Crítica: Harry Potter y el Misterio del Principe Mestizo (2009)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA / GB, 2009: Daniel Radcliffe (Harry Potter), Michael Gambon (Profesor Albus Dumbledore), Rupert Grint (Ron Weasley), Emma Watson (Hermione Granger), Jim Broadbent (Profesor Horace Slughorn), Alan Rickman (Profesor Severus Snape), Bonnie Wright (Ginny Weasley), Tom Felton (Draco Malfoy)

Director: David Yates, Guión: Steve Kloves, basado en la novela homónima de J.K. Rowling

Trama: Harry Potter es reclutado por el profesor Dumbledore para que se gane la simpatía del nuevo profesor de pociones mágicas, Horace Slughorn. El tema es que Slughorn, en su pasado, fue uno de los instructores de Tom Riddle – el joven que más tarde se transformaría en Lord Voldemort -, y en su memoria figura una de las claves para derrotar al Señor Siniestro. Potter rápidamente se gana la amistad y admiración de Slughorn, ya que ha encontrado un manual de pociones – firmado con el alias de “el príncipe mestizo” – y lo utiliza para crear fórmulas imposibles de igualar por el resto de los alumnos. Tras mucha insistencia, Slughorn revela que Riddle le había consultado sobre el hechizo del Horcrux – un encantamiento que permite la inmortalidad, ya que una parte del alma puede ser depositada en un talismán y puede ser utilizada para revivir a una persona aún si su cuerpo ha sido destruido -. Pero con la noticia, los secuaces de Voldemort también permanecen en expectativa sobre los movimientos de Potter y Dumbledore. Y muy pronto las fuerzas del mal intentarán detener los avances de los magos hacia el descubrimiento y destrucción de los Horcrux donde Voldemort ha volcado su espíritu.

Harry Potter y el Misterio del Principe Mestizo Esta es la sexta entrega de la saga de filmes basados en los libros de la autora inglesa J.K. Rowling; y es el penúltimo título. La serie debería terminar en la adaptación de Harry Potter and the Deathly Hallows, la cual fue proyectada para ser partida en dos películas, con estrenos planeados para el 2010 y 2011respectivamente, ya que la visión épica de la conclusión de la historia quedaría demasiado restringida en un único largometraje.

En Harry Potter y el Misterio del Príncipe Mestizo regresa el director David Yates, quien había tomado la posta en Harry Potter y La Orden del Fenix (2007) y está asignado para concluir la saga con las dos partes de Harry Potter and the Deathly Hallows. Al menos Yates es un director competente que se ha tomado la historia en serio, y no con la superficialidad de las entregas de Chris Columbus (Harry Potter y La Piedra Filosofal, Harry Potter y La Cámara Secreta). Después de la partida de Columbus del sillón del director, la serie ingresó en una vía mucho más dramática y sombría, lo cual es de agradecer. Lo único que sigue atentando contra la saga son los textos originales de J.K. Rowling, que carecen de substancia y estiran demasiado la épica de toda la serie con el único propósito de seguir vendiendo libros. Y el mayor problema de Harry Potter y el Misterio del Príncipe Mestizo es precisamente ése; mientras dura la película es apasionante, pero visto en retrospectiva cuenta poco y nada nuevo, y la historia de fondo – los buenos contra Lord Voldemort – avanza mínimamente. Termina siendo una excusa sólo para dar un golpe de efecto, pero aún así no logra mantenerse muy bien como historia independiente. El final parece forzado y abrupto, y sólo un pretexto para que salgamos corriendo a la librería a comprar el último título de Harry Potter, o bien comernos las uñas hasta el 2010 (y los meses posteriores hasta la secuela de la secuela).

De ningún modo significa que Harry Potter y el Misterio del Príncipe Mestizo sea un mal filme; lo que pasa es que plantea unas expectativas enormes que termina por satisfacer por la mitad y eso es lo que resulta frustrante. Las aguas en Hogwarts están divididas – ha habido una depuración del personal, el padre de Malfoy está preso, y la sensación es que los secuaces de Voldemort están conspirando para dar un golpe sobre la hora -, y existe un clima de peligro inminente. Pero en vez de atender eso, el relato se dedica a explorar demasiado extensamente los líos amorosos de los chicos y sus enredos con las pociones de amor. Eso no quita que esas escenas sean disfrutables, pero el resto de la historia parece desatendida en puntos vitales – el ataque de las furias de Voldemort sobre Londres queda completamente inconexo del resto de la trama; la premisa del príncipe mestizo termina siendo explicada sin mucha diplomacia en una sola línea de diálogo sobre el final y no parece tener importancia real sobre lo que sucede en pantalla (¿y por qué es mestizo?) -, tras todo lo cual uno podría inferir que el verdadero título debería haber sido Harry Potter y el Gabinete Teletransportador, ya que ese dispositivo del guión es lo que merece más atención durante el resto de la historia. No hay investigación, historia ni misterio en el supuesto principe mestizo.

Las performances son muy buenas, la dirección es excelente, el clima es notable. El problema es la historia y, especialmente, el encastre del final que parece forzado. Michael Gambon adquiere un mayor protagonismo (y uno puede anticipar el por qué; sino recuerden las leyes cinematográficas que a veces citamos), y sintoniza perfectamente a Ian McKellen en El Señor de los Anillos. El tema es que su Dumbledore es demasiado omnisciente, y saca revelaciones de la galera a cada rato – lo cual es creíble únicamente porque el actor es carismático, lo mismo que pasaba con McKellen en The Lord of the Rings -. De la nada sabe dónde están los Horcruxes y para lo que sirven, con lo cual la investigación de Harry Potter resulta ser completamente fútil. Por su lado, el mago adolescente sigue demostrando que es un inepto al que le llueven revelaciones simplemente porque es portador de un apellido ilustre; no hay nada demasiado heroico o brillante que pruebe que Potter merece el título de héroe – y el clímax es una prueba palpable de ello -. Y para colmo, pasado el gran momento del final, todo queda en puntos suspensivos. Realmente Yates es un maestro para haber dirigido esto y haber camuflado todas las falencias del libreto – todas las peripecias de la historia son simple burocracia para dar el golpe de efecto de turno -. Pero si algo cabe reprocharle a Harry Potter y el Misterio del Príncipe Mestizo, es que a esta altura debería haberse producido el enfrentamiento frontal entre el bien y el mal (ya llevamos 6 títulos esperándolo), y aún sigue manteniéndose en la conspiración y las refriegas marginales. Es como si J.K. Rowling no supiera cómo desarrollar una guerra y un clima apoteótico, y simplemente nos infla expectativas – entrega tras entrega -, mintiéndonos de que en el próximo libro la historia recién terminará por explotar.

HARRY POTTER

Las películas basadas en la saga de Harry Potter de J.K. Rowling son: Harry Potter y la Piedra Filosofal (2001), Harry Potter y la Cámara Secreta (2002), Harry Potter y el Prisionero de Azkaban (2004), Harry Potter y el Cáliz de Fuego (2005), Harry Potter y la Orden del Fénix (2007), Harry Potter y el Misterio del Principe Mestizo (2009), Harry Potter y las Reliquias de la Muerte (Parte 1) (2010) y Harry Potter y las Reliquias de la Muerte (Parte 2) (2011)
Spin offs ambientados en el universo mágico de Harry Potter: Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos (2016) – Animales Fantásticos: los Crímenes de Grindelwald (2018)