Crítica: Jean-Claude Van Johnson (2016)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2016: Jean-Claude Van Damme (él mismo / Jean-Claude Van Johnson), Kat Foster (Vanessa), Moises Arias (Luis), Phylicia Rashad (Jane)

Director: Peter Atencio, Guión: Dave Callaham

Trama: Todos conocen a Jean Claude Van Damme, el ícono del cine de acción. Lo que nadie sabe es que Van Damme, en sus ratos libres, solía ser un operativo de una ultrasecreta agencia de inteligencia – utilizando el alias de Jean Claude Van Johnson -. Pero ahora Van Damme se encuentra retirado; un desengaño amoroso lo ha llevado a salir de todo tipo de actividad operativa y artística. Aburrido y fuera de estado, un día se topa accidentalmente con Vanessa – la espía que lo acompañaba en las misiones y la cual se convirtió en el amor de su vida -, la cual no desea saber nada con él. Conociendo que la chica se va a Bulgaria, Van Damme le pide a su antigua jefa que lo reincorpore en el trabajo, para lo cual acepta participar en la misma misión que tiene Vanessa en los Balcanes. Operando como Van Johnson – y filmando una versión de cine de acción de la clásica historia de Tom Sawyer -, Jean Claude deberá infiltrarse en una fábrica clandestina y detener la producción de una droga tan adictiva como letal. El problema es que Jean Claude no ha tenido tiempo de memorizar las líneas para el rodaje del día siguiente, razón por la cual ha llevado su copia del script a la misión, y ha comenzado a estudiarlo entre asesinato y asesinato. Esto no resultaría un inconveniente si no fuera que Van Damme está viejo y descuidado y, cuando olvide el script en la fábrica, se verá obligado a regresar para recuperarlo… aún cuando ello implique pelear con un interminable ejército de guardias. Pero JC es JC y lo suyo es la acción… aunque la carnicería implique llegar tarde a la cena de reconciliación con Vanessa.

Van Damme se parodia a sí mismo en la excelente Jean-Claude Van Johnson (2016) Van Damme se parodia a sí mismo en la excelente Jean-Claude Van Johnson (2016)

Jean-Claude Van Johnson (2016) – Yo soy Jean Claude Van Damme. Solía ser un fantástico héroe de acción hace un montón de tiempo. ¿Se acuerdan de Timecop?. Es como Looper con Bruce Willis, sólo que un millón de veces mejor.

No soy fan de Jean Claude Van Damme. El tipo siempre me pareció mal actor y un héroe de acción genérico, sin mayor carisma que su destreza física. Pero si hay algo que debo reconocerle, es su audacia al aceptar roles ahora en el atardecer de su carrera. La primera prueba fue JCVD, una meta ficción donde hacía de sí mismo, se parodiaba y, ocasionalmente, rompía la cuarta pared para confesarle al público – directamente a su cara – los excesos cometidos durante el apogeo de su estrellato. Ahora promete ir por mas de lo mismo en Jean-Claude Van Johnson, el piloto para una serie de TV que grabó para Amazon. El tipo vuelve protagonizar otra versión ficticia de sí mismo, esta vez siendo una estrella de acción retirada que, ocasionalmente, trabajaba como agente secreto – un absurdo que sólo es comparable a aquella aventura mexicana de 1967 en donde Santo, el Enmascarado de Plata (un tipo semi desnudo, envuelto en una capa plateada y un icono popular reconocido a nivel mundial) intentaba pasar desapercibido como espía (gabardina y sombrero incluído) en esa delicia kitsch que resultó ser Operación 67 (1967) -. El tipo es aburrido como un adoquín e igual de excitante: come todos los días lo mismo, tiene un altar de fotos con perros, por las cañerías de su casa solo fluye agua de coco, y todo el mundo lo reconoce… como la estrella de acción equivocada. Cuando se cruza con el antiguo amor de su vida – y compañera de campo en la agencia de inteligencia -, decide regresar y reconquistarla. Claro que el tipo está fuera de estado y pelea como un geronte pero, ey!, es Jean Claude!.

Van Damme sigue siendo el mal actor de siempre. Siempre dije que los actores pésimos son grandes comediantes porque entregan sus líneas con una indiferencia que es mortalmente graciosa – Leslie Nielsen hizo una carrera de esto en la tercera edad! -. Van Damme definitivamente no tiene la gracia de Nielsen, pero hay que reconocerle el mérito de prestarse a ésto, y de intentar actuarlo; y ése esfuerzo termina dando sus frutos. Si Van Damme se mofa de sí mismo y lo hace con éxito, es porque el belga canaliza la vena autoparódica camp de Adam West (o, si quieren, de David Hasselhoff) todo el tiempo. JC tiene toallas bordadas con sus iniciales, practica con máquinas de entrenamiento JCVD, y usa jabón líquido JCVD. Hay posters de él en toda la casa, y se revisa las arrugas todo el tiempo. Cuando va a pedir trabajo, su antigua jefa (una deliciosa Phylicia Rashad, la esposa de Bill Cosby en El Show de Cosby) le ofrece todo tipo de películas ridiculas para filmar, incluyendo la historia de origen de una cadena de comidas rápidas tipo símil Kentucky Fried Chicken, sólo que en clave de acción, en donde el climax es él contra Jackie Chan piloteando un pollo robot hecho en CGI. Las estupideces abundan (¿una versión de artes marciales de Tom Sawyer?; él entrando disfrazado a la fábrica de los villanos y todo el mundo saludándolo como si fuera un conocido más que labura con ellos todos los días (lo cual termina siendo verdad!); o todos los personajes haciendo menciones a filmes de Van Damme como si fueran ejemplos de cine arte a imitar) pero, por abundancia (e inteligencia) la mayoría dan en el blanco.

Jean Claude Van Johnson es un piloto altamente recomendable. Es temporada de pilotos en Amazon, y el público vota cuál le parece el favorito en una terna de candidatos – para que el ganador entre en producción durante una temporada -. Habiendo visto el de The Thick (el cual es bastante oscuro y sólo resulta gracioso los últimos cinco minutos), Jean Claude Van Johnson parece llevar la delantera en cuanto a gracia, originalidad y efectividad, y es probable que termine obteniendo luz verde para convertirse en serie, algo que – desde ya – me gustaría ver.