Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco
USA, 2012: Peter Weller (Bruce Wayne / Batman), Ariel Winter (Carrie Kelley / Robin), Michael McKean (Dr. Bartholomew Wolper), Wade Williams (Harvey Dent / Dos Caras), Gary Anthony Williams (lider mutante), David Selby (James Gordon)
Director: Jay Oliva, Guión: Bob Goodman, basado en la miniserie homónima de la DC Comics creada por Frank Miller
Trama: Ciudad Gótica, en un futuro cercano. Han pasado 10 años desde la última aparición de Batman, y la ciudad se encuentra sumida en el caos gracias al accionar de una gigantesca banda conocida como los Mutantes. Mientras tanto el tiempo ha tratado mal a Bruce Wayne, quien ha decidido retirarse después del asesinato del último Robin a manos del Joker. Noche tras noche Bruce se sienta a tomar tragos con el comisionado Gordon – quien conoce su identidad y el cual se encuentra a punto de retirarse -. Desbordado por las circunstancias, Gordon le pide a Wayne que regrese como Batman y limpie la ciudad. Así es como el veterano justiciero vuelve a ponerse la capa y despliega toda su experiencia para combatir el crimen en las calles… pero una admiradora suya ha comenzado a seguirle de cerca, intentando imitar sin éxito al antiguo Robin. Ahora el encapotado se ha enfrentado cara a cara al líder de los mutantes, siendo ferozmente golpeado; y, de no ser por la intervención de la muchacha, quizás el hombre murciélago hubiera pasado a mejor vida. Considerándola un regalo del cielo, Batman ha decidido apadrinar a la chica como su nueva discípula, y procede a entrenarla en las artes de la lucha contra el crimen; pero, durante el proceso, deberá descubrir la forma de deshacer la amenaza mutante y restaurar la paz en Ciudad Gótica.
De un tiempo a esta parte la Warner Brothers y la DC Comics han tomado coraje como para animarse a adaptar títulos seminales de las historietas de sus superhéroes mas importantes. Así han aparecido filmes animados como Superman: Doomsday, Batman: Año Uno, y Superman vs The Elite. Ahora es el turno de la clasiquísima Batman: Regresa el Caballero de la Noche, una obra maestra de Frank Miller que reinventó al encapotado y cuya influencia se siente hasta el día de hoy. Este es un Batman despiadado, sombrío y adulto, rebosante de carisma y heroísmo, y perseguido por sus demonios internos. Gracias a Dios la adaptación animada no ha menguado ni un ápice la potencia de la obra, convirtiéndose en una de las mejores peliculas animadas de Batman de los últimos años – si no es la mejor definitivamente -.
Resulta glorioso ver una obra escrita con inteligencia por alguien que sabe de comics. De ese modo, el libretista se puede dar el lujo de experimentar escenarios con total credibilidad y de manera absolutamente fascinante. Imaginen un Bruce Wayne cincuentón, algo enlentecido por el paso de los años pero – de todos modos – un rival formidable; ahora el millonario vive recluido en su mansión y sólo sale a tomar un trago todas las noches con su amigote James Gordon, el cual conoce su identidad de hace rato y discute con él los temas de la seguridad ciudadana. Este Wayne no es el mismo vigilante de cuando era joven; lo amarga el recuerdo del asesinato del último Robin, Jason Todd, a manos del Joker, y por ello ha decidido jubilarse antes de tiempo. Pero las cosas pintan feo en Ciudad Gotica cuando una banda de drogadictos anarquistas conocidos como los Mutantes vienen a armar bardo en la ciudad. Wayne deja el bastón y el Viagra, y vuelve a ponerse la capa y la máscara. ¡Santas Cachuchas! ¡Lo que les espera a los villanos!.
Batman: Regresa el Caballero de la Noche – Parte 1 resulta fascinante cuando empieza a jugar con las variables de ese futuro alternativo. Para empezar, es un universo en donde co existe Superman – aunque aquí está sugerido gracias a incontables cameos: Lana Lang como editora jefe del diario Planeta, o James Olsen como presidente de una cadena de televisión, o incluso la remera con la S kryptoniana que exhibe uno de los siquiatras del asilo Arkham -; en donde Harvey Dos Caras Dent se encuentra curado y con su rostro reconstruido de manera impecable; en donde el Joker se encuentra en estado catatónico desde hace una década; y en donde el veterano Batman resulta más despiadado que nunca. Este encapotado rompe huesos sin asco, y transpira sagacidad por todos sus poros. Su entrada en acción es tan formidable que dan ganas de aplaudirlo de pie.
Ciertamente los cambios sufridos por los personajes clásicos en este futuro posible son más interesantes que la historia central en sí, en donde un grupo de locos peligrosos viene a atacar la ciudad sin mayor razón aparente. El líder de los Mutantes es letal pero boconea demasiado y eso le quita amenaza – si uno empieza a desmenuzar, resulta fácil ver la inmensa cantidad de coincidencias (e influencias) entre la obra de Frank Miller y Batman: El Caballero de la Noche Asciende de Christopher Nolan; el mutante no es mas que una versión menos pulida del Bane de Nolan -. El otro punto flojo es la aparición de la imitadora de Robin, cuya aceptación por parte de Batman está demasiado traída de los pelos – ¿acaso nadie extraña la ausencia de su casa de una chica de 13 años? -. Pero todo esto está compensado de sobra por la mecánica de historia, un escenario rico en detalles y un personaje deliciosamente admirable. La trama se sostiene perfecta como capítulo unitario, con el agregado que queda la puerta abierta para la segunda parte y el regreso de nuestro amigo de la melena verde. En términos cinematográficos, Batman: Regresa el Caballero de la Noche – Parte I es tan efectiva como cualquiera de los filmes de Nolan, y eso ya es un cumplido sobresaliente.
Batman: Regresa el Caballero de la Noche – Parte I es de visión obligatoria para los fans del personaje. Es brillante, rebosa calidad y es excitante. Resta esperar la llegada de la secuela el año entrante, una ocasión que desde ya estamos aguardando con impaciencia.