Crítica: The Kentucky Fried Movie (1977)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 1977: Con las actuaciones de Bill Bixby, George Lazenby, Evan C. Kim, Tony Dow, Donald Sutherland

Director: John Landis, Guión: Jim Abrahams, David Zucker y Jerry Zucker

Trama: Película en segmentos que parodia comerciales, series y films de la época. Entre algunos de sus capítulos se encuentra: Por un puñado de yens: el agente secreto chino Loo debe infiltrarse en una organización comandada por el malvado Klahn, que piensa extorsionar al mundo con un dispositivo atómico, y gusta de entretenerse con su torneo ilegal de artes marciales; Esto es Armagedón!, un sinopsis que parodia a los filmes de cine catástrofe; Chicas Escolares Católicas en Problemas, donde se satiriza los avances de las películas porno; Cleopatra Schwartz, una parodia de blaxpoitation donde una agente secreta negra se casa con un rabino y juntos combaten el crimen.

The Kentucky Fried Movie Este es el film que dió comienzo a todo, y marcaría el inicio de la carrera del trío Zucker, Abrahams y Zucker que en años venideros daría a luz Airplane!, Top Secret y The Naked Gun.

Ya comentamos en su momento que la comedia de disparate no era algo nuevo si bien resultaba esporádica en el cine mainstream. Quien empezaría a popularizar el género sería Mel Brooks, pero el trío ZAZ son quienes terminarían por darle el formato standard que hoy todos conocemos. Básicamente toman la parodia de un género y la inundan de chistes lunáticos al mejor estilo de los Looney Tunes.

The Kentucky Fried Movie es su primera aventura cinematográfica. Y a decir la verdad, no es una muy buena. Sin dudas ellos estaban abriendo caminos y probando fórmulas, pero The Kentucky Fried Movie resulta en más disparos fallidos que aciertos. Ciertamente uno no esperaba ver algo del calibre posterior del trío, pero aquí el fracaso de la comedia es notable. El film insiste con muchos episodios cortos – sketches de no más de tres o cuatro minutos -, con la excepción de algunos segmentos más largos como la parodia de Operación Dragón (Por un Puñado de Yens), que son verdaderos cortometrajes.

Hay momentos en que se disparan chistes a mansalva, pero todos ellos fracasan miserablemente. Cuando hay tantos intentos seguidos y pocos aciertos, uno ya debe pensar no en el guión sino en un fracaso de timing del director. Acá está John Landis – un artesano al que considero un muy buen director de terror pero pésimo para la comedia -, que por momentos resulta insoportablemente anodino. En general las parodias de los comerciales – con analgésicos que lo dejan a uno en estado de coma, o el aviso del desodorante de ambientes – son de una falta de gracia terrible. Donde la película mejora algo de puntería es en el formato de la parodia a los trailers de films. Aquí hay una sátira muy tibia de los filmes de cine catástrofe llamada Esto es Armagedón, donde George Lazenby (ex 007) sigue dando lástima pública; y algo mejor es la parodia a los filmes de Cleopatra Jones llamada Cleopatra Schwartz, pero sin duda la frutilla del postre (y donde Landis parece tener mejor timing cómico) es la sátira a los filmes porno con Chicas Escolares Católicas en Problemas. Hay un cameo de la estrella hardcore Uschi Digart, y el segmento es hilarante, pero lamentablemente es una isla en medio de tantos intentos fallidos. Tanto la escena del disco LP de Enseñando a Seducir como el capítulo más largo – Por un Puñado de Yens – se hacen eternos. Lo único realmente gracioso de este segmento es el chino con las luces en la cabeza y el megáfono, haciendo voz de sirena de alarma – cuando el agente Loo comienza a destrozar el palacio de Klahn -, pero paren de contar.

Lo que resulta inaudito es la cantidad gráfica de sexo que tiene el film. Esto sin duda fue escondido durante la producción para no aterrar a las estrellas que filmaron otros segmentos – como Lazenby, Bill Bixby o Donald Sutherland -. También hay bastantes malas palabras, algo sorprendente para la época del film. Pero en general a toda la película le falta ritmo y más locura.

Los americanos la han votado como una de sus comedias favoritas – bueno, también han votado a Animal House… -, y uno no entiende muy bien el por qué. Ya hemos dicho de que existen sólo un puñado de comedias de culto, y en general la gente vuelve a verlas porque sus chistes son tan originales que no pierden gracia. Como espectador yo podría decir que me aburrió The Kentucky Fried Movie simplemente porque todos los gags del film han sido copiados a ultranza por películas posteriores y que no tienen nada de fresco. Pero no es verdad; uno hoy disfruta Airplane! en sucesivas revisiones, si bien no se ría tanto como la primera vez que la vió. El problema de The Kentucky Fried Movie es que, lisa y llanamente, está mal dirigida, y el guión es muy muy desparejo. Como curiosidad para conocer el primer trabajo del trío ZAZ sirve, pero como comedia para entretenerse directamente no.