Crítica: Band of Brothers / Hermanos de Sangre (2001)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Recomendación del EditorUSA, 2001: Damian Lewis (mayor Richard D. Winters), Ron Livingston (capitán Lewis Nixon), Donnie Wahlberg (sargento Carwood Lipton), Neal McDonough (teniente Lynn ‘Buck’ Compton), Dale Dye (coronel Robert Sink)

Director: Phil Alden Robinson, Richard Loncraine, Mikael Salomon, David Nutter, Tom Hanks, David Leland, David Frankel & Tony To, Guión: Erik Jendresen, Tom Hanks, John Orloff, E. Max Frye, Graham Yost, Bruce C. McKenna & Erik Bork, basados en el libro homónimo de Stephen E. Ambrose

Trama: Esta es la historia de la compañía Easy, un división aerotransportada que combatió en la Segunda Guerra Mundial. Desde sus duros comienzos en el campamento de entrenamiento, hasta el día D, la lucha en las Ardenas contra la contraofensiva nazi y el desolador hallazgo de los campos de concentración alemanes, completamente desconocidos hasta ese momento.

Arlequín: Crítica: Band of Brothers / Hermanos de Sangre (2001)

A fines de los 90 Tom Hanks encontró una jugosa veta como productor de TV, generando miniseries basadas en filmes que él había protagonizado y que tocaban una vena profundamente patriótica y americana. La primera prueba fue la miniserie De la Tierra a la Luna (1998), que parecía la expansión lógica de Apolo XIII (1995) y que trataba sobre la carrera espacial entre americanos y rusos en la década del 60. El siguiente proyecto de Hanks fue expandir el concepto de Rescatando al Soldado Ryan (1998) – una idea que entusiasmaría tanto al mismo Steven Spielberg, que terminaría actuando como productor asociado -, y el resultado final fue Band of Brothers.

Acá la idea era tratar la epopeya de un grupo de soldados – desde sus comienzos en el campo de entrenamiento hasta el final de la guerra -, y luego de pasar las situaciones más feroces y desesperantes que brinda semejante escenario. Estos personajes están basados en héroes de la vida real, miembros de la compañía Easy de aerotransportados que tuvieron su bautismo de fuego al descender tras las líneas enemigas en horas previas al Dia D, y que tuvieron la misión de cortar todas las vías de comunicación y reabastecimiento de los nazis durante el desembarco aliado. Para encarnarlos hay una troupe muy nutrida de actores, la mitad de ellos ingleses (aunque haciendo el papel de americanos), entre los que se encuentran Dexter Fletcher (de Juegos, Trampas y Dos Armas Humeantes), un jovencísimo Michael Fassbender, un cameo ultra fugaz de Simon Pegg, amén de Damien Lewis y Donnie Wahlberg (quienes se reencontrarían en Dreamcatcher), y una parva de estrellitas televisivas de segunda línea.

Ciertamente si uno la compara con la miniserie gemela – El Pacifico (2010), también de Tom Hanks y Steven Spielberg -, verá que Hermanos de Sangre está mucho mejor construída. Acá el relato se centra en los caracteres, a los cuales va rotando en el papel protagónico para ir ilustrando distintas facetas de la guerra. Hay momentos en donde se centra en lo exclusivamente militar, otros en donde analiza las relaciones interpersonales, y otros en donde enfatiza el horror de la guerra. Por ejemplo, durante la durísima contraofensiva alemana de Las Ardenas, la miniserie prefiere centrarse en el terrible vida profesional de los médicos que socorren como pueden a los heridos, o en la espeluznante vida en las trincheras, en donde la compañía Easy debía mantener la línea y resistir como pudieran el incansable bombardeo alemán. Es cierto que a uno le gustaría que la dirección se fijara en los aspectos más espectaculares de la guerra – cómo es que la Easy fue salvada del exterminio por la llegada sobre la hora de las fuerzas de Patton en Las Ardenas, o cómo fue la irrupción americana en Alemania a cañonazo limpio -, pero también es cierto que todo eso ya se ha visto antes (en otras peliculas y series) y esta miniserie intenta dar un punto de vista fresco sobre cosas menos trilladas.

Para que todo esto no fuera un caos con miles de personajes, los libretistas han centrado el relato en una dupla de amigos – compuesta por Damien Lewis y Ron Livingstone -, alrededor de los cuales giran una troupe de caracteres secundarios que se van rotando en el protagonismo de cada capítulo. Como toda esta gente es agradable – en un sentido u otro -, nos preocupa su suerte, y eso es lo que le provee vida y emoción a la miniserie. Antes del décimo capítulo la mitad de estos personajes ha muerto o desaparecido, y los supervivientes han pasado a ser veteranos con profundas heridas emocionales. En un determinado momento la miniserie da a entender que la mayoría de estos caracteres se encuentra al borde del completo desequilibrio mental.

Ciertamente los últimos capítulos son los más emocionantes ya que la serie termina transpirando un sentimiento de camaradería auténtico. Además está la preocupación de los oficiales por sus subalternos, lo que termina transformándose en una relación casi paternal. Esta gente interactúa entre sí con pequeños gestos que denotan una gran nobleza – la nobleza entre guerreros y hermanos de sangre, como denota la frase del título que está extractada de un párrafo de Shakespeare – y eso es lo que le llega a la audiencia. Amén de que las performances son muy buenas. En el penúltimo capítulo – en donde descubren un campo de concentración y contemplan con horror toda la miseria humana desatada por la locura racial nazi – resulta imposible no conmoverse, y eso que nada de lo que aparece en la pantalla es nuevo. Es que luego de 10 horas uno termina viviendo emociones a través de estos personajes, y termina sintiendo que se tratan de nuestros amigos, con lo cual cuesta despedirse de ellos.

Band of Brothers es un espectáculo formidable y completo. Hay mucha acción, hay mucha emoción, hay diálogos inteligentes, hay momentos inolvidables. Es una miniserie sin desperdicio y una favorita del público… entre los cuales, me incluyo.

MINISERIES DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL, PRODUCIDAS POR TOM HANKS Y STEVEN SPIELBERG

Band of Brothers (2001) – El Pacifico (2010)