Crítica: Elektra (2005)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 2005: Jennifer Garner (Elektra Natchios), Kirsten Prout (Abby Miller), Goran Visnjic (Mark Miller), Will Yun Lee (Kirigi), Terence Stamp (Stick), Colin Cunningham (McCabe), Natassia Malthe (Typhoid), Chris Ackerman (Tattoo), Bob Sapp (Stone), Cary-Hiroyuki Tagawa (Maestro Roshi), Edson T. Ribeiro (Kinkou), Hiro Kanagawa (Meizumi)

Director: Rob Bowman, Guión: Raven Metzner, Zak Penn & Stuart Zicherman, basados en el comic creado por Frank Miller, Musica – Christophe Beck

Trama: Durante miles de años las fuerzas del Bien y del Mal han desarrollado una guerra clandestina. El Mal mantiene una organización conocida como La Mano, y se encuentra a la búsqueda de una chica conocida como La Elegida: un arma viviente que definirá el balance de la guerra. Del lado del Bien se encuentra Stick, un maestro ciego que mediante las artes del Kimagure puede resucitar a los muertos y anticipar el futuro, y que ha revivido a la joven Elektra Natchios. Pero a pesar de su talento, la oscuridad se cierne sobre el espíritu de Elektra y decide abandonar las filas de Stick. Trabajando como una implacable asesina profesional, Elektra se encuentra esperando datos sobre su próxima misión en una casa rentada a orillas de una isla. En el proceso conoce a Mark Miller, quien vive en la casa contigua junto con su hija Abby. Y después de un par de encuentros Elektra termina relacionándose con los Miller, hasta descubrir que su misión real es eliminarlos. Elektra se rehúsa a cumplir la orden, y pronto descubrirá que La Mano se encuentra tras sus pasos. Defendiendo a Mark y Abby, Elektra no tardará en encontrar que los Miller esconden un oscuro secreto.

Elektra Si bien Stan Lee es el pope máximo de la historia del comic, no todas sus creaciones fueron exitosas en el momento del lanzamiento. El mérito de Lee es volcar a los personajes lejos de los acartonamientos y volverlos mas humanos. Spiderman será la creación por la cual siempre será recordado, pero la inmensa mayoría del Olimpo Marvel ha nacido bajo su firma. Y salvo Spiderman, el resto siempre ha tenido bastantes problemas para encontrar su rumbo. X Men y Hulk, por ejemplo, recién obtuvieron la fama muchos años después de que dejaran de estar bajo la égida de Lee, y siendo reimaginados por otros autores. Y algo similar sucedió con Daredevil, que nació en 1964, siempre figuró sin demasiada pena ni gloria, y recién en 1981 – de la mano de Frank Miller – comenzó a brillar en el universo Marvel con peso propio.

En la reimaginación de Miller – mas sombría, al estilo de lo que hizo The Dark Knight Returns por BatmanDaredevil comenzó a perfilarse con carácter propio. Y uno de los hallazgos de la tira fue el personaje de Elektra, creado por Miller, que era un amor clandestino de Daredevil – una asesina sin escrúpulos enamorada del héroe – que recrea, en cierto modo, al romance ilícito y nunca concretado entre Batman y Gatúbela. El carácter de Elektra terminaría por robarse a la tira y no faltaría mucho para que tuviera su propio comic.

En la versión fílmica de Daredevil (2003) el personaje aparecía brevemente, sin mención de su pasado como asesina, y era despachada expeditivamente. En aquel film Jennifer Garner tenía más brillo en pantalla que el deslucido Ben Affleck (en general casi todo el elenco lucía mejor que Affleck en el film), y en vista de ello se dió luz verde a una suerte de secuela que es la película que aquí reseñamos.

Pero Elektra, más que una secuela, es un spin off. No hay prácticamente lazos que relacionen a esta cinta con las aventuras del diablillo en cuero rojo. Hay una breve secuencia que muestra a Elektra en la morgue, pero no se explican las causas de su muerte. En general todo el film parece una reimaginación completa del personaje, usando el molde de Elektra como base. Incluso la historia que la película narra tiene pocos lazos comunes con la tira cómica. Partes de la trama se esparcen por todos lados: en la historieta Elektra se vuelve asesina después de la muerte de su padre, un diplomático griego, y vive para la venganza. En un momento ella mata a su sensei (su maestro de artes marciales). Pero en el filme ella vuelve de la muerte, sólo recuerda la muerte de su madre a manos de asesinos desconocidos, y el maestro Stick sigue vivito y coleando.

Pero si bien no es una recreación fiel del comic, al menos es una mejor adaptación de un super héroe que la blanda Daredevil. Gran parte de esto reside en Jennifer Garner, que a mi juicio es una actriz de formidable prestancia. Ella ha podido desarrollarse con soltura en comedias como De 13 a 30, liderado con carisma en su serie Alias, y aquí ilumina la pantalla en las escenas de acción. Es una intérprete que merece sin dudas el estrellato que hasta ahora le resulta esquivo por pobres performances de sus películas en la taquilla (quizás el tufillo del semi fracaso de Daredevil empapó a Elektra y motivara su tibia respuesta en el box office).

Y el otro factor de peso es Rob Bowman. Bowman parece estar destinado a ser el Peter Yates del nuevo milenio; un artesano prolijo, bastante talentoso, que siempre hace películas redondas superando el promedio. No será un genio, pero sus productos siempre son más que aceptables (Expedientes X: Combate al Futuro; Reinado de Fuego). Acá Bowman le impone una muy buena atmósfera y maneja las escenas con gran timing. Los combates así como las performances en las escenas más tranquilas son muy buenos.

Lo que no está tan bien es el guión, que suele caerse en varios agujeros. La relación de Elektra con Mark Miller está terriblemente mal armada – simplemente no hay química, ni tiene algo de tiempo para construir la más mínima relación afectiva -. Y esto lastra al filme, ya que el súbito cambio de Elektra a defensora de los Miller suena totalmente increíble. Si bien el personaje de Elektra está desarrollado de un modo muy carismático, tampoco posee el suficiente discurso interno como para que – a falta de romance creíble con Miller – el salvataje de la familia suene a una especie de redención espiritual. Es como que le faltan 5 o 10 minutos de metraje en esa parte del film. Superado esto, la cinta se mete en una aventura kinética muy entretenida hasta el final, donde nuevamente el guión pisa en falso. No queda claro por qué La Mano ahora dejará en paz a los Miller, o qué destino tendrá Elektra de ahora en más. Teoricamente arriesgó todo por personas que le importaban y que después termina abandonando. Es absurdo.

Es un buen filme, entretenido y bien llevado, que precisaba una pulida final en el guión. Merecía una secuela pero el público le dió la espalda. Es una lástima, ya que entre tanta bazofia de los últimos tiempos (Los 4 Fantásticos, por ejemplo) resulta bastante superior al bajo standard actual.