Crítica: Capitán América II: Una Muerte Demasiado Próxima (1979)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

USA, 1979: Reb Brown (Capitán América / Steve Rogers), Connie Sellecca (Dra Wendy Day), Len Birman (Dr. Simon Mills), Christopher Lee (Miguel), Katherine Justice (Helen Moore), Christopher Cary (profesor Ian Ilson)

Director: Ivan Nagy, Guión: Wilton Schiller & Patricia Payne, basados en el personaje de la Marvel creado por Jack Kirby & Joe Simon

Trama: Steve Rogers es un pintor que trabaja en secreto para una agencia de inteligencia norteamericana. En una de sus misiones resultó gravemente herido y le aplicaron un suero experimental que lo convirtió en un superhombre. Ahora Rogers ha aceptado ser espía con la condición de que le provean un equipo y un uniforme – similares a un personaje de comic que ha diseñado – y se hace llamar Capitán América. En su nueva misión debe enfrentarse al coronel Miguel, un terrorista sudamericano que se encuentra en Estados Unidos y que planea extorsionar al gobierno con el uso de un gas experimental capaz de envejecer a la gente en cuestión de segundos. Pero Miguel tiene aterrorizado al pueblo en donde reside, y nadie quiere brindarle pistas a Rogers sobre su paradero … a excepción de una joven viuda que vive con su hijo y está cansada de las presiones de los matones locales. Con su ayuda, el Capitán América saldrá a combatir a los secuaces de Miguel… pero el terrorista tiene reservadas un par de sorpresas.

Captain America II: Death Too Soon (1979) Ya hemos hablado de la historia del Capitán América en la review previa del filme de Albert Pyun. Por si no lo saben, el personaje va a tener su película propia en el 2011; pero antes de ello vino el espantoso filme de 1990 con Matt Salinger de protagonista. Y antes, antes de todo eso, hubieron dos telefilmes en 1979, en la época en que la Marvel contaba las monedas para llegar a fin de mes y cedía derechos sobre sus personajes a dos mangos cada uno. El primero de dichos telefilmes se estrenó en enero de 1979 – como piloto para una posible serie -, y pasó de largo sin pena ni gloria; en noviembre volvieron a hacer el intento y volvieron a fracasar rotundamente. El que comentamos aquí es precisamente ese segundo piloto.

Por una vez voy a rasgarme las vestiduras por el Capitán América y voy a salir en defensa de todos los libretistas que han intentado hacer digerible a semejante personaje ante las masas neófitas y ajenas al mundo del comic. Para ello voy a poner ejemplos de adaptaciones exitosas de superhéroes en los años 70. Veamos: El Hombre Nuclear tenía superpoderes pero iba siempre vestido de civil; David (Bruce) Banner – El Increíble Hulk– iba caminando por ahí y cuando la situación se ponía espesa, se transformaba en una mole verde; Superman llegaba a todas partes volando y Spiderman se trepaba a los edificios. Ahora díganme cómo hacemos para justificar a un tipo en mallitas azules (y con unas ridiculas alitas en las orejas) que va a pie a todos lados y que carece de superpoderes – digo yo: este hombre podría hacer lo mismo sin necesidad de ponerse ese patético disfraz -. Al menos en el Batman de Adam West el mundo era tan exagerado y camp que la proliferación de gente disfrazada resultaba creíble; pero cuando uno pone a un tipo con un traje de spandex colorinche peleando contra hampones comunes y silvestres, el efecto final es ridículo.

Acá los libretistas decidieron tirar por la borda toda la historia de origen del Capitán América nada de super soldado congelado criogénicamente en la Segunda Guerra Mundial y revivido ahora -, y terminan justificando la presencia del disfraz como si fuera un fetichismo del protagonista, el cual tiene superfuerza a raíz de un super suero experimental que le inyectaron en medio de una misión en que quedó mal herido. Steve Rogers es un pintor callejero (!!), nacido en nuestra época, y en sus ratos libres es espía para una agencia americana de seguridad. Como al tipo lo consideran indispensable, la dichosa agencia decide financiarle los caprichos dándole un traje, una moto llena de gadgets, una camioneta que hace las veces de baticueva móvil, y un ridículo escudo de super plástico. Como pueden ver, todo esto es una mezcla de los esquemas utilizados en las series La Mujer Maravilla y El Hombre Nuclear, sólo que aquí el resultado final es mas patético. Como Steve Rogers / Capitán América está el ex jugador de futbol americano Reb Brown, que tiene un físico gigante, buena pinta, y es mucho más expresivo y simpático que Matt Salinger. Y mientras que el protagonista es ideal el problema pasa por el libreto, que debe lidiar con una producción barata y propia de las series de los años 70. Digo, los complejos esquemas para dominar el mundo precisan fabulosos gadgets y descomunales cuevas subterráneas en donde mora el villano. En vez de gastar en todo eso la producción abonó una parva generosa de dólares para contratar a Christopher Lee, el que provee una gran cuota de dignidad al malogrado filme aún cuando aparece menos de quince minutos en escena.

Y si bien el casting está ok, lo que atenta contra la película es la chatura del libreto. Rogers encuentra una pista tras otra, la que lo lleva a un pueblo dominado por el terrorista y donde nadie quiere hablar. Con el típico esquema de “Eh, tú, forastero! Largate de aquí si no quieres sufrir un accidente!” Rogers empieza a pelearse con el miserable grupo de secuaces de Miguel – digo yo: en estas descomunales organizaciones del mal ¿sólo cuentan con diez asesinos por episodio?; ¿es alguna disposición del sindicato o algo así? -, da con el villano y le rompe una botellita de gas en la cara, con lo cual Lee queda idéntico a Saruman… bah, él era Saruman!. Ups, les conté el final. No importa, el filme no vale la pena.

Si uno se atiene a los hechos, no hay nada en Captain America II: Death Too Soon que no difiera demasiado de un típico capítulo de The A-Team. Al menos en esa serie Hannibal, Mario Baracus & Co tenían el suficiente humor para no tomarse nada en serio, cosa que aquí no ocurre. Ver la supuestamente excitante escena inicial – donde el Capitán América apresa a una banda que vive asaltando ancianas – es de un patetismo inusual. El tipo en mallitas azules corre a un buggy por la playa mientras los bañistas se la pasan jugando, sin enterarse de la existencia del supuesto superhéroe. Y así como esa, hay montones de escenas similares en la película.

Captain America II: Death Too Soon es marginalmente superior a la atroz película de Albert Pyun de 1990, pero igual no le alcanza para ser decente. Hace algunas cosas mejor, pero igual hay una tonelada de detalles mediocres o directamente malos. Y definitivamente no es la adaptación que el personaje se merecía.

CAPITAN AMERICA

En este portal hemos comentado las siguientes versiones del Capitán América: Capitán América (piloto) (1979) – Captain America: Death Too Soon (1979) – Capitán América (1990) – Capitán América: El Primer Vengador (2011) – Capitán América: El Soldado de Invierno (2014) – Capitán América: Civil War (2016)