Crítica: La Profecía 2 (The Prophecy 2) (1998)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 1998: Christopher Walken (Gabriel), Jennifer Beals (Valerie Rosales), Russell Wong (Danyael), Brittany Murphy (Izzy), Eric Roberts (Michael), Bruce Abbott (Thomas Daggett)

Director: Greg Spence, Guión: Greg Spence & Matthew Greenberg

Trama: Valerie Rosales atropella por accidente a un hombre y lo lleva al hospital. La recuperación del individuo es milagrosa, y éste comienza a interesarse por la muchacha hasta seducirla. Pero al día siguiente Valerie descubre que tiene más de tres meses de embarazo. Es que ella está esperando a un nefilim – un niño procreado entre un ángel y una mujer humana -. Mientras tanto Gabriel ha sido expulsado del Infierno y ha regresado a la Tierra. Conociendo de la existencia del nefilim, el ángel se lanza a la búsqueda de Valerie para asesinarla. Y es que la concepción de este hijo dará lugar al nacimiento de un elegido, el cual comandará las tropas leales a Dios en la guerra que se libra en los cielos, dándole punto final a la sangrienta batalla.

La Profecia 2 En 1995 salió The Prophecy; y si bien no fue un hit en la taquilla, muy pronto se convirtió en un filme de culto tras su salida a video. Era lógico que se impusiera la secuelitis, las cuales comenzaron con la segunda parte que aquí comentamos. Lamentablemente los creativos originales partieron hacia otros rumbos; y si bien Greg Spence aporta lo suyo, The Prophecy 2 no llega a las alturas del primer filme. La trama queda muchas veces con las patas para arriba, y de no ser por la fascinación por la mitología angelical y la performance de Christopher Walken, la película sería directamente mediocre.

La película despacha en cinco minutos a los protagonistas del primer filme, y enseguida se entronca con un nuevo relato a la Terminator. El detective que antes protagonizara Elias Koteas (y que aquí encarna otro actor con parecido cero) es incinerado en cuestión de segundos; Gabriel es expulsado del infierno – en cameo de otro clon de Viggo Mortensen -, ya que el averno queda chico para dos ángeles caídos; y a lo sumo hace una aparición fugaz el forense de la primera película, quien le advierte a Jennifer Beals de haber visto antes otro cadáver de un ángel. De ahí saltamos a la concepción de un nuevo elegido que salvará a la humanidad (¿John Connor? ¿Neo?), y la implacable persecución de Christopher Walken para exterminarlo.

Aunque Greg Spence no tiene tan buena mano para manejar la mitología angelical – que era lo más fascinante de la primera película -, igualmente el filme tiene sus momentos. Los ángeles posando como gárgolas en las esquinas de las azoteas de los edificios; las visiones fugaces de la guerra en el cielo; la revelación de Danyael como angel frente a Valerie Rosales; incluso ahora Christopher Walken carga una espada (una tradicional arma celestial), algo que resultaba obvio y que faltaba en en el primer filme. El gran problema con The Prophecy 2, es que la historia avanza a los saltos y sin dar demasiadas explicaciones; en un momento todo el mundo va a parar al Paraíso (que es un lugar en la Tierra, y que parece una zona industrial), y conocen la dirección sólo porque se las dio el guionista. Los personajes son omniscientes para algunas cosas y para otras son unos completos palurdos. Christopher Walken debe revivir a una suicida para que le encuentre la dirección de Jennifer Beals en una computadora, simplemente porque él no entiende D.O.S. Y el clímax es muy traído de los pelos.

Pero aún con sus agujeros de lógica (a veces, enormes), The Prophecy 2 es entretenida. La frutilla del postre es Christopher Walken, quien es el que se roba el show. Su angel exterminador se comporta tal como uno de los típicos mafiosos que componía en los filmes que protagonizaba con Abel Ferrara. Como Gabriel no entiende la tecnología humana, rescata a otro suicida (Brittany Murphy, en uno de sus primeros papeles), y la chica intenta matarse a cada rato para liberarse del angel (lo que da pie a los mejores gags del filme). El filme vale el precio del alquiler sólo por ver la carismática performance de Walken.

Pero en el aspecto mitológico, The Prophecy 2 también carece de la substancia del filme original. Aquí Jennifer Beals queda impregnada de un nefilim, pero se le da una interpretación completamente diferente al sentido original. Un nefilim, concebido entre un angel y una mujer, es en realidad un gigante carente de alma (no un angel con espíritu de hombre como indica la película), e históricamente siempre se la consideró como una raza de bastardos que atentaban contra los planes de Dios. Para tener una idea, Goliat – el gigante derrotado por David – era descendiente de nefilims. El otro punto es que el nefilim forma parte de un plan del ángel Miguel para unir las facciones celestiales … pero nunca se explica cómo han elegido al personaje de Jennifer Beals, y ni siquiera el mismo Miguel en persona se encarga de la faena. Tampoco queda claro si el chico va a querer cargar con semejante responsabilidad. Como eso, hay varios puntos traídos de los pelos en el libreto.

The Prophecy 2 es una buena secuela, si bien no una memorable. Walken provee los mejores momentos, y hay un par de buenas ideas a medio cocinar. El resultado final está ok, pero podría haber sido mucho mejor.

THE PROPHECY

La saga original de La Profecía se compone de: The Prophecy (1995), The Prophecy II (1998) y The Prophecy 3: The Ascent (2000). Posteriormente se editarían en video dos títulos más, sin la participación de Christopher Walken: The Prophecy: Uprising (2005) y The Prophecy: Forsaken (2005)