Crítica: Kill Bill: Vol. 2 (2004)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Recomendación del EditorUSA, 2004: Uma Thurman (la novia / Beatrix Kiddo), David Carradine (Bill), Gordon Liu (Pai Mei), Michael Madsen (Budd), Daryl Hannah (Elle), Michael Parks (Esteban Vihaio)

Director: Quentin Tarantino, Guión: Quentin Tarantino

Trama: La novia está de regreso y ahora tras la pista de Budd, el hermano de Bill. Pero éste le tiende una emboscada, la entierra viva bajo tierra y llama a Elle – la asesina del equipo de Bill y otrora compañera de Budd – para que le pague un cuantioso rescate por la novia y por su sable Hanzo. Pero Elle tiene sus propios planes y, mientras tanto, la novia ha logrado liberarse de su cárcel bajo tierra. Ahora la chica – furiosa, lastimada, sucia – desplegará toda su ira para vengarse de los últimos miembros del equipo, antes de lanzarse finalmente tras los pasos de Bill.

Kill Bill Vol. 2 (2004) Kill Bill Vol. 2 es la demorada segunda parte del éxito del 2003. En realidad se trataba de una película de cuatro horas, a la cual el estudio ordenó partir al medio con la idea de duplicar la recaudación. Mucho se ha criticado esto, ya que Tarantino concibió la idea como un solo filme; y al ser forzado a dividirlo en dos, ha debido tomar arriesgadas decisiones artísticas para que ambos fueran entretenidos y coherentes por sí mismos. Lo cierto es que es imposible aburrirse con cualquiera de los capítulos de Kill Bill; pero la coherencia – fruto de la división forzada – queda resentida. De todos modos, todo el mundo ha visto o alquilado de una vez ambos mitades, con lo cual el tiempo ha solucionado ese detalle (que estaba presente al momento del estreno, con seis meses de demora entre los capítulos). Y lo cierto es que el todo es superior a la suma de sus partes.

En lo personal prefiero el Volumen 1, pero es por una cuestión de gustos. Kill Bill 1 es mucho más comic; por contra, Kill Bill 2 es menos movida pero mucho más intensa en cuanto a historia y mitología. Aquí aparece David Carradine en toda su gloria, y por lejos es quien se roba el filme. Su Bill es un villano perfecto – carismático, inteligente, con actitud, de reacciones inesperadas -, y si tuviera que compararlo con alguno conocido sólo me viene a la mente otro personaje de Tarantino: el coronel Hans Landa de Bastardos Sin Gloria. En sí la reunión final entre la novia y Bill no difiere demasiado de la comida casual entre Landa y el granjero francés al principio de Inglourious Basterds. Es una secuencia cargada de tensión, en donde el espectador busca en cada rincón de la escena en dónde están las armas, y espera que los protagonistas dejen las formalidades sociales y se abalancen – de un momento a otro – sobre las katanas para empezar a rebanarse sin asco. Lo que uno se pregunta es cuándo vendrá esa ráfaga de violencia.

Kill Bill 2 está enteramente dedicada a los caracteres. No hay diálogo con desperdicio, y todo el mundo transpira actitud. En realidad no deja de ser el desarrollo filosófico de un filme de venganza – los personajes razonan sobre la suerte inevitable que les va a tocar, lo indetenible de la revancha, y de cómo se merecen recibir semejante castigo -. A ese punto las futuras víctimas desarrollan una suerte de admiración sobre su futuro victimario. Pero además de esa increíble actitud, está el hecho del desarrollo de las relaciones interpersonales entre ellos, que se basan en una especie de honorabilidad retorcida. Bill ama a su alcohólico hermano Budd, Elle admira a la novia, y Budd admite la necesidad de recibir un castigo merecido. Si uno considera que hablamos de asesinos despiadados y sin códigos de ética (al menos normales), uno no deja de fascinarse por ese mundo alternativo de valores morales. Esto no es muy diferente de los códigos de honorabilidad mafiosa que transcribió Francis Ford Coppola en El Padrino.

Aún con menos acción y mucho más diálogos, Kill Bill 2 no deja de ser un espectáculo formidable. Esta gente es simpática a su manera, y nos importan sus sentimientos. Y, en el climax, ello resulta patente. David Carradine se luce con la performance de su carrera, mostrando una relación tortuosa pero extrañamente humana y sentimental entre él y la novia. Eso es amor.

Kill Bill 2 es todo un clásico de visión obligatoria. Lamentablemente Tarantino se uniría demasiado a Robert Rodriguez en los filmes siguientes, desvirtuando la brillantez de su visión. Recién regresaría a trabajar en solitario (y con toda la gloria) en Bastardos Sin Gloria. Y, en entrevistas recientes, ha admitido la posibilidad de desarrollar una parte 3 y 4 de Kill Bill, con la hija de Vivica A. Fox buscando vengar a su madre, algo que recién veríamos cerca del 2014 si antes el calendario maya no manda al mundo al diablo.

KILL BILL

Los filmes que componen la saga de Kill Bill de Quentin Tarantino son: Kill Bill Vol. 1 (2003) y Kill Bill Vol. 2 (2004)

QUENTIN TARANTINO

Filmes comentados en este portal: Perros de la Calle (1992) – Pulp Fiction (1994) – Cuatro Habitaciones (1995) – Jackie Brown (1997) – Kill Bill Vol. 1 (2003) – Kill Bill Vol.2 (2004) – Grindhouse: A Prueba de Muerte (2007) – Bastardos Sin Gloria (2009) – Django Sin Cadenas (2012) – Los 8 Mas Odiados (2015) – Había una Vez… en Hollywood (2019)