Crítica: Jeruzalem (2015)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Israel, 2015: Yael Grobglas (Rachel Klein), Yon Tumarkin (Kevin Reed), Danielle Jadelyn (Sarah Pullman), Tom Graziani (Omar)

Director: Doron & Yoav Paz, Guión: Doron & Yoav Paz

Trama: Rachel y Sarah son dos amigas que van de vacaciones a Israel. Habiendo conocido a un estudiante de arqueología en el avión – el cual se dirige a Jerusalén -, las muchachas deciden alterar el itinerario e ir a la capital de Israel para seguirlo. Mientras tanto Sarah prueba sus Google Glass que le han regalado, grabando en video todo lo que ocurre en el viaje. Habiéndose hospedado en la parte mas antigua de la ciudad, no pasa mucho tiempo antes de que las chicas perciban una fuerte presencia militar en la metrópoli, la que incluye aviones sobrevolando el cielo dia y noche. Y cuando las explosiones comienzan, la ciudad se vuelve un caos y las chicas no saben qué hacer. Junto con los otros residentes del hotel intentan llegar a una de las puertas de acceso de la vieja ciudad, pero en el camino ven – para su asombro y su horror – como el cielo está infestado de demonios voladores así como criaturas gigantescas deambulan por las calles de Jerusalén, siendo inmunes a la artillería disparada por el ejército. Convencidas de que se trata del fin del mundo, las chicas y sus compañeros de viaje intentarán salir de la zona sitiada a través de los antiquísimos túneles excavados bajo la ciudad; pero la oscuridad reina en esos parajes y, lo que es peor, pareciera que las criaturas han comenzado a seguirlos hasta allí, asediando y devorando uno a uno a los miembros de la desesperada expedición.

Los demonios no resultan ser muy fotogénicos que digamos, en esta escena de Jeruzalem (2015) Los demonios no resultan ser muy fotogénicos que digamos, en esta escena de Jeruzalem (2015)

Jeruzalem (2015) Jeruzalem: formidable premisa, espantosa ejecución. Bah, en realidad hay algunas partes potables – hay algo de suspenso, las performances no son intragables -, lástima que el libreto es un engendro peleado con la lógica a la hora de que el caos sobrenatural se desencadene sobre los protagonistas. La idea de tomar la mitología bíblica, reinterpretarla en sus pasajes mas siniestros, y aplicarla sobre la geografía real y claustrofóbica de Jerusalén es tan genial que resulta sorprendente que a nadie se le haya ocurrido antes. Quizás el tema sea el no querer ofender a alguna de las religiones involucradas – comenzando por el islam, el judaismo y el cristianismo -, pero el concepto de que el Infierno existe y tiene una de sus puertas endosada bajo la ciudad es glorioso. Súmese a la riqueza de interpretaciones que podría darse de esto desde el punto de vista de cada religión, y agregue el contorno serpenteante de la ciudad, caracterizada por muros altos, calles empinadas y un notable clima claustrofóbico aún a plena luz del día. Quizás los productores vieron una de las secuencias mas notables de World War Z y decidieron montar todo un filme basado en esa idea – demonios en Jerusalén persiguiendo de manera implacable a la gente -, lástima que los libretistas se las apañan para crear todo tipo de situaciones idiotas en la segunda mitad y la cosa se sale completamente de control en el climax.

La gente no precisa inventar nuevos monstruos, porque ello implica crear una nueva mitología y métodos para destruirlos que sean lógicos, amén de que el espectador debe digerir y aceptar todo ese verso en menos de 15 minutos antes de que el filme lance al ruedo la criatura de turno. No hay un fenomeno cultural y popular mas estúpido que aceptar que el ajo espanta a los vampiros, invento surgido de la mente de quién sabe quién (¿Bram Stoker?) y que se trata de una regla absolutamente arbitraria. Para mitología están las religiones y sus libros sagrados, en donde siempre hay una figura de oscuridad contrastando al ser de luz que ilumina la fe. La idea de demonios bíblicos desatados en Jerusalén en la fecha del Yon Kippur (el Día del Perdón de los judíos) es fascinante, y hay momentos en que la ejecución te hace agua la boca, sea viendo a un gigantesco demonio (simil big boss del viejo y venerado videojuego Doom) aplastando casas mientras el ejército israeli le dispara con todo lo que tiene a mano. El problema es que las dos pibas que llevan el protagónico son idiotas y caprichosas, el pibe del que se enamoran es un pavo que se hace el misterioso pero no explica nada demasiado útil, y quizás el mejor personaje sea el musulmán caradura que es dueño del hotel donde se hospedan, e intenta levantarse a una de ellos cada vez que puede. La interacción entre los personajes es pasable en momentos de normalidad; el problema es que, cuando se desata el caos, se vuelven criaturas lobotomizadas. Si una chica fue mordida por un engendro y está a punto de convertirse en algo parecido, la amiga se lo calla porque cree que no le va a pasar nada; al flaco seudo arqueólogo le agarra locura mística (bah, explica qué es lo que va a pasar y lo toman por loco), y lo encierran en un loquero a la vuelta del hotel, el cual está plagado de extranjeros delirantes como él, los cuales perdieron la chaveta debido al fuerte clima que se respira en Jerusalén (!); hay muertes estúpidas y accidentales por doquier; los bichos son unos mamotretos hechos con el CGI mas barato y ped…rro qe podían abonar con su limitado presupuesto; y al final los personajes se vuelven tan egoístas y macacos que llega el punto en que te importa un pito su suerte. Eso sín contar que se trata de un Found Footage supuestamente filmado con los lentes inteligentes de Google, los cuales tienen la mala suerte (o la pésima excusa del cineasta) para romperse a mitad de camino. Ello explica congelamientos de la imagen, visión borrosa, y ventanas caprichosas de apps que saltan en la pantalla en el momento menos deseado. Vil pretexto para disfrazar los pobres efectos especiales e intentar generar clima… aunque en realidad es tan molesto que termina fastidiándolo.

Jeruzalem es una oportunidad única, viciosamente desperdiciada. Los escasos momentos buenos del filme sólo te hacen lamentar lo que podría haber sido esto con otro cineasta mas lógico y creativo a su cargo. No es buena y sólo lo recomendaría por la curiosidad, mas que nada para ver lo buena que era la idea y lo mala que es la ejecución.