Crítica: La Momia 3: La Tumba del Emperador Dragón (2008)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2008: Brendan Fraser (Rick O’Connell), Maria Bello (Evelyn O’Connell), Luke Ford (Alex O’Connell), Isabella Leong (Lin), Michelle Yeoh (Zi Juan), Jet Li (emperador Han), John Hannah (Jonathan Carnahan)

Director: Rob Cohen, Guión: Alfred Gough & Miles Millar

Trama: Evelyn y Rick O´Connell viven una sedentaria y aburrida vida en Inglaterra, hasta que el gobierno les ofrece transportar el Ojo de Shangri-la a China en señal de buena voluntad diplomática. Allí visitan a Jonathan, el hermano de Evelyn pero descubren que su hijo Alex – ya adulto, y que debería estar cursando en la universidad – ha abandonado los estudios en pos de la vida aventurera de sus padres. Ahora Alex ha descubierto la tumba maldita del emperador Han; pero las fuerzas militares rebeldes chinas han montado una operación para hacerse del Ojo de Shangri-la y resucitar al emperador dragón, con cuyos poderes mágicos pondrán fin a la revuelta comunista. Ahora los O´Connell deberán impedir que el proceso que volverá inmortal a Han se complete, ya que de caso contrario desatarán un poder que puede arrasar a todo el planeta.

La Momia 3: La Tumba del Emperador Dragon Esta es la segunda secuela del éxito La Momia de 1999. Y después de La Momia Regresa (2001) la serie parecía haber entrado en el freezer hasta que los productores de Hollywood detectaron que podría llegar un revival del cine de aventuras a partir de la cuarta y demorada secuela de Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal, por lo cual pusieron manos a la obra para resucitar a la saga a como diera lugar.

Ciertamente la saga de La Momia daba bastante tela para cortar (chiste obvio!) hasta que su creador Stephen Sommers empezó a enloquecerse con los efectos especiales y comenzó a crear películas abominables e incoherentes. Tanto con La Momia Regresa como con Van Helsing comenzó a cavarse su propia tumba, excediéndose en adornos y creando historias ridículas. Acá Sommers es relegado al plano de productor, pero para el sillón de cineasta el director elegido es uno que tampoco tiene una reputación muy potable. Rob Cohen es el mismo de XXX y Stealth, con lo que está todo dicho.

A uno le da la impresión que Sommers y Cohen son hermanos separados al nacer. Ambos directores comenzaron rodando filmes decentes – en el caso de Cohen, Dragon: La Verdadera Historia de Bruce Lee, y Sommers con La Momia -, hasta que empezaron a intoxicarse con los FX. Estéticamente son directores más que prolijos – el trabajo de Cohen es visualmente notable, y maneja un preciocismo visual de gran gusto -, pero resultan extremadamente indulgentes a la hora de tamizar los guiones que le llegan a sus mesas de trabajo (o que ellos mismos escriben). En el caso de Cohen y La Momia 3: La Tumba del Emperador Dragón los errores de siempre del director vuelven a repetirse. La historia empieza bien, y de pronto empieza a sacar conejos de la galera que son totalmente inesperados y suenan a recurso desesperado del guión para generar seudos grandes momentos.

En verdad La Momia 3: La Tumba del Emperador Dragón es un filme mediocre, pero es un 0.05 % mejor que La Momia Regresa. Al menos Cohen no bombardea tanto la pantalla con FX como Sommers, y la historia tiene un timing un poco más decente. Los protagonistas principales se ven algo opacos respecto de sus anteriores apariciones en la saga, y sólo en escasos momentos parecen revivir algo de su carisma. Al menos tienen la decencia de no tomarse las cosas en serio cuando el libreto se despacha con algún disparate colosal – como la aparición imprevista de los yetis en una secuencia de acción, en donde Lin se comunica con ellos para pedirles ayuda y John Hannah tiene la ocurrencia de decir: “¿Qué? ¿Acaso ahora ella habla Yeti?” -. El tema es que la historia pasa más por el lado de Alex O´Connell que por el matrimonio de Evelyn y Rick; y si bien Luke Ford es bastante decente en el rol, la platea pedía más apariciones de Brendan Fraser. Por su parte, Maria Bello reemplaza a Rachel Weisz pero nunca deja de parecer una impostora.

La historia es un disparate. La presencia de Jet Li es nominal, ya que la mayor parte del tiempo es un CGI que poco tiene que ver con el actor, y ni siquiera tiene tiempo de hacer piruetas marciales. Michelle Yeoh aparece en un cameo extendido y nada más. Para colmo, la película se despacha con una costosa introducción que bien podría haberse suprimido, a no ser del deseo de mostrar a Jet Li a cara descubierta como para que se gane su cheque. Sin esa presentación, el libreto podría haber mejorado el timing de los sucesos y el film podría haber elevado su puntería. Y aún con toda la sarta monumental de sanata y Deus Ex Machina que el film dispara, por lo menos resulta bastante entretenida dentro de lo absurdo que pretende vender. Toma ideas de todos lados – en especial de Indiana Jones como El Templo de la Perdición y La Ultima Cruzada -, pero le pone ritmo. Así como está, es relativamente potable – más como producto de video que como aventura para la pantalla grande -, no hiere demasiado las neuronas y divierte bastante hasta que se encienden las luces. Pero sin dudas no es un film memorable.

LA MOMIA

Las versiones de la Momia comentadas en este portal son: La Momia (1932) – la versión de la Hammer La Momia (1959) – el intento de un universo cinematográfico compartido La Momia (2017). Además estás las versiones en clave de aventura de La Momia (1999) – La Momia Regresa (2001) y La Momia 3: la Tumba del Emperador Dragón (2008)