Crítica: Arma Desnuda (2002)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Hong Kong, 2002: Maggie Q (Charlene Ching), Anya Wu (Katt), Jewel Lee (Jing), Almen Wong (Madame M), Daniel Wu (Jack Chen), Cheng Pei-pei (Faye Ching), Andrew Lin (Ryuichi)

Director: Siu-Tung Ching, Guión: Jing Wong

Trama: Cuando tenía 16 años Charlene Ching fue secuestrada – junto con otras niñas de su edad – por una despiadada organización liderada por Madame M, la cual las llevó a una isla secreta en el Pacífico y estuvo entrenándolas como asesinas profesionales durante seis intensos años. Al final del período, la prueba de graduación consistió en un enfrentamiento a muerte de todos contra todos, en donde solo un puñado de supervivientes serían aprobados por la experta asesina. Junto a su amiga Katt, Charlene es enviada a Europa a ejecutar asesinatos orquestados por Madame M – cuyos objetivos son, casi siempre, altos ejecutivos o lideres mafiosos -, los cuales les reditúan una fortuna a costa de arriesgar sus propias vidas. Pero ahora el destino ha llevado a Ching a Hong Kong y su misión es asesinar a un político cercano a su madre biológica, quien la cree muerta desde hace 6 años. Sin embargo la ocasión será aprovechada por un inepto agente de la CIA, quien viene siguiendo el rastro de las sicarias desde hace años y que ahora parece contar con una pista cierta; pero el reencuentro entre madre e hija también ha sido monitoreado por los aliados de algunos de los mafiosos asesinados, quienes ven allí la oportunidad de exterminar – y de la manera mas sangrienta posible – a la organización de Madame M, y aguardarán pacientes el momento adecuado para desatar toda la furia de su venganza.

Arma Desnuda (Naked Weapon) Cuando la sequía se prolonga, uno tiene que salir a revolver cielo y tierra en busca de oportunidades. En mi caso, la carencia de títulos fantásticos y/o filmes potables publicados en los últimos tiempos me hace salir a capturar rarezas y películas perdidas, en donde a veces uno se topa con alguna que otra joyita. Arma Desnuda no es precisamente este último caso; es una película de acción pasatista made in Hong Kong que tiene su potencial pero el cual es arruinado miserablemente por un montón de decisiones estúpidas tomadas por el director, especialmente en el tercer acto en donde el filme se hunde en un picado insalvable. En general el cine asiático suele tener ese vicio – de masacrar las cosas sobre la última hora, incluso con historias que habían comenzado muy bien -, como si tuvieran la necesidad de ultrarecontrahiper subrayar el dramatismo del climax, metiendo un montón de cosas totalmente reñidas con la lógica. En el caso que nos ocupa, ver a Maggie Q parada con un pie sobre la cabeza de un tipo, saltar y moldear su cuerpo en el aire como si fuera Superman lanzándose a la Tierra es demasiado imbécil, aún para los bajos estandares de credibilidad que maneja el cine de Hong Kong.

La protagonista de Arma Desnuda es Maggie Q, esa chinita con cara de pocos amigos que le pateaba el trasero a Bruce Willis en Duro de Matar 4.0, y que después tuvo su oportunidad en la TV norteamericana con una especie de secuela de La Femme Nikita, la cual duró cuatro temporadas. La Q en realidad es una norteamericana nacida de padre irlandés y madre vietnamita, criada en Hawaii, y que surgió a la fama como modelo en Japón. Mientras las cosas prosperaban en el modelaje quiso probar suerte en el cine, hasta que terminó por ser descubierta (y apadrinada) por Jackie Chan, el cual comenzó a entrenarla como futura estrella del cine de acción. A los ojos de un neófito es interesante descubrir cómo Maggie Q tuvo una carrera bastante nutrida en el cine de Hong Kong antes que el resto de Occidente la re-descubriera en Misión Imposible III y la ya mencionada Duro de Matar 4.0, todo esto antes de cumplir los 28 años. A ciencia cierta no sé cual es la tremenda fascinación que provoca la Q en la platea asiática: su figura es famélica y poco sexy, no es un prodigio de carisma, y como artista marcial no es muy creíble que digamos. Por contra, es bastante buena actriz, es tremendamente ágil (aunque no convence a nadie a la hora de lanzar un golpe), y los papeles de mala le salen muy bien. Aquí en Arma Desnuda es una chica mas del montón, en donde diría que hay otras muchachas mucho mas bonitas y que pelean mucho mejor; lo inusual es ver a la Q como una heroina (y una realmente sufrida), en donde se ve obligada a mostrar un rango dramático que resulta decente. Considerando que éste era su cuarto filme (y que apenas tenía 23 años de edad), la chica se maneja con cierta confidencia propia de la de un veterano en estas lides.

Mientras que Maggie Q emerge como una heroina de acción potable, la puesta en escena de Arma Desnuda deja mucho que desear. El problema es que la premisa prometía demasiado pero se descalabra sobre el final. La trama es propia de un comic – y más precisamente, se parece a la de Diabolik y algún que otro villano de los fumetti italianos de la década del 60 -, en donde niñas inocentes son secuestradas por una perversa organización criminal para ser entrenadas durante años como implacables asesinas profesionales. Hay alguna que otra noñería, unas cuantes peleas no muy convincentes, y alguna insinuación lésbica excesivamente light, todo lo cual culmina con la graduación de ella, su lesbi-amiga, y una sicópata que ha aprendido a amar su trabajo, la cual es el mejor personaje de la película. Las tres son soltadas en Europa para ejecutar sus misiones, haciéndose pasar por prostitutas de alto nivel contratadas por jefes mafiosos y poderosos hombres de negocios. Precisamente será en un trabajo en España en donde las cosas se saldrán de madre – con balaceras masivas y cadáveres por doquier -, lío que terminará con un puñado de sobrevivientes jurando vengarse (de la manera mas violenta posible) de las chinitas.

Cuando el filme llega a la hora, Arma Desnuda abandona su onda Nikita y decide meterse en un berenjenal, especialmente porque no sabe cómo resolver la trama y crearle un finale decente. Lo normal es que Maggie Q hubiera hecho crisis de consciencia y se hubiera ido a incendiarle la fortaleza secreta a la china que la enroló y le arruinó la vida pero, en vez de eso, se ve obligada a enfrentarse a la ira de los amigos del mafioso español, el cual deshace en cinco minutos la organización de las sicarias – y liquida a los mejores personajes del filme -, amén de involucrarse con el idiota del agente de la CIA que viene persiguiéndola desde hace años. Es tan chocante ver la cantidad de bobadas que comete el filme – la Q y el espia de la CIA encerrados (y franeleándose) en la bodega de un camión de helados; la Q peleándose con su compañera la sicópata, lanzándole vidrios como si fuera Bullseye de Daredevil; el idiota de la CIA llevándose a cocochito a la madre herida de Maggie Q, mientras ésta viene corriendo atrás y tapándole el agujero (hecho con un cuchillo) con una mano (acaso el tipo no tenía auto?¿o va a hacer las vigilancias tomándose el colectivo?); los mafiosos vengadores, inyectándole un dardo afrodisíaco a la Q, con lo cual la chica entra en un estado de revolución hormonal que no deja títere masculino sin cabeza (literalmente); y el mencionado combate final, que es una oda imparable de idioteces, con gente volando, frenando en seco en el aire, o tirando a personas a decenas de metros de distancia con el solo movimiento de un dedo -, que la ultima media hora resulta atroz y uno la ve sólo por la obligación de dilucidar el final de la trama. Digo: hasta ese entonces el filme no había cometido tantos dislates… ¿por qué se les ocurrió tirar todo por la borda en los 30 minutos finales?.

Arma Desnuda es entretenimiento pasable. Las actuaciones son malas, las peleas son flojas, el argumento promete pero después implosiona, y todo da la impresión de tener potencial pero se desmorona al cabo de un tiempo gracias a ser operado por artesanos ineptos. Aún con todo ello se deja ver porque siempre pasa algo y nunca aburre, caracteristicas que no la califican de manera automática como buen cine o, siquiera, uno aceptable.