Crítica: Terror en el Sol de Medianoche (Terror in the Midnight Sun) (1959)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA / Suecia, 1959: Barbara Wilson (Diane Wilson), Sten Gester (Erik Engström), Robert Burton (Dr. Frederick Wilson), Bengt Blomgren (coronel Robert Bottiger), Åke Grönberg (Dr. Henrik), Gösta Prüzelius (Dr. Walter Ullman)

Director: Virgil W. Vogel, Guión: Robert M. Fresco & Arthur C. Pierce

Trama: La caída de un meteorito ha sido avistada sobre las heladas tierras del norte de Suecia. Los cientificos Erik Engstrom y Frederick Wilson – junto con su hija Diane – se dirigen al lugar para investigar. Al llegar a la “tierra del Sol de la Medianoche”, descubren que el meteorito se trata en realidad de una nave extraterrestre averiada. Pero, mientras investigan la zona, una criatura gigante los ataca y rapta a Diane. Ahora Erik y el padre de Diane deberán ir a su rescate, aliándose con los lapones y los pobladores del lugar, y montando una improvisada cuadrilla armada que pueda hacerle frente a la descomunal bestia.

Terror In the Midnight Sun (1959) Si de películas oscuras se trata, tenemos aquí a este espécimen cuyo nombre original era La Invasión Espacial a Laponia (wtf!). Al parecer un productor sueco convenció a capitales norteamericanos que Suecia era un país barato y atractivo como para rodar una película de ciencia ficción por unos escasos dólares. Trajeron, entre otros, al director Virgil W. Vogel (el mismo de The Mole People) y al escritor de sci fi de stock Arthur C. Pierce, y se despacharon con esta rareza, que no está mal pero tampoco entretiene demasiado. En todo caso los mayores pecados de Terror in the Midnight Sun son su falta de vuelo creativo y la segunda mano de sus ideas, provenientes de filmes mejores a éste.

Posiblemente la movida inicial de este filme tenga que ver con la leyenda del Yeti, que en los años 50 estaba de moda y había dado lugar a varios filmes en aquel momento – El Abominable Hombre de las Nieves (1957) y Half Human (1955) de Ishiro Honda -. Aquí los productores, después de una larga noche de tragos, decidieron mezclar extraterrestres, lapones y abominables hombres de las nieves, y terminaron por dar a luz esta película. Una nave espacial se estrella en las heladas tierras norteñas de Suecia, y van unos científicos a investigar. De la nave sale un Yeti alienígena – que consiste en un tipo con tapado de piel y una falsa dentadura de jabalí -, y el bicho se dedica a vagar por la nieve, aterrorizando a los pocos seres humanos que habitan la zona. Como resulta obvio, si es grande y peludo debe raptar a alguna chica – tradición iniciada desde King Kong (1933) hasta nuestros días -, y detrás viene la turba de turno dispuesta a lincharlo. En este caso la horda de pueblerinos está compuesta por lapones, que son unos tipos simpáticos vestidos con uniformes simil Adidas y con macetas en lugar de sombreros (ver para creer). Nadie niega que ésas deben ser sus ropas típicas pero ver a una parva de esta gente – vestida de manera tan pintoresca y enarbolando furiosamente ristras de antorchas para liquidar al monstruo (que es otro que está peleado con la moda) – termina siendo abismalmente ridículo.

El tema es que Terror in the Midnight Sun no es ni demasiado atroz ni demasiado competente, con lo cual es entretenida de a ratos y hasta por ahí. La película le dedica demasiado tiempo al flirteo entre el joven científico y la chica de turno, pero los supuestos pasos de comedia son burdos y hasta agresivos – él la tira mal en la nieve; ella le roba los skies y los deja abandonado en medio de la montaña (¡ja!, ¡cómo me río!) -, la criatura tiene un diseño muy barato, y al menos los efectos fotográficos (con perspectiva forzada y maquetas) están ok, pero no impresionan. Hay también algunos alienígenas dando vueltas por allí – como si el Yeti fuera una mascota que se les perdió, lo cual me hace acordar a The Lost Skeleton of Cadavra que era un filme muchísimo más entretenido que éste -, aunque el libreto no se calienta en explicar si son exploradores o invasores, y el final es abrupto y mal orquestado, en donde la patética horda de lapones le lanza decenas de antorchas a la criatura peluda (errando por miles de metros de distancia) y sólo la última hace blanco, prendiendo fuego al bicho como si lo hubieran bombardeado con Napalm. Inepto y cruel son los primeros calificativos que se me vienen a la cabeza.

Terror in the Midnight Sun es un filme completamente olvidable. Si le sobra tiempo y la ve por ahí, quizás quiera dedicarle unos minutos a esta rareza sueca. Caso contrario, no se habrá perdido de nada.