Crítica: Tierra de los Muertos (2005)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2005: Simon Baker (Riley Denbo), John Leguizamo (Cholo Demora), Dennis Hopper (Kaufman), Robert Joy (Charlie), Asia Argento (Slack), Eugene Clark (Big Daddy), Tony Nappo (Foxy), Pedro Miguel Arce (Pillsbury)

Director: George A. Romero, Guión: George A. Romero

Trama: Los zombies dominan la Tierra y los escasos supervivientes humanos han logrado refugiarse en una isla amurallada, propiedad del magnate Kaufman. Pero el despotismo de Kaufman ha convertido a la isla en un gueto, en donde unos pocos potentados viven a todo lujo en un rascacielos conocido como Fiddler´s Green, mientras que el resto subsiste en condiciones infrahumanas con las sobras que le dejan los ricos. En semejante contexto vive Riley Denbo, el jefe de seguridad de Kaufman, y el cual se encuentra asqueado de la situación reinante. Decidido a cambiar de aires, Denbo presenta su renuncia y se dispone a partir hacia Canadá, en donde espera encontrar asentamientos humanos que presenten un panorama más esperanzador. Pero Denbo es forzado por Kaufman a cumplir una última y difícil misión: ir tras los pasos de Cholo Demora – un antiguo y amoral lugarteniente de Kaufman -, el cual ha robado el poderoso camión artillado que hace las veces de defensa de la ciudad, y el que mantiene secuestrado a cambio de un cuantioso rescate. El problema es que el tiempo apremia y, sin el camión, la ciudad se encuentra prácticamente desnuda … con el agravante de que los zombies se han vuelto más inteligentes y parecen haber hallado una grieta en las defensas de la ciudad.

Tierra de los Muertos Es triste ver como un director del calibre de George Romero tuvo que esperar 20 años para alguien se dignara a financiarle una nueva película de zombies. Y ello sólo pudo ser posible después de que una tanda de remakes y homenajes a su obra probara ser rotundos éxitos comerciales. El puntapie inicial lo dió Exterminio – 28 Dias Después (2002), y terminó por reafirmarse con la remake de El Amanecer de los Muertos (2004) y la parodia de culto Shaun of the Dead (2004). Por supuesto, en el medio quedaron toneladas de copias y obras de menor calibre como la primera Resident Evil (2002), o incluso la desastrosa incursión de Uwe Boll sobre el tema (House of the Dead, 2003). Los zombies son baratos de hacer, no tienen copyright y rinden muy bien en la taquilla. Entonces… ¿por qué no volver a las fuentes y tratar con el padre de todo el género?.

Por supuesto el tiempo pasa, y el Romero del 2005 no es el mismo de sus inicios. Tierra de los Muertos no llega a la altura de La Noche de los Muertos Vivientes, El Amanecer de los Muertos o, siquiera, El Día de los Muertos (su última entrada en el género, y la cual data de 1985). Aquí la mayoría de las escenas funcionan muy bien, pero hay alguna que otra que la pifia feo con el tono; y, en otras, Romero se engolosina tanto con el abundante presupuesto al que tuvo acceso, que termina enviciándose con el maquillaje y los efectos especiales. Desde ya – y de todos los filmes de zombies dirigidos por Romero Tierra de los Muertos es el que da la visión más acabada de un mundo apocalíptico dominado por muertos vivientes; pero, por contra, tiende a irse en efectismo barato. Acá hay desmembramientos de todo tipo y color pero ninguno de ellos resulta tan chocante como el que ocurría en el climax de El Dia de los Muertos (y eso que los efectos especiales de aquél entonces no eran muy convincentes que digamos). Quizás el quid de la cuestión pase por la cantidad: en el filme de 1985 había alguna que otra muerte, mientras que aquí los cadáveres se apilan por docena y terminan por saturar al espectador.

En sí, Tierra de los Muertos es una versión ampliada de El Amanecer de los Muertos. Como todo film de zombies que se aprecie de calidad, éste también viene con subtexto social. En vez de un shopping tenemos a la gente viviendo en el interior de un lujosísimo rascacielos, cuyos selectos pisos están reservados a un puñado de poderosos. El resto – la plebe – se resigna a vivir en un gueto permanente alrededor y sobrevive comiendo el desperdicio de los ricos. La sutileza de la alegoría brilla por su ausencia pero, no por ello no deja de ser efectiva. Uno puede ver al universo creado alrededor del Fiddler´s Green el rascacielos que regentea Dennis Hopper – como una metáfora de la sociedad norteamericana previa al crack del 2008. Los ricos que viven sin trabajar (que puede leerse como operadores de Wall Street y/o poseedores de acciones – ¿de valor inflado? – que viven de la renta de las mismas); los pobres (¿la clase media?) que apenas subsisten y que tienen vetado el acceso al edificio / ascenso en la escala social. Y, por último, una masa gigantesca – que puede verse como la clase obrera – que orbita a su alrededor y que, al momento de volverse pensante, desata una revolución. Algo así como un pueblo que un día se despierta y decide derrocar al dictador que los subyuzgaba, estableciendo un nuevo modelo de sociedad.

Por supuesto las cosas se ponen interesantes cuando este orden es alterado. A un matón (John Leguizamo, desagradable y efectivo) le niegan el acceso a sus ahorros después de años de sucios servicios prestados a la orden del jefazo Hopper; esto termina por encabronarlo y el tipo decide extorsionarlos. Para ello se roba el Dead Reckoning, – un impresionante camión artillado que hace ver al Batimóvil de Christian Bale como si fuera un Fiat 600 -, y lo utiliza para chantajear a Hopper. O le paga, o usa sus misiles para volar el Fiddler´s Green. Para hacerlo entrar en razón, Hopper manda a Simon Baker – un tipo muy derecho, pero que se maneja con su propios códigos – a recuperar el vehículo. Es que Baker lo diseñó y era el jefe de Leguizamo. Desde ya la traición flota en el aire, y la amenaza se cierne sobre el fuerte de los ricachones, ya que los zombies – después de años de dieta basada en el insumo exclusivo de cerebros – se están volviendo inteligentes (o, como quien dice en el contexto de la alegoría, son los pobres que han comenzado a estudiar y están teniendo sus propias ideas sobre el funcionamiento del mundo); y, lo que es peor, han encontrado la manera de organizarse y esquivar las defensas del Fiddler´s Roof. ¡Sale una de Achuras con Fritas para Hopper y su pandilla!.

Si Tierra de los Muertos funciona, es porque el personaje de Simon Baker es tan carismático como absorbente. Es una gran performance – quieta, sutil, inteligente; es un hombre con misterio y conducido por causas ocultas – y es la que permite que el filme subsista después de un puñado de escenas que van desde lo inintencionalmente cómico hasta el ridículo subrayado. No es que sean muchas ni duren mucho – quizás lleguen a cinco minutos en todo el filme – pero son tonterías que deberían haberse podado en el cuarto de edición, como Dennis Hopper diciendo con cara de piedra “¡cómo odio a los zombies!”, o Baker afirmando que no va a exterminar a los muertos vivientes simplemente porque son una raza nueva que también tiene derecho a vivir sobre esta tierra (aunque sea, mordiéndole las neuronas a uno!). Por el resto es una alegoría social desprolija y algo excedida en efectismos, un filme dispar que cuenta con grandes escenas (como la impresionante llegada de la horda de zombies a la isla, surgiendo del mar), grandes performances (Baker, Hopper), y abundantes pifias pequeñas, las cuales dañan la efectividad del producto terminado. En todo caso uno debería ver a Tierra de los Muertos como un capítulo más de la saga Resident Evil, sólo que hecho con más talento y bastante más cerebro.

LA SAGA DE LOS MUERTOS VIVIENTES DE GEORGE A. ROMERO

La Noche de los Muertos Vivos (1968) – El Amanecer de los Muertos (1978) – El Dia de los Muertos (1985); El Amanecer de los Muertos (2004) es una remake del segundo filme de la saga, dirigida por Zack Snyder. El Dia de los Muertos (2008) es una remake del tercer filme, dirigido por Steve Miner. Tierra de los Muertos (2005) es el inicio de una nueva trilogía por parte de George A. Romero, seguida por El Diario de los Muertos (2007) y Survival of the Dead (2009). Birth of the Living Dead (2013) es un documental que trata sobre el rodaje del filme original. El Regreso de los Muertos Vivos (1985) es una comedia negra producida por John A. Russo (co-creador de la saga original con George A. Romero) y dirigida por Dan O’Bannon.

GEORGE A. ROMERO

La Noche de los Muertos Vivos (1968) – The Crazies (1973) – Martin, el Amante del Terror (1976) – El Amanecer de los Muertos (1978) – Creepshow (1982) – El Dia de los Muertos (1985)  – Tierra de los Muertos (2005)  – El Diario de los Muertos (2007) – Survival of the Dead (2009)