Crítica: Heavy Metal 2000 (2000)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Canada / Alemania , 2000: (voces) Julie Strain Eastman (Julie), Michael Ironside (Tyler), Pier Kohl (German St Germain), Brady Moffatt (Lambert), Billy Idol (Odin), Rick Jones (Zeek), Sonja Ball (Kerrie)

Director: Michael Coldewey & Michel Lemire, Guión: Robert Payne Cabeen, basado en la novela gráfica The Melting Pot de Simon Bisley, Kevin Eastman & Eric Talbot, Musica – Frederic Talgorn

Trama: El minero espacial Tyler descubre un cristal verde en el espacio, el cual resulta ser la llave perdida del manantial del planeta Ouroboros, cuyas aguas le dan inmortalidad a quien las beba. Pero la llave también tiene efectos colaterales, y Tyler pronto enloquece, convirtiéndose en un despiadado asesino y sembrando el terror en la galaxia. Precisamente en una de sus jornadas de depredación llega al planeta Eden, masacrando a todos sus habitantes. Los Edenitas son descendientes de los Arrakatianos – los que diseñaron la llave y la fuente -, y de su sangre se puede extraer un suero que produce invencibilidad aunque por tiempo limitado. En base a ese suero Tyler se dirige a Ouroboros para apoderarse de la fuente. Pero Julie, una de las sobrevivientes de la masacre de Eden, ha jurado venganza y decide ir tras Tyler, aunque ello le cueste la vida.

Heavy Metal 2000 Antes de que el video terminara por asestarle otro golpe mortal al cine (y hablo de los primeros tiempos del VHS), las salidas nocturnas de los fines de semana estaban reservadas para las salas cinematográficas. En esas épocas estaban las salas de estreno y el circuito B, donde se pasaban filmes muy poco conocidos o reestrenos de películas antiguas y recientes. En general ese circuito B competía (o sobrevivía) en base a dos o tres premisas comerciales que solían dar resultados: precios bajos, y filmes con gran impacto en el público adolescente.

Es ese circuito B el que terminaría por generar ganancias y status de culto a películas que en su momento pasaron desapercibidas o habían fallado en las taquillas. The Wall de Pink Floyd, Liquid Sky, The Rocky Horror Picture Show, por citar unos ejemplos. De pronto la mejor recaudación de esas salas era la de estos filmes, exhibidos en las trasnoches de viernes y sábados durante meses.

Y en esa tanda de filmes de culto se encuentra la película de animación Heavy Metal (1981). El film, una coproducción francesa – canadiense, estaba basado en comics de la revista francesa de culto Metal Hurlant (que en USA se conoce como Heavy Metal). La gran novedad de Heavy Metal era su contenido fantástico orientado a adultos; escenarios de ciencia ficción poblados de estereotipos, imaginería sexual al tope y volencia gráfica extrema. En épocas en que el animé era una palabra desconocida, Heavy Metal (con sus aciertos y errores) era una aventura cinematográfica totalmente nueva e inusual, y terminaría por hacer escuela.

19 años después llega esta secuela, con mayor presupuesto y mejor producción pero, lamentablemente, menor vuelo creativo. Mientras que Heavy Metal era un film por capítulos – que parecía una secuencia de episodios de La Dimensión Desconocida -, Heavy Metal 2000 decide narrar una única historia que resulta ser una space opera. El problema resulta ser el paso del tiempo, en donde las marcas características de Metal Hurlant ahora no sorprenden a nadie – el animé japonés ha cruzado la mismas barreras en cuanto a sexo y violencia, por lejos y hace mucho tiempo -. Y la historia en sí es bastante rutinaria. Chica dura de matar y ligera de ropas que va tras el perverso villano a los confines de la galaxia en busca de venganza.

El tema es que para sustentar semejante historia durante todo el largometraje, la dirección y el guión hubieran precisado una pulida. Un mejor desarrollo de personajes, una historia más consistente. Así como está, el resultado final es pasable pero no memorable. Toda la trama parece una serie de secuencias de acción y sexo encadenadas sin mucha inspiración. Sin duda el diseño de arte es espectacular, pero la animación de los personajes resulta algo tosca. Y la historia va cubriendo los distintos episodios hasta llegar al planeta Ouroboros, que es donde se termina de desarrollar la trama. Pero lo que sucede allí tampoco resulta demasiado emocionante. Hay algo de condimento que le falta al guión como para que sea interesante.

Lo que pasa es el problema habitual con los estereotipos, que al no ser personajes tridimensionales sólo resultan accesorios de la historia. Y si la historia no es apasionante, todo se desmorona. Aquí Julie va a un bar de mala muerte al estilo de Star Wars, mata al villano que rápidamente revive, lo persigue hasta Ouroboros, el villano se hace del trono de una raza de lagartos humanoides mientras Julie se une a los sacerdotes que custodian la fuente de la inmortalidad y todo termina en una batalla campal. Pero no hay sentido de épica ni nada que nos haga vivar por la protagonista. Parece que el guión estuvieran interesado en terminar una escena (de acción o de sexo) y pasar inmediatamente a la siguiente, sin revisar si quedó bien o no. Posiblemente la historia hubiera resultado mucho más efectiva en un segmento de 20 minutos dentro de un film de capítulos como la Heavy Metal original. Pero como está, resulta bastante estirada y con poca inspiración.

HEAVY METAL

Heavy Metal (1981) es un film de animación basado en el comic francés Metal Hurlant – Heavy Metal 2000 es su secuela