Crítica: La Liga de la Justicia: la Paradoja del Tiempo (2013)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2013: Justin Chambers (Barry Allen / Flash), Kevin McKidd (Thomas Wayne / Batman del universo alternativo), C. Thomas Howell (Eobard Thawne / profesor Zoom), Kevin Conroy (Bruce Wayne / Batman), Vanessa Marshall (Mujer Maravilla), Cary Elwes (Aquaman)

Director: Jay Oliva, Guión: James Krieg, basado en la miniserie de la DC Comics escrita por Geoff Johns y Andy Kubert

Trama: Flash logra desactivar un plan del profesor Zoom para volar toda la ciudad de Central City. Pero la misión le ha traído recuerdos a Flash, en especial sobre su niñez en la cual perdió a su madre a manos de un grupo de maleantes. Ahora Flash ha regresado a su identidad civil, el técnico forense Barry Allen, y se despierta en los cuarteles centrales de la policía después de haber tomado una pequeña siesta. Pero Allen descubre, para su horror, que todo el mundo ha cambiado: su madre aún sigue viva, su esposa está casado con otro, carece de superpoderes y, lo que es peor, todo el planeta se encuentra al borde del armagedón debido a una guerra sin cuartel entre las fuerzas atlantes de Aquaman y las amazonas lideradas por la Mujer Maravilla, las cuales han invadido Inglaterra para rebautizarla como nueva Themyscira. Desesperado Allen solicita ayuda a Batman, sólo para descubrir que en esta versión del universo el encapotado es encarnado por Thomas Wayne – padre de Bruce, el cual pereció en un brutal intento de robo durante su infancia -. Desaparecido Superman, y con algunos de los villanos más conocidos devenidos en héroes, Allen intentará reconstruir un grupo de justicieros que pueda detener la guerra entre Aquaman y la Mujer Maravilla, antes de que el conflicto termine con toda la vida sobre la Tierra. Y no pasará mucho tiempo antes de que descubra que él es el responsable de todo este universo, ya que en un ataque de furia ha logrado romper la barrera del tiempo y el espacio y, al salvar a su madre de su muerte predestinada, ha alterado el orden natural de la historia.

La Liga de la Justicia: la Paradoja del Tiempo La Liga de la Justicia: la Paradoja del Tiempo se basa en una miniserie gráfica del 2011 escrita por Geoff Johns y Andy Kubert. Johns ha sido el responsable de algunos de los títulos más brillantes de la DC Comics de los últimos años, como Superman: Unbound y Linterna Verde: Caballeros Esmeralda. Aquí se mete con Flash – héroe desabrido si los hay – y lo utiliza como catalizador para construir un nuevo y fascinante universo alternativo, en donde todos los villanos y superhéroes tienen versiones radicalmente diferentes a las conocidas. Si hay un defecto que reprochar a la idea es que las explicaciones racionales del cambio – Flash viajó en el tiempo y alteró un hecho histórico – resultan retaceadas, cuando no omitidas, y vistas bajo una lupa carecen de toda lógica. Ni siquiera la solución final resulta convincente, simplemente porque la trama jamás puede explicar como corresponde qué es lo que pasó. Gracias a Dios el bizarro universo surgido tras el cambio es tan interesante y fresco que resulta fascinante, y uno agradece que La Liga de la Justicia: la Paradoja del Tiempo no sea otra enésima variante / regurgitación de la idea madre creada por Alan Moore para Watchmen, esa con héroes proscritos por la ley y versiones sicópatas de justicieros ya conocidos.

El comienzo es bastante chato y rutinario. Flash se pelea con un montón de tipos, liderados por el profesor Zoom – la versión alternativa y malvada de Flash, encarnado por un científico del futuro que ha replicado el accidente sufrido por Barry Allen y posee sus mismos superpoderes -, y pronto descubre que el quía lo odia con ganas. Enfurecido por la batalla – que termina ganándola por un pelo – desaparece a toda velocidad, y más tarde se despierta de una siesta en los cuarteles de la policía, en donde trabaja como forense. Lo que sigue es el gradual descubrimiento de que está en una versión alternativa del universo, en donde él carece de superpoderes, y donde hay una guerra mundial librada entre atlantes y amazonas, la cual está devastando a la mayoría del planeta. ¿Cómo comenzó la guerra?. Bueno… Aquaman y la Mujer Maravilla eran amantes y como el atlante estaba casado, a la amazona se le ocurrió matarle la señora para evitarle el trámite del divorcio. La macana es que esto puso de la nuca al quía, quien montó un gigantesco ejército y se fue a devastar Themyscira. Por contra, Diana toma el mando de las amazonas y reconstruye su reino en Inglaterra – invadida y subyugada -. Lo que sigue es una guerra total con armas nucleares, submarinos, misiles y armamento letal de todo tipo y color, en donde las bajas humanas no cuentan.

¿Pero cómo pasó todo esto?. Chispita pronto deduce que algo pasó con su madre, la cual debería estar criando malvas en el cementerio y ahora luce demasiado saludable a sus sesenta y pico de años. El punto con La Liga de la Justicia: la Paradoja del Tiempo es que nunca se calienta en explicar en términos lógicos lo que ocurrió – si Flash tuvo un ataque de remordimiento y bronca y rompió con su velocidad la barrera del tiempo para salvar a su madre cuando él aún era un niño; o si fue Zoom (que posee sus mismos superpoderes) el que hizo el cambio -; tampoco cuando se vislumbra la solución resulta coherente – Flash podría volver al pasado y alterarlo nuevamente… pero alguien más (en todo este universo) está usando el super-hiper-recontra pasaje temporal y le impide que regrese en el tiempo (wtf?!!??!) -. Oh, si, es una ensalada sin pies ni cabeza, y la resolución es, como mínimo, traída de los pelos.

Sin embargo La Liga de la Justicia: la Paradoja del Tiempo compensa estos problemas con dos grandes virtudes: una, que en este universo los héroes matan gente y ellos mismos mueren como moscas (a veces, de la peor manera posible) y, segundo, las versiones alternativas de los paladines y villanos son más fascinantes que sus contrapartes tradicionales de la DC. Por ejemplo, Batman está encarnado por Thomas Wayne – el papá de Bruce -, el cual balea mortalmente a todo maleante que se le cruce, y que vive como un pashá gracias a regentear una red de casinos; que el tipo se volvió un vigilante debido al asesinato de su pequeño hijo en un intento de robo que salió mal; y que Mamá Wayne quedó tan chiflada por la muerte del pequeño que se transformó en la versión del Joker en este universo. A esto se le suman perlitas, como que Superman es un flacucho diezmado por años de tortura en cautiverio en cárceles del gobierno, quienes han utilizado su ADN y la tecnologia de la nave que lo trajo a la Tierra para construir armas de todo tipo y color; que Lex Luthor es un asesor gubernamental en temas de seguridad; que Hal Jordan no es Linterna Verde y que debe emprender una misión suicida piloteando la nave alienígena de Abin Sur (el extraterrestre que se estrellara en la historia original y le diera el anillo de poder, algo que aquí no existe) para detonar un arma de destrucción masiva en la nave madre de la armada atlante de Aquaman; y toneladas de detalles más, que resultan apasionantes. Ok, todo esto no deja de ser un melodrama infestado de super héroes, pero está concebido de manera inspirada.

Si uno obvia los problemas de lógica del nudo fundamental de la historia – el poco convincente viaje en el tiempo – y se deja llevar por todo lo que sigue, verá que La Liga de la Justicia: la Paradoja del Tiempo es un placer culpable. Hay muchos detalles deliciosos de enorme potencial aquí, que no merecerían quedar restringidos a una simple miniserie. Es cierto que la DC Comics se ha engolosinado en el pasado con la generación de universos alternativos – caos que debió ordenar de algún modo en la famosa saga Crisis en Mundos Infinitos -, pero aquí se ha topado con uno realmente interesante o, al menos, uno que me gustaría ver con mucho más detalle. Como sea lo cierto es que, aún con sus vericuetos, el filme es apasionante y cuenta con el plus de tener un elenco de voces de la hostia. Ojalá la DC Comics siga generando productos de tan alta calidad como éste, que son tan desafiantes como excitantes.

LA SAGA ANIMADA DE LA LIGA DE LA JUSTICIA

Liga de la Justicia: La Nueva Frontera (2008) – Liga de la Justicia: Crisis en Dos Tierras (2010) – Liga de la Justicia: Doom (2012) – Liga de la Justicia: la Paradoja del Tiempo (2013) – Liga de la Justicia: Guerra (2014) – Liga de la Justicia: Dioses y Monstruos (2015) – Justice League vs Teen Titans (2016) – Liga de la Justicia Dark (2017) – Justice League vs the Fatal Five (2019) – Justice League Dark: Apokolips War (2020). En 2021 Warner / DC lanzó Justice Society: World War II (2021), basada en la Sociedad de la Justicia, el antecedente vintage de la Liga. Liga de la Justicia: Injustice (2021) es la adaptación animada del popular videojuego de lucha.