Crítica: Quarantine 2: Terminal (2011)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2011: Mercedes Masöhn (Jenny), Josh Cooke (Henry), Mattie Liptak (George), Ignacio Serricchio (Ed), Noree Victoria (Shilah)

Director: John Pogue, Guión: John Pogue, basado en los filmes Quarantine (de John Erick Dowdle & Drew Dowdle), y Rec (de Jaume Balagueró, Luiso Berdejo & Paco Plaza)

Trama: Un avión de línea se dispone a partir desde la ciudad de Los Angeles hacia su destino en Nashville. Pero a los pocos minutos del despegue uno de los pasajeros se enloquece y se abalanza sobre la cabina del avión, intentando alcanzar a los pilotos del vuelo. Luego de ser sometido por los pasajeros, el avión realiza un aterrizaje de emergencia en Los Angeles y le pide a la torre de control que les mande policías y médicos, ya que el desquiciado ha lastimado a varios pasajeros en su ataque. Pero la radio está muerta y nadie sale a recibirlos. Y cuando los pasajeros intentan salir de la salida de embarque, son alcanzados por disparos provenientes del cerco militar plantado alrededor del aeropuerto. Allí es cuando se enteran que se encuentran en cuarentena, debido a que han sido alcanzados por un virus que provoca la rabia en cuestion de minutos y convierte a las personas en criaturas sedientas de sangre. El problema es que varios de los pasajeros han sido mordidos por el desquiciado… y han comenzado a sentir malestares que presagian lo peor.

Quarantine 2: Terminal En el 2008 los americanos se despacharon con Quarantine, una remake de la española REC (2007), la que estaba muy bien hecha y era más que aceptable en sus propios términos. Ahora el director de Quarantine, John Erick Dowdle, da un paso al costado y oficia de productor en esta secuela, la cual es material original y no se trata de una remake de la secuela oficial REC 2. Quarantine 2: Terminal no será un dechado de originalidad, pero sin dudas es sólida y competente.

Ahora el proyecto ha quedado en manos de John Pogue, un tipo medianamente conocido por ser el libretista de U.S. Marshalls (1998), Barco Fantasma (2002) y la no muy feliz remake de Rollerball (2002). Pogue escribe y dirige, y le agrega a la historia el componente paranoide que aterroriza a los americanos desde setiembre del 2001; esto es, aviones, virus, y pasajeros desquiciados en pleno vuelo.

Debo admitir que el primer tercio – que tiene lugar dentro del avión – está muy bueno. Hay algunas incoherencias – la mitad de esta gente lleva animales consigo (ratones, hamsters, gatos, etc) y en el mismo asiento, un hecho que de solo mencionarlo sería causa suficiente para que me bajen de patadas en el colectivo 60; acá es un vulgar recurso del guión para tener, media hora después, una horda de animales mutantes atacando por los cuatro costados -, pero resultan perdonables, y la dirección compensa estas fallas con el clima de tensión que crea, especialmente cuando el avión se ve obligado a pegar la vuelta mientras que la mitad de la tripulación está herida por el accionar de un gordo enorme que se contagió el virus de casualidad. El punto es que, ni bien aterrizan, la película pierde lo poco de original que tenía y entra en toda la rutina propia de Quarantine / REC: militares cercando al aeropuerto, ausencia total de información, francotiradores liquidando a los que se quieren escapar de la zona en cuarentena, nylons abrochados a todas las ventanas y ventiletes, conversiones a último momento de los personajes más impensados, cortes de energía en los momentos más inapropiados, etc, etc.

Al menos Quarantine 2: Terminal tiene la decencia de jugar sin reglas, con lo cual cualquier personaje puede convertirse en un engendro mutante devorador de carne humana en cuestión de segundos. Pero los giros son rutinarios y predecibles. Entonces lo que queda es un ejercicio de estilo del director, el que al menos demuestra ser competente.

Quarantine 2: Terminal es una secuela ok. No es un clon del original, al menos cambia de escenario pero no cambia de reglas ni tampoco expande la idea. Ok, hay un par de revelaciones que no suenan muy convincentes, y que quizás hubiera sido mejor dejarlas en silencio; pero, por lo demás, tiene un par de sustos efectivos y es potable, con lo cual resulta recomendable.

QUARANTINE, LA REMAKE NORTEAMERICANA DE REC

Quarantine (2008) – Quarantine 2: Terminal (2011)