Crítica: De Origen Desconocido (Of Unknown Origin) (1983)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Recomendación del EditorUSA / Canada, 1983: Peter Weller (Bart Hughes), Jennifer Dale (Lorrie Wells), Lawrence Dane (Eliot Riverton), Kenneth Welsh (James Hall), Louis Del Grande (Clete), Shannon Tweed (Meg Hughes)

Director: George Pan Cosmatos, Guión: Brian Taggert, basado en la novela El Visitante de Chauncey G. Parker III

Trama: El ejecutivo Bart Hughes despide a su esposa y su hijo, quienes se van de visita a la casa de sus padres en otra ciudad. En su trabajo, Hughes recibe la misión de reorganizar la cadena de sucursales de la costa oeste de la empresa, pero dispone de un plazo apremiante de tiempo. Con la urgencia de culminar el proyecto, Hughes se recluye en su casa para terminar de elaborarlo cuando empieza a detectar señales de la existencia de una rata en la vivienda. Pronto comenzará a tender trampas y desperdigar veneno, pero la criatura resulta ser persistente y sorprendentemente inteligente. Y cuando Hughes avista al animal – que resulta ser enorme e increíblemente agresivo -, comienza a obsesionarse con él de tal modo, que terminará librando una batalla campal en su propia casa.

Arlequín: Crítica: De Origen Desconocido (Of Unknown Origin) (1983)

La naturaleza destructiva de las ratas – devastando todo a su paso, esparciendo plagas por doquier – ha ocupado su lugar en el género fantástico desde hace siglos. Y en el caso del cine, llegaron a la pantalla grande en 1971 con Willard, que es un reinterpretación mucho más oscura de la conocida fábula de El Flautista de Hamelin. Willard resultó ser un éxito, disparó una secuela (Ben, la Rata Asesina), y su influencia seguiría durante el resto de los años 70, generando un subgénero conocido como Nature Runs Amok (la naturaleza se descontrola), con todo tipo de animales atacando a la raza humana y cuyo mayor exponente es el clásico de Steven Spielberg Tiburón.

Pero refiriéndose exclusivamente a ratas, el otro hit del subgénero es sin lugar a dudas De Origen Desconocido. Esta es una pequeña joyita de culto, producida mayormente con capitales canadienses, y que cuenta con un staff interesante: dirige George Pan Cosmatos (en su época pre Rambo II y Cobra), está Peter Weller en su primer protagónico siglos antes del megahit Robocop, y es el debut de Shannon Tweed, que se transformaría en la diosa del softcore de los ochenta y los noventa.

Uno puede recabar múltiples influencias en el argumento de De Origen Desconocido. No sólo la de Willard, sino también del clásico televisivo Trilogía del Terror (en especial, de su tercer segmento, con el famoso guerrero Zuni persiguiendo a Karen Black por todo el departamento), e incluso – como lo muestra el filme – de El Viejo y el Mar. Ratas mutantes y super inteligentes, paranoia urbana, guerras libradas en el living de la propia casa, historias de obsesiones más allá del límite de lo normal. E incluso la criatura termina por funcionar como una suerte de analogía de la propia vida del personaje de Peter Weller – mientras que este ejecutivo se dedica a devorar empresas para revenderlas (algo propio de la era Reagan), la rata hace lo mismo con él en su propia casa -.

De Origen Desconocido es un excelente ejemplo de cómo construir un buen thriller. La premisa ya está dada a los cinco minutos de proyección, y todo el tiempo gira alrededor de ella sin necesidad de meter diálogos inútiles o secuencias superficiales. El clima se vuelve cada vez más asfixiante a medida que avanza la proyección – con noches enteras de Weller sin dormir, apariciones fantasmales del animal en los momentos menos pensados, y toda una situación de agotamiento y paranoia que termina en una batalla campal -, y el libreto se encarga de manera inteligente de darle carnadura al roedor como villano, tanto en sus comportamientos como diseminando abundante información acerca de su naturaleza como plaga, la cual es cierta y resulta ser inquietante. Lo de Weller es un descenso a los infiernos, y específicamente a la fase más instintiva del hombre, cazando a su enemigo para poder sobrevivir. Todo el setup de los ataques de la rata son creíbles, y la evolución del conflicto es impecable. Y desde el momento en que hay pérdidas de vidas en ambos bandos – pérdidas razonables, cuando cualquier otro libreto mediocre hubiera incluído dos o tres tipos muertos de la manera más estúpida -, se desata un duelo a muerte completamente inevitable.

A mi juicio De Origen Desconocido es un pequeño clásico no suficientemente reconocido. Tiene suspenso, los efectos especiales son buenos, y las apariciones de la criatura – aún cuando la premisa parezca mundana – generan sus buenos sobresaltos. Incluso en el clímax se respeta el realismo (dentro de lo que Hollywood entiende como realismo) como para resultar creíble. Desde ya, recibe nuestra más cálida de las recomendaciones.