Crítica: Appleseed (Appleseed: The Begining) (2004)

Volver al índice de críticas por año / una crítica del film, por Alejandro Franco

Japon, 2004: voces: Ai Kobayashi (Deunan), Jûrôta Kosugi (Briareos), Yuzuru Fujimoto (General Uranus), Mami Koyama (Athena), Takehito Koyasu (Hades)

Director: Shinji Aramaki, Guión: Haruka Handa & Tsutomu Kamishiro sobre el manga homónimo de Masamune Shirow, Musica – Paul Oakenfold, T. Raumschmiere & Ryuichi Sakamoto

Trama: En el 2131 la Tierra ha sido devastada por una guerra nuclear. Entre los restos de las ciudades los sobrevivientes subsisten fuertemente armados, disputando continuas guerras internas. Una de las guerreras más destacadas es Deunan, quien resulta emboscada y apresada por una fuerza paramilitar nunca antes vista. La chica es llevada a la paradisíaca ciudad de Olimpo, donde una renaciente sociedad intenta prosperar tras el apocalipsis nuclear. Olimpo es una metropoli regida por un comité de siete ancianos, que mantiene un justo control sobre sus habitantes. Deunan se entera de que la ciudad está poblada por humanos y clones, por partes iguales. Los clones – llamados Bioroides – disponen de un plazo limitado de vida, que es prolongado periódicamente, así como se encuentran carentes de emociones y anuladas sus funciones reproductivas, todo esto como fruto de un plan para mantenerlos controlados mientras observan su desenvolvimiento. Los Bioroides controlan internamente la ciudad y la policía al mando de la gobernadora Athena, mientras que los humanos se encargan del ejército (y de la defensa exterior) a cargo del general Uranus. Pero las tensiones entre Bioroides y humanos se acrecientan, y un atentado a la fábrica de clonación – ejecutado por los humanos y que ocasionaría la muerte masiva de los clones en pocas semanas – pone a la sociedad al borde de una guerra civil. Allí Deunan se entera que ha sido rescatada a pedido de Athena, y que ella es la única que puede encontrar al proyecto Appleseed, el archivo perdido que podría darles a los Bioroides la posibilidad de reproducirse y subsistir sin el control humano. Pero los militares tienen preparado un golpe de estado así como férreos planes para evitar que Deunan encuentre a Appleseed.

Appleseed Appleseed está basado en un manga escrito por Masamune Shirow, un célebre autor de comics cuya obra más popular es Ghost in the Shell. Pero hablando en cuanto a mangas, Ghost in the Shell es de 1991 mientras que Appleseed es de los primeros trabajos de Shirow, publicado en 1985. La tira fue enormemente popular y obtuvo varios premios de la crítica especializada. En 1988 llegaría una versión directa a video (conocida como Appleseed: OVA), y en el 2004 una especie de remake, que comentamos ahora, dirigida a la pantalla grande.

En general la obra de Shirow sigue los lineamientos del cyberpunk, con futuros apocalípticos, sociedades utopicas y una plena integración entre el hombre y la máquina. Appleseed no es la excepción. Aquí el cuadro socio político es a veces excesivamente complejo, pero lo hace un buen caldo de cultivo para desarrollar numerosas historias relacionadas con intrigas de poder.

Como film, Appleseed es técnicamente deslumbrante. Es el más brillante anime de los ultimos años, con una exquisita combinación de CGI, animación 2D y 3D, y técnicas de avanzada que lo hacen realmente formidable en lo visual. No solo mantiene el estilo habitual del manga – en especial el perfil fisico de los personajes – sino que los integra impecablemente a escenarios ultradetallados y con una perfección de movimientos exquisita. Por momentos parece un film rodado en vivo con actores. Pero además de su preciocismo técnico, es brillante en cuanto a las secuencias de acción, con gigantescas escenas de devastación masiva que dejan al espectador boquiabierto. Más que realismo, Appleseed desarrolla un nuevo standard – el hiper realismo – donde todo posee un grado de detalle (y nitidez) impresionante. Colores vívidos, efectos especiales espectaculares, movimientos naturales de los personajes. Es un espectáculo formidable.

Pero más allá de su genial animación, es una película bien dirigida. Shinji Aramaki se da sus tiempos para ir desarrollando la trama, y es posible seguir la evolución de la trama con cierta tranquilidad. El único problema que enfrenta Aramaki es lo que yo llamo “la secuencia de vómito masivo de información”, que tiene lugar durante la primer media hora de proyección, y que sirve para que la audiencia pueda ubicarse en el escenario que plantea el film. No se le puede culpar a Aramaki porque la exposición no resulte demasiado clara – en especial, la escena dentro del auto entre Deunan y Hitomi -, ya que en realidad se trata de un problema innato del manga que quiere adaptar, que tiene un trasfondo bastante complejo. Hubo una guerra mundial nuclear, y gran parte de los sobrevivientes se aglutinaron en una sociedad utópica que reside en la ciudad de Olimpo. Como la población humana es escasa, se ha desarrollado una sociedad de clones. Como nadie confía en los clones, los tienen fuertemente vigilados, anuladas sus funciones reproductivas y bajo un control estricto – el día que se rebelen, liberarán un virus letal para ellos que mantienen apresado en el denominado tanque D -. Lo que la trama no puede explicar – y me imagino los problemas del director Aramaki para intentar explicarlo sin producirle la muerte cerebral al espectador por inundación masiva de información – es, por ejemplo, que fue de la vida del militar padre de Deunan, o cómo Deunan no sabía nada de la existencia de Olimpo, o por qué los humanos que están afuera de Olimpo viven en guerra permanente. Ni siquiera queda claro cómo Deunan fue a parar lejos de Olimpo, ya que su padre fuera uno de los fundadores de la ciudad.

He leído por la red multitud de críticas de aficionados que la han defenestrado a Appleseed como un film mediocre o un anime rutinario. Nada más lejos de la realidad. Es cierto que el film tiene algunos agujeros narrativos como los ya explicados, y a veces resulta algo complejo seguir quién es quién y por qué lo hace, pero de ningún modo es una historia descerebrada.

Lo que resulta interesante observar es ver cómo han evolucionado las pautas de la ciencia ficción japonesa. Hace cincuenta años el standard era Godzilla, hoy lo es Appleseed. Mientras que antes la sci fi del sol naciente elaboraba tramas donde el peligro atómico se concretaba en el presente para desatar monstruos y amenazas alienígenas – reiterando un escenario similar al bombardeo atómico del 45 -, desde los 70 y con la evolución del manga y del anime las historias se han vuelto futuristas, mucho más oscuras y pesimistas – al día de hoy, el anime desarrolla una ciencia ficción mucho más adulta que la de los filmes japoneses standard con actores -. La sci fi del nuevo milenio habla de futuros con guerras atomicas globales, de sociedades arrasadas, de una humanidad conflictiva que vive aislada de los peligros que la rodean y cuya supervivencia pende de un hilo – como que la lección nuclear no ha sido aprendida y todo debe arder nuevamente -. Olimpo no es demasiado diferente a Tokyo 3 de Evangelión, por ejemplo. Y en todos los casos, no hay esperanza posible.

Aquí lo que plantea Appleseed no es más que una metáfora antimilitarista y antiracista. En esa sociedad armónica que constituye Olimpo, los ciudadanos modelo – los bioroides – son precisamente los más vigilados. Existen un temor paranoico subyacente en toda la trama, donde los ancianos que controlan la ciudad disponen de toda clase de medidas extremas para mantener a los clones a raya – desde su limitación en cuanto a funciones reproductivas y emocionales hasta el tanque D, que los puede exterminar en un segundo -. Sorprendentemente el dichoso tanque D resulta ser un chiste de humor negro que reserva la historia para el final, mostrando que el criterio de los ancianos es relativamente más sabio de lo que se pensaba. Desde ese punto de vista, no deja de ser todo una maniobra para tutelarlos hasta que puedan renacer como una nueva raza capaz de controlar el planeta pero con manos responsables. Al final son los clones los que terminan por supervisar la supervivencia de la raza humana.

Es un film formidable que, si bien tiene algunas fallas en lo narrativo, no es ni por asomo la mediocridad que todos dicen. Como suelo decir, a veces los criticos están saturados de ver filmes y eso les impide ver uno bueno cuando lo tienen delante de sus ojos. En lo técnico y en lo argumental está demostrado que Japon es el rey – uno piensa en Pixar, Titan AE , Heavy Metal o Final Fantasy, y no hay nadie que pueda acercarse al nivel de avance y profundidad de ideas del anime actual -. Es cierto que a veces las historias están pasadas de vueltas de tuerca, pero siempre terminan siendo más que dignas.

LA SAGA DE APPLESEED

La saga basada en Appleseed consta de: Appleseed (2004) y Appleseed Ex Machina (2007)