brent Spiner (Conan O’Brien), Minnie Driver (Brooke Shields), Dave Foley (los hermanos Baldwin), Eric Idle (Dr. Vosknocker)

Director: Trey Parker, Guión: Trey Parker, Matt Stone y Pam Brady, basados en los personajes de la serie de TV homónima creados por Parker & Stone, Musica – James Hetfield y Marc Shaman, con letras de canciones por Parker y Stone

Trama: Stan, Cartman, Kyle y Kenny acuden al estreno de “Culos de Fuego”, la última película de Terrance y Phillip. Pero el film es apto para mayores de 18 años, y sobornando a un vagabundo, obtienen las entradas. La película es un catalogo de groserías y humor escatológico. Quedando impresionados por el filme, los chicos comienzan a insultar a diestra y siniestra, y los compañeros de clase los imitan, además de ir a ver la película. Padres y maestros comienzan a protestar, y todos los niños de South Park son castigados. Pero los chicos, cuando pueden, se escapan y van a ver reiteradas veces “Culos de Fuego”. Cuando Kenny intenta imitar una de las escenas del film – en que Phillip prende fuego a uno de sus pedos -, termina por incendiarse y muere en el hospital. Los padres – en especial la madre de Kyle – toman fuertes medidas para detener lo que sucede. Formando un comité en contra de los canadienses – la nacionalidad de la película y de Terrance y Phillip -, presionan a la Casa Blanca para que termine con la ofensa, y culminan por desatar una guerra con Canada. Terrance y Phillip son apresados y les espera la pena de muerte. Mientras tanto el espíritu de Kenny ha llegado al Infierno – tras ser rechazado en el Paraíso -, y descubre que Satan y Saddam Hussein son amantes. Hussein abusa de la soledad del Malevolo para poder arrebatarle el poder cuando pueda, cosa que se puede presentar en cualquier momento ya que las puertas del Infierno se abrirán en la Tierra cuando se cumpla la última señal de las profecías – que es, precisamente, la ejecución de los actores canadienses Terrance y Phillip -.

South Park: Bigger, Longer and Uncut South Park es la serie animada de culto creada por Trey Parker y Matt Stone en 1997 y que continúa siendo emitida hasta nuestros días. Parker y Stone habían tentado suerte con un boceto de lo que sería South Park en 1992 sin éxito, y estuvieron buscando alternativas a su humor sin barreras hasta que Canibal: El Musical y Orgazmo (sobre un mormón que se hace actor porno y se vuelve un superhéroe) tuvieron un suceso razonable. A partir de allí consiguieron el visto bueno del canal Comedy Central para desarrollar una tira, y el resto es historia.

El truco del éxito de South Park consiste en mostrar a los niños realizando actos de adultos, pero manteniendo una descarnada perspectiva infantil. La banda de Stan, Cartman, Kyle y Kenny realizan todos los actos prohibidos habidos y por haber (que nosotros hubieramos querido cometer en nuestra niñez) pero potenciado a extremos estratosféricos. No deja de ser una historia de amorales en un pueblo amoral, donde los mayores surgen esporádicamente repitiendo (y defendiendo) ciertos valores morales clásicos que son ridiculizados al máximo por su decadencia. Sumado a esto un humor crudo de guerrilla, la total anarquía moral de sus personajes, el vocabulario soez, y una actitud políticamente incorrecta, la serie se ha regodeado en parodiar temas que eran tabúes como los judíos, los gays, la familia, la discriminación, los discapacitados, el sexo en la niñez, amén de disparar dardos envenenados contra la política, los actores de Hollywood, y las actitudes reaccionarias. Más que humor anarquista, es humor terrorista, donde el público seguidor de la serie desconoce cuándo y donde volarán sus bombas Parker y Stone en el episodio de la semana.

La serie podría haber quedado en un experimento fallido de desafío de la censura y de los tabúes morales, pero su larga continuidad han demostrado su popularidad. Lo que redime a South Park de ser un experimento idiota regodeado en lo soez y lo inmoral, es que las críticas son muy inteligentes, los personajes terminan por mostrar su humanidad en cierto punto, y culminan con una suerte de mensaje positivo que redime a los caracteres y a toda la sarta de atrocidades que previamente han cometido. Es como un chiste sucio con mensaje.

Quien escribe estas líneas es un fan de la serie. Es una crítica descarada desde los americanos hacia los americanos, y es un magnífico ejemplo de disparate creativo, lo que podría compararse con una especie de Monty Python soez de los 90. Era lógico que, con el paso del tiempo, Comedy Central les diera el ok para probar suerte en un largometraje.

Lo primero que puede decirse sobre South Park: Bigger, Longer and Uncut es que cumple perfectamente con su función de adaptación a la pantalla grande. En general cuando series de TV llegan al largometraje (superando la duración normal de sus capítulos), la hora y media standard de duración suele verse excesiva, con lo que el argumento resulta estirado. Aquí la historia también es estirada, incluyendo una numerosa selección de canciones, pero la trama resiste mejor el tiempo en pantalla. El otro aspecto es que la cantidad de insultos es gigantesca, lo cual impide que el filme pudiera ser proyectado en televisión (salvo en permisivos canales de cable). No por nada el filme ostenta un record en Guinness con 399 insultos y 221 actos de violencia.

Pero es una película descomunalmente divertida. El inicio parodia directamente a los filmes de Disney, y se incluyen numerosos actos musicales, aunque la mayoría de ellos se deleitan con las malas palabras. La película no contiene nada nuevo dentro de los códigos internos de South Park: nuevamente las posiciones reaccionarias son criticadas sin piedad. Pero lo que destaca del filme es un ritmo envidiable de disparar los acontecimientos, lo que no termina por aburrir al espectador nunca. Las canciones quizás no sean memorables pero sí son entretenidas, pero cuando la cinta llega a la hora uno ya comienza a encontrarlas menos divertidas y espera que se acelere la acción. Sería el único punto reprochable.

Donde el filme despega realmente es cuando la madre de Kyle arma el MAC (Movimiento contra Canadá), que es donde la locura se dispara. No hay mucha diferencia con el auge del nazismo (una postura política que asume férreos valores morales, incluyendo la censura y la persecución de ideas y personas con tal de defenderlos), con lo cual demuestra que todas las posiciones extremistas son similares. La quema de libros y cds (como los de Alanis Morrisette), los campos de concentración para los canadienses, o la presión sobre Clinton en la Casa Blanca son desopilantes. Y, demostrando lo generoso de su presupuesto para hacerlo “más grande, más largo y sin censura”, se incluyen animaciones CGI del descenso de los infiernos de Kenny – un personaje que en la serie nunca termina de morir, hasta el encuentro con Satan y Hussein, que es una de las escenas memorables del film. Uno piensa en la reciente ejecución del dictador iraquí y se imagina qué golpe debe haber sido para Parker y Stone, ya que Hussein es sin dudas uno de los personajes más destacados del universo South Park.

Hay numerosas escenas para el recuerdo: el bombardeo de la mansión de los Baldwin, el discurso en las Naciones Unidas, las escenas de cama en el Averno con Hussein sodomizando a Satan, la sagrada búsqueda del clítoris… Entre toda esa locura, el filme se da tiempo para humanizar a los personajes como la novia prohibida de Kyle, o bien la canción – lamento de Satán que son momentos bien desarrollados. Pero esas escenas sentimentales duran realmente poco, y el film continúa su andanada de disparos a quemarropa, como la ejecución de Bill Gates cuando el Windows 98 que se usaba para la demostración táctica del ejército se “cuelga”. Es realmente impagable.

Por supuesto el final recupera el status quo, y hay cierto tufillo al clímax de La Guerra de las Galaxias: El Regreso del Jedi. Si bien la última media hora es mas lenta – cuando el filme se encarrilla hacia su clímax – no deja de ser disfrutable. El tema está en que parece que toda la pólvora se la hubieran gastado en la hora inicial, y Parker y Stone quedaran algo cortos de ideas. Sin duda la presencia de Cartman y de Hussein terminan por salvar las papas del fuego cuando las cosas bajan de tono (y que son lo mejor del film).

Es una comedia imperdible. Mantiene la esencia de la serie y la expande; y si quizás no es una hora y media del mejor cine, al menos es una hora y media de risas imparables, lo que pocas películas cómicas pueden decir.