Crítica: El Fantasma (The Phantom) (Miniserie 2009)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2009, miniserie: Ryan Carnes (Kit Walker / Chris Moore / el Fantasma), Cameron Goodman (Renny Davidson), Jean Marchand (Abel Vandermaark), Sandrine Holt (Guran), Isabella Rossellini (Dra. Bella Lithia), Ron Lea (Detective Sean Davidson), Cas Anvar (Rhatib Singh)

Director: Paolo Barzman, Guión: Daniel Knauf & Charles H. Knauf, basados en el comic homónimo creado por Lee Falk

Trama: El joven Chris Moore se encuentra terminando su carrera de abogacía y gusta practicar parkour en sus ratos libres. Pero un día descubre que sus padres han sido brutalmente asesinados y, en la huida de la escena del crimen, es interceptado por un grupo de hombres misteriosos que se ofrecen a protegerlo. El líder del grupo, Abel Vandermaark, le dice que en realidad él es adoptado, que su verdadero nombre es Kit Walker y que es el último descendiente de un largo linaje de paladines que han luchado contra la injusticia desde hace siglos, conocido como los Fantasmas. Ahora Kit viaja con Vandermaark a la isla de Bengala, en donde es entrenado en las más diversas disciplinas que lo hagan apto para combatir el crimen; pero, mientras tanto, su novia Renny ha quedado en Nueva York y desconoce la suerte del joven. Cuando el padre de Renny sufre un atentado, Kit llega a la conclusión de que la Hermandad Singh – enemigos ancestrales del Fantasma – se encuentra tras sus pasos y no descansarán hasta eliminarlo. Ahora dicha organización criminal se encuentra embarcada en un proyecto realmente ambicioso – el de lavar el cerebro a miles de personas a través una señal envíada por su empresa de TV por cable y convertirlos en un ejército de asesinos a sus órdenes -, cuyo éxito depende de eliminar al nuevo Fantasma antes de que se transforme en una amenaza.

El Fantasma (miniserie 2009) El Fantasma es el clásico héroe de aventuras creado por Lee Falk en 1936. Además de ser uno de los primeros super héroes del comic, estableció una serie de pautas en el lenguaje narrativo del género que terminarían por ser fundacionales – una historia de origen, el uso de disfraces amoldados al cuerpo, el antifaz sin ojos que le da un aire de misterio al personaje -. La tira se ha mantenido popular hasta el día de hoy, especialmente en la península escandinava en donde El Fantasma es considerado como un ícono cuasi nacional; poseen su propia versión licenciada del comic (con dibujos e historias propias) y, en la Segunda Guerra Mundial, el nombre del personaje era una palabra identificatoria clave entre los miembros de la resistencia a los invasores nazis. Con el trascurso de los años la creación de Falk tendría su cuota de adaptaciones, que van desde seriales en los años 40, dibujos animados, un piloto para la TV en 1961, hasta su propio filme en 1996; lamentablemente en todos los casos los esfuerzos no pasaron de ser debut y despedida.

Quizás el tema con El Fantasma pase porque, aunque se disfraza de super héroe, no deja de ser un personaje de aventuras. Es como poner a Indiana Jones en traje de spandex; las expectativas que genera el caracter a simple vista se contradice con la realidad de sus historias, que parecen orientadas para el público adolescente que existía en la década del 40 y 50, y que eran los mismos que leían títulos como Sandokan o Tarzán. Por allí puede estar el motivo por el cual el personaje nunca pudo obtener el nivel de masividad (entre las generaciones modernas) que otros íconos del comic han conseguido, ya sea por aggiornamiento o reinvención. En comparación con gente que lanza rayos por los ojos o que maneja batimoviles cargados de gadgets, hablar con los animales y llevar dos Colt 45 en la cintura suena realmente insípido.

Ahora llega el turno de esta miniserie producida por la cadena SyFy (gulp!). Habitualmente SyFy produce engendros indigeribles de todo tipo y color y, en el caso de personajes clásicos, ha sido responsable de desastres tales como la versión 2007 de Flash Gordon, a la cual todo el mundo odió sin miramientos. Para contrarrestar la mala fama de sus productos los ejecutivos de la cadena decidieron traer a bordo a un tipo responsable como Daniel Knauf – creador de la aclamada miniserie de HBO Carnivale -, y le dieron libertad de acción. El resultado final es extraño; por un lado es respetuoso de la mitología del personaje, y por el otro lado ensaya un enfoque completamente original que, si bien no está totalmente logrado, al menos es loable. La conclusión es que se trata de una muy buena aventura, siempre que se la considere en sus propios términos.

Lo primero que salta a la vista es que el personaje ha sido reconstruido para resultar atractivo a un público joven y desconocedor de la mitología del personaje. Ahora Kit Walker es un joven de 24 años, que vive en Nueva York y que hace parkour. Antes que pongamos el grito en el cielo nos enteramos que es adoptado, y que la organización secreta Bpaa Thap (creada por la familia Walker) lo ha estado buscando durante décadas; una vez localizado, se lo llevan para adiestrarlo como el próximo Fantasma. Mientras tanto tenemos a la perversa Dra. Bella Lithia (Isabella Rossellini, quien carece de músculos faciales y sigue deshonrando la memoria de su madre Ingrid Bergman), quien ha inventado un dispositivo para lavarle el cerebro a la gente mientras ve TV satelital (una especie de versión malvada de DirecTV). Lithia trabaja para la Hermandad Singh, antiquísimos enemigos del Fantasma y que ahora funcionan como una especie de corporación del mal al estilo de LexCorp en las historietas de Superman. Los Singh planean un magnicidio con el decodificador asesino, pero la reaparición del Fantasma pone en peligro sus planes… o algo así por el estilo.

La miniserie cuenta con muchos aciertos, comenzando por los actores que son muy buenos, simpáticos y carismáticos. Los diálogos son inteligentes. Los villanos son de cartón pintado y, aunque parecen una reunión de gente con acento raro, por lo menos no son ridículos. La acción está bien filmada, y el libreto tiene la suficiente inteligencia de no tomarse demasiado en serio a sí mismo. En un momento la asistente le dice al Fantasma: “pensé que no harías la ceremonia de los anillos, porque pensarías que es ridícula” (nota: el Fantasma le da un anillo a cada persona a la que le salva la vida, y el mismo significa que está obligado a devolverle el favor cuando él se lo exija); a lo que el héroe contesta: “no creo que eso sea más ridículo que yo, vistiendo un traje de kevlar violeta y un casco”.

Sin embargo la miniserie tiene su cuota de problemas, algunos menores y otros de peso. El primero es el mismo Fantasma. Aunque es buen intérprete y tiene ángel, Ryan Carnes se ve demasiado adolescente y carece del physique du rol. Le falta edad, estatura y pectorales. Al lado del resto del cast se ve demasiado petiso y jamás logra destilar el magnetismo que requiere el personaje (algo que Billy Zane sí lograba en la versión 1996). El otro problema es la presentación del personaje en sí. Uno se pasa una hora viendo las vicisitudes de la vida “normal” del protagonista y esperando el gran momento en que se convierta en héroe… y, cuando llega, no se condice con las expectativas creadas. Es demasiado lineal y descremado, carente de misticismo. Incluso el traje – que ha sido rediseñado desde el punto de vista de la practicidad – carece de presencia y el diseño es discutible. Todo esto, en sí, resulta tolerable durante el tiempo que uno disfruta de la miniserie. Lo que no es tan perdonable es el tercer acto, que tiene serios problemas de construcción. El tipo se pasea en medio de un enjambre de policías y nadie atina a arrestarlo y, cuando lo hacen, nadie le saca la capucha; o las revelaciones de último momento, que son muuy traídas de los pelos.

El Fantasma 2009 es un 75% disfrutable y un 25% discutible. En general me gusta el enfoque y la seriedad que le han puesto a todo el asunto, aunque no estoy seguro que una versión adolescente del Fantasma fuera la mejor opción. En todo caso la mayor falla pasa por diluir la mitología del héroe a cambio de un punto de vista realista y “Nolanesco”. Si éste era el punto de partida de una serie (todo lo indica así), hubiera sido interesante ver la evolución de la idea. Aún cuando ello no haya pasado, El Fantasma 2009 es una opción recomendable para ver, ya que tiene su cuota de méritos que resulta necesario destacar.

EL FANTASMA DE LEE FALK

Las versiones comentadas en este portal sobre el personaje de Lee Falk son: The Phantom (piloto de TV de 1961), El Fantasma (1996), y la miniserie de la cadena SyFy El Fantasma (2009)