Crítica: Esto Conquistó el Mundo (It Conquered the World) (1956)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 1956: Peter Graves (Dr Paul Nelson), Lee Van Cleef (Dr Tom Anderson), Beverly Garland (Claire Anderson), Sally Fraser (Joan Nelson)

Director: Roger Corman, Guión: Lou Rusoff

Trama: El científico Tom Anderson intenta detener el lanzamiento del último satélite creado por el programa espacial, convencido de que fuerzas de otros mundos conspiran para que el hombre no incursione en el cosmos. Todos lo toman por un loco y el lanzamiento se produce… pero al cabo de un tiempo el satélite es desviado de su órbita y regresa a la Tierra sin previo aviso. Convencido que se trata de una falla técnica, el Dr. Paul Nelson se lanza a rastrear los restos del satélite… hasta que descubre que el mismo ha sido abordado por un alienígena procedente de Venus y el cual ha comenzado a apoderarse de la mente de científicos, políticos y militares de la zona. Y es que el extraterrestre planea conquistar el mundo, contando con la colaboración de Tom Anderson, quien está convencido de que la humanidad estará en mejores manos si es guiada por una inteligencia de otro planeta. Con las comunicaciones paralizadas y la energía cortada, Nelson es el único que puede detener al alien y al lunático Anderson antes de que sea demasiado tarde.

It Conquered the World A finales de los años 50 Roger Corman fabricaba películas como chorizos, y su increíble productividad y olfato comercial fueron una de las principales razones por la cual la American International Pictures se erigió como una potencia en el mercado norteamericano de filmes serie B en menos de una década. Después, que sus filmes fueran potables o entretenidos, ya es otra cosa. Mientras que suelo disfrutar las películas baratas de terror y ciencia ficción de aquella época, tengo una particular intolerancia con la obra de Corman – algo así como la alergía a la lactosa -. Sus cintas me parecen baratas, prepotentes y aburridas y no hay ejemplo más patente que el caso que nos ocupa, la cual es considerada un clásico del cine Z.

Ciertamente las opiniones están encontradas respecto a It Conquered the World. Muchos la desprecian por sus paupérrimos valores de producción – el diseño del monstruo es horrendo, como si fuera un cucurucho de helado caído de cabeza – y en cambio otros (como Roger Ebert) terminan alabándola por los contenidos de su libreto. Mas allá del espantoso muñeco de carnaval, el filme es aburrido y eso que toda la película dura apenas 70 minutos. El problema es que al guionista le encantan los discursos y acá hay muchos y muy largos, amén de que el filme se mueve dentro de 4 decorados y jamás pasa algo que sea mínimamente excitante.

Si en la década del 50 los filmes de invasiones alienígenas eran alegorías de la paranoia provocada por la Guerra Fría (con los comunistas infiltrándose o invadiendo suelo norteamericano), It Conquered the World resulta un ejemplo patente del género. Cambien al alien por un agente comunista y verán cómo todo este circo funciona como un filme de propaganda anti bolchevique. Veamos: el científico deslumbrado por las ideas innovadoras del extranjero; las fuerzas externas complotadas para hacer fracasar al proyecto espacial norteamericano; el lavado de cerebro al que son sometidos científicos, militares y políticos, quienes comienza a apoyar al invasor infiltrado; y hasta el repentino cambio de actitud de amigos y parientes, los cuales terminan con la denuncia y la traición a los reacios al movimiento. En un momento Peter Graves no duda ni un segundo en meterle cinco balazos su esposa infectada por la mentalidad alien – otra que un divorcio instantáneo -, quien intenta seducirlo para la causa.

Acá están Peter Graves y Lee Van Cleef en sus primeros papeles. El nivel de actuación es de madera terciada y, para colmo, el libreto es demasiado discursivo. Además el guión está plagado de inexactitudes científicas que le resultan obvias al espectador moderno – como que el satélite pueda ser desviado hacia Venus, recoja a un extraterrestre y regrese (!) como si fuera un taxi espacial -. Sumen a eso los decorados de cartón pintado, la gente mirando abstraida cómo se mueve un osciloscopio (y diciendo que tienen una lectura clara de Venus!), y un monstruo que se mueve sobre un pallet con ruedas, y obtendrán una hora diez minutos de una berretada cargada de pretensiones. Porque, en general, los filmes malos suelen dar pie para masacrarlos y divertirse en el proceso, pero It Conquered the World es tan lenta y pedante que termina por impedir cualquier intento de divertirse con ella (o a costa de ella), ya que su efecto final equivale a un sobredosis de Prozac mezclada con alcohol, con lo cual uno termina desmayado (de aburrimiento) frente a la pantalla del televisor.