Crítica: Liga de la Justicia: Doom (2012)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2012: Kevin Conroy (Batman), Tim Daly (Superman), Susan Eisenberg (Mujer Maravilla), Nathan Fillion (Linterna Verde), Carl Lumbly (J’onn J’onzz / Ma’alefa’ak), Michael Rosenbaum (Flash)

Director: Lauren Montgomery, Guión: Dwayne McDuffie, basado en los personajes de la DC Comics

Trama: Los miembros de la Liga de la Justicia detienen a la banda de la Escalera Real durante la ejecución de un robo. Pero los superhéroes resultan sorprendidos con las armas de ultra tecnología que usan los malhechores, algo totalmente inusual para su modus operandi. Batman insiste en que alguien más apoyó a la banda y decide investigar en la Baticueva los dispositivos hallados. Pero el robo no ha sido más que una maniobra distractiva para que los esbirros del super criminal Vandal Savage rastreen el paradero de la guarida de Batman y puedan hackear los archivos de su computadora – en donde el encapotado ha archivado, bajo la mayor seguridad, los métodos secretos para derrotar a cada uno de los restantes miembros de la Liga de la Justicia -. Y ahora, con esa información en la mano y con la ayuda de un puñado de siniestros secuaces, Savage ha lanzado un ataque masivo a la liga de superhéroes, dejando sus vidas pendientes de un hilo.

Liga de la Justicia: Doom (2012) Justice League: Doom es la última entrega del universo animado de la DC Comics. Es otra aventura de la Liga de la Justicia, medianamente inspirada en la novela gráfica: JLA: Torre de Babel que apareciera en Julio del 2000. En vista de los 76 minutos de duración del filme (¿por qué los hacen tan cortos?), la trama ha sido depurada y simplificada en grado extremo: mientras que en el comic el villano era Ra´s al Ghul y su plan era conmocionar a la humanidad mediante un ataque electrónico masivo a la capacidad del habla de las personas (de allí el mote de la Torre de Babel), aquí se lo ha reemplazado por el inmortal Vandal Savage y un esquema más simple: achicharrar a la mitad de la humanidad (mediante la provocación de llamaradas solares que afecten a medio planeta), simplemente porque es menos gente y territorio para conquistar y alzarse con el título de emperador del mundo.

Aquí aparece una liga del mal que se ve muy similar a la que aparecía en la serie animada de Los Superamigos (incluso la nave tiene forma de calavera y opera en los pantanos, tal como en el cartoon). No está Luthor, figura Vandal Savage, pero la rutina es más o menos la misma. Pero más allá del plan idiota de turno para subyugar a la humanidad, lo característico de Liga de la Justicia: Doom es que hay un ataque masivo a los miembros de la liga, realizados por los aliados del villano y que se basan en la logística secreta que Batman ha hecho sobre cada uno de los superhéroes. ¿Se acuerdan de aquella línea de Batman / Superman: Los Mejores del Mundo, en donde el encapotado murmuraba que tenía una bala de kryptonita guardada en una caja fuerte de la baticueva?. Aquí la idea es la misma, expandida a un puñado de superhéroes. Los malosos usan los conocimientos del hombre murciélago para derrotar a Linterna Verde, Superman, la Mujer Maravilla y el Cazador Marciano. Algunos métodos son efectivos, otros son absurdos (como lo que ocurre con Linterna Verde, que apela a su “derrumbe moral”) y, mientras los chicos están viendo cómo hacen para no morirse, Vandal Savage se despacha con su megaplan para someter a la Tierra a sus deseos, los más sublimes y los más perversos.

Pero Justice League: Doom es dispar. Hay muchos combates, los cuales están bien filmados (como siempre hace Lauren Montgomery), pero el argumento tiene su cuota de debilidades. El ya mencionado de los ataques personalizados a cada super héroe, que van de lo ok a lo bobo; el villano Vandal Savage, que no termina de impresionar demasiado; y la falta de momentum dramático para lo que se supone es una traición de Batman – el tipo tiene archivado y detallado los métodos de cómo aniquilar a la liga completa en menos de una tarde -.

Y todo esto redunda en una oportunidad desperdiciada de hacer algo importante con semejante material. El filme se da el lujo de tener un cast vocal de ensueño – Kevin Conroy, Tim Daly, Nathan Fillion -, pero todos parecen demasiado restringidos en sus papeles. Hasta Fillion, que siempre tiene la oportunidad de meter algún bocadillo gracioso, parece demasiado encorsetado y solemne como Linterna Verde.

Justice League: Doom está ok. Es movida, se deja ver, no daña la neurona. Pero no es tan emocionante como debería ser, y da la impresión que al libreto le falta una cocinada más. Aún así, sigue siendo ampliamente superior a la mayoría de los títulos animados de la Marvel que pululan en las estanterías de los videoclubes en estos días.

LA SAGA ANIMADA DE LA LIGA DE LA JUSTICIA

Liga de la Justicia: La Nueva Frontera (2008) – Liga de la Justicia: Crisis en Dos Tierras (2010) – Liga de la Justicia: Doom (2012) – Liga de la Justicia: la Paradoja del Tiempo (2013) – Liga de la Justicia: Guerra (2014) – Liga de la Justicia: Dioses y Monstruos (2015) – Justice League vs Teen Titans (2016) – Liga de la Justicia Dark (2017) – Justice League vs the Fatal Five (2019) – Justice League Dark: Apokolips War (2020). En 2021 Warner / DC lanzó Justice Society: World War II (2021), basada en la Sociedad de la Justicia, el antecedente vintage de la Liga. Liga de la Justicia: Injustice (2021) es la adaptación animada del popular videojuego de lucha.